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Catexit (XXXII): el mundo está revuelto
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Leopoldo Abadía

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Catexit (XXXII): el mundo está revuelto

Falta poco para que los parlamentarios organicen otro lío en el Parlament, tratando de investir a un señor que se ha puesto sus mejores zapatos de campo y su mejor chaqueta de pana

Foto: El candidato de Junts per Catalunya, Jordi Turull, durante su discurso ante el pleno del Parlament. (EFE)
El candidato de Junts per Catalunya, Jordi Turull, durante su discurso ante el pleno del Parlament. (EFE)

Hace pocos días, di una conferencia privada sobre lo revuelto que está el mundo. Fue un poco especial, porque la grabé sin público, luego les pareció que había estado demasiado serio, le añadieron unos recursos y, al final, me dijeron que había quedado bien.

Como siempre, todos los años por estas fechas estoy corriendo para entregar a mi editorial el manuscrito del próximo libro. No tiene título todavía, pero es como la segunda parte del primero que escribí, que se titulaba 'La crisis Ninja y otros misterios de la economía actual'. Este va de los 'otros misterios'.

No será por falta de misterios, en el sentido de "cosa arcana o muy recóndita, que no se puede comprender o explicar".

A la vista de esta definición, lo difícil no ha sido encontrar temas, sino seleccionarlos, y concretarlos en:

1. Las criptomonedas: el bitcoin y su pandilla.

2. El Brexit (un socio se va del club).

3. El Catexit (un trozo de un socio del club se quiere ir del socio).

4. Algún problema concreto de los bancos europeos.

5. La posverdad, o sea, los hechos alternativos, o sea, la mentira, que impregna la sociedad y desconcierta a los partidarios del apóstol Santiago, cuando recomendó que "vuestro sí, sea sí y que vuestro no, sea no". (¡A quién se le ocurre!).

Es curioso. Cuando la editorial Espasa me encargó el libro, pensé que no había tema y ahora, buff.

Ganas de bronca. Ganas de que Jordi Turull vaya a ver al juez como 'president' de la Generalitat

Porque el mundo está revuelto. España está revuelta. Cataluña está revuelta. San Quirico, no, porque es como un microclima, o sea, "un clima local de características distintas a las de la zona donde se encuentra". No es que los sanquiriquenses seamos una raza especial. No. Es que nos respetamos y, aunque no todos pensamos lo mismo, como es natural, la sangre no llega nunca al río, porque, implícitamente, hemos decidido que lo primero —la amistad, las sonrisas, el buen rollo— sea lo primero y lo otro, claramente lo segundo, a mucha distancia.

Mientras escribo esto, falta poco para que los parlamentarios organicen otro lío en el Parlament, tratando de investir a un señor que para ir al Parlament se ha puesto sus mejores zapatos de campo, su mejor chaqueta de pana y en alguna curva se le ha caído la corbata. Eso le pasa por correr. Y que está citado mañana, o sea, cuando salga este artículo, para hablar un rato con el juez Llarena, que se come marrón tras marrón sin pestañear.

Ganas de bronca. Ganas de que este señor, Jordi Turull, vaya a ver al juez como 'president' de la Generalitat. Copio de un artículo de Josep Gisbert y Àlex Tort en 'La Vanguardia': "...aunque sea como presidente electo, pendiente de que el rey Felipe VI firme el nombramiento y la toma de posesión".

Ahora, a por el Rey. Ganas de bronca.

Menos mal que Jordi T. me ha asegurado: "Trabajaré sin descanso para el progreso y protección de los 7,5 millones de catalanes, sus derechos, su libertad y sus mandatos democráticos".

Jordi Turull se somete a la sesión de investidura en el Parlament de Cataluña

Eso de que Jordi haya pensado en mi progreso, mi protección, mis derechos y mi libertad me tranquiliza. Respecto a mis mandatos democráticos, he estado repasando mis anotaciones y yo, a él, no le he dado ninguno.

Jordi, ninguno.

P.S.

Sin duda para animarme, me hacen llegar unas notas de Douglas MacArthur, general norteamericano, todo un hombre, que recibió la rendición de Japón en la Segunda Guerra Mundial.

Después, tuvo problemas con el presidente Truman y fue destituido.

Cuando digo 'todo un hombre' no es solo por ser capaz de enfrentarse al presidente. Más importantes son las notas que me han pasado y que reflejan su manera de ser.

Como ya soy mayor, me fijo en lo que dice para mí, lo mismo que hago con lo que dice Jordi.

Pienso que hay cosas de MacArthur que me pueden ayudar a echarle un poco de entusiasmo a ese libro que tengo que entregar pronto, muy pronto. No vaya a ser que lo revuelto del clima haga que sea un ladrillo pesimista y tristón.

Como las copiaría todas y no caben aquí, copio solo la última:

"Si un día, cualquiera que sea tu edad, tu corazón está mordido por el pesimismo, torturado por el egoísmo y roído por el cinismo, que Dios tenga piedad de tu alma de viejo".

Y no sé, pero me parece que Douglas me ayuda, con su hombría de bien, a ponerme por encima de los líos, de las agudezas, de las astucias...

Y también por encima de los viajeros, que se autoproclaman 'exiliados' en vez de llamarse rebeldes, sediciosos, etc.

Lo que, en tiempo de la posverdad, hasta me parece natural.

Hace pocos días, di una conferencia privada sobre lo revuelto que está el mundo. Fue un poco especial, porque la grabé sin público, luego les pareció que había estado demasiado serio, le añadieron unos recursos y, al final, me dijeron que había quedado bien.

Jordi Turull