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Leopoldo Abadía

Desde San Quirico

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¡Cuidado con lo que se dice!

A muchos de nosotros no nos pasará lo de la señora Elósegui. Pero vivimos en un ambiente en que lo políticamente correcto nos asfixia un poco

Foto: María Elósegui, nuevo miembro español del Tribunal Europeo de Derechos Humanos. (EFE)
María Elósegui, nuevo miembro español del Tribunal Europeo de Derechos Humanos. (EFE)

"No he de callar, por más que con el dedo,

Ya tocando la boca, ya la frente,

Me representes o silencio o miedo.

¿No ha de haber un espíritu valiente?

¿Siempre se ha de sentir lo que se dice?

¿Nunca se ha de decir lo que se siente?"

Quevedo no debía llevarse demasiado bien con el conde-duque de Olivares, que, por lo que se ve, tenía las ideas muy claras sobre lo que el pueblo podía o no debía decir. Quizá ni decir ni pensar, porque estos dictadorcetes son muy suyos.

No conozco a María Elósegui. He visto fotos suyas. Señora de mediana edad, de San Sebastián, catedrática de Filosofía del Derecho en la Universidad de Zaragoza, que ha sido nombrada jueza en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. El Gobierno español presentó una terna y en Estrasburgo la han elegido a ella.

Hasta ahí, todo normal. Pero resulta que esta señora escribió algo sobre los homosexuales que no gustó a todo el mundo. Y como los homosexuales tienen amigos, cosa que también nos pasa, gracias a Dios, a los no homosexuales, pues resulta que 75 eurodiputados, de diversos partidos, han reclamado a la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa y al Tribunal Europeo de Derechos Humanos que inicien el procedimiento para revocar el nombramiento de María Elósegui, si no se retracta de sus declaraciones homófobas "inaceptables" y "alarmantes".

Foto:  María Elósegui, nuevo miembro español del Tribunal Europeo de Derechos Humanos. (EFE)

Me voy al DRAE. Allí encuentro:

Libertad de expresión. "Derecho a manifestar y difundir libremente ideas, opiniones e informaciones".

Y aunque no está en el DRAE y por eso no lo encuentro, me invento:

Libertad de expresión selectiva. Lo mismo, pero de un modo selectivo, modo elegido por no se sabe quién, pero por alguien que manda mucho. Un conde-duque en pequeño. O no tan pequeño.

Ejemplos:

1. Insultos a Jesucristo, a la Virgen María, a las Sagradas Formas consagradas, y, en general, a todo lo que se refiera a la religión católica. Libertad de expresión TOTAL.

2. Insultos a Mahoma y, en general, a todo lo que tiene que ver con el islam. Libertad de expresión PRUDENTE. Recordemos a los pobres redactores de 'Charlie Hebdo', que se creyeron que reírse de Mahoma era como reírse de Jesucristo y descubrieron tarde que no. Que estos eran más brutos.

3. Insultos a las familias formadas por una con uno y uno con una para siempre. Libertad de expresión TOTAL. Si tienen cuatro hijos o más, la libertad insultante de expresión es MÁS TOTAL todavía.

4. Insultos a las uniones formadas por dos homosexuales que han adoptado un niño o lo han conseguido encargándolo a alguien que proporcione la materia prima y a otro alguien que se responsabilice del embarazo y el parto. NULA libertad de expresión. Algunas alabanzas.

5. Y así.

Muchos —quizá todos— vivimos en un ambiente en que lo políticamente correcto nos asfixia un poco. Y hace que tengamos que medir nuestras palabras

Vuelve a resonar Quevedo: "¿Es que no puede haber un espíritu valiente?".

Y añado: "...ocupando un puesto de jueza en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos?".

P.S.

1. A muchos de nosotros no nos pasará lo de la señora Elósegui.

2. Somos menos importantes y nadie pide que revoquen nuestro nombramiento.

3. En primer lugar, porque nadie nos ha nombrado para ningún cargo medianamente importante.

4. Pero muchos —quizá todos— vivimos en un ambiente en que lo políticamente correcto nos asfixia un poco.

5. Y hace que tengamos que medir nuestras palabras.

6. Y nuestros pensamientos, porque, por lo menos en mi caso, cuando oigo algo que refleja una libertad selectiva, o sea, una NO LIBERTAD, pongo una cara que hace que mi mujer me diga: "Sé lo que estás pensando".

La censura sigue tan campante, sin duda porque los hijos y nietos de los que comían de ella siguen necesitando que alguien les dé de comer

7. La dictadura selectiva se cernió sobre mí en una conferencia cuando, al referirme a una "persona que trabaja anónimamente para lucimiento y provecho de otro, especialmente en trabajos literarios", le llamé "negro" y fui severamente reprendido por uno de los asistentes "por hablar con desprecio de las personas de otra raza".

8. Cuando estaba intentando que aquel señor se enterara de que un 'negro' es lo que me gustaría tener para sacar varios libros al año, tuve la suerte de que se levantara un chaval con muy buena pinta, de color negro como el betún negro, que dijo: "A mí no me ha ofendido".

9. De vez en cuando, oigo hablar de la censura existente en otros tiempos. (No digo en tiempos de Franco porque estamos en proceso de enterarnos de que Franco no existió).

10. Bueno, pues la censura sigue tan campante, sin duda porque los hijos y nietos de los que comían de ella siguen necesitando que alguien les dé de comer.

Una vez más, me he enrollado en el 'post scriptum' y casi me sale más largo que el 'scriptum'.

A veces, me va bien desahogarme.

"No he de callar, por más que con el dedo,

Tribunal Derechos Humanos