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Leopoldo Abadía

Desde San Quirico

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Catexit (XXXIII): el SOP

Vivo en una atmósfera un poco viciada y bastante desagradable, contemplando lo que está pasando en Cataluña y viendo que esto no marcha

Foto: Aspecto del hemiciclo del Parlament de Catalunya vacío. (EFE)
Aspecto del hemiciclo del Parlament de Catalunya vacío. (EFE)

Sigo limpiando el archivo. No guardo casi nada. Si tuviera sitio, me quedaría con todo. Hay muchas horas de trabajo y muchas personas detrás de todos estos papeles y les tengo cariño.

Me encuentro con un documento de dos profesores de Política de Empresa: Antonio Valero, primer director del IESE, y José Lucas. Dos cracks, con los que tuve la suerte de trabajar. El documento se titula "El Sistema de Objetivos y Políticas". Lo releo y me doy cuenta de que me lo sabía muy bien, y me lo sigo sabiendo. Debe ser una de esas cosas que el cerebro almacena en algún lugar y allí se queda, años y años.

Al Sistema le llamábamos SOP. Hicimos muchos trabajos en empresas, ayudándoles a marcar objetivos, a determinar las políticas o maneras generales de llegar a esos objetivos y a concretar todo en planes de acción.

Vivo en una atmósfera un poco viciada y bastante desagradable, contemplando lo que está pasando en Cataluña y viendo que esto no marcha, que nadie sabe qué hacer y que, a bofetadas y sembrando odio a manos llenas, empezamos a saber lo que no hay que hacer.

Se me ocurre poner el SOP encima de la situación catalana, a ver qué me sale.

Lo que me sale es que hay muchas personas en Cataluña -un poco menos de la mitad- que quieren independizarse de España.

Vivo en una atmósfera un poco viciada y bastante desagradable, contemplando lo que está pasando en Cataluña y viendo que esto no marcha

Y hay unos políticos que se han hecho cargo de ese deseo y han montado el siguiente SOP:

  1. Objetivo: la independencia.
  2. Políticas: a la brava.
  3. Planes de acción: lo que hemos visto en el Parlament, las fugas, la actuación de guerrilla urbana de los llamados Comités de Defensa de la República, etc.

Cuando hacíamos este trabajo en las empresas, siempre queríamos ver el resultado, o sea, si se habían conseguido los objetivos, con su reflejo positivo en la cuenta de resultados de la empresa.

He repetido este trabajo en Cataluña y me sale:

RESULTADO: fracaso absoluto, concretado en:

  1. Muchas personas en la cárcel
  2. Unas cuantas personas fugadas.
  3. Repercusión económica: muchas empresas se van, muchos euros se van, muchos euros no vienen.
  4. Malestar social. No se puede hablar de unas cuantas cosas con los amigos, que han dejado de ser amigos. Demasiadas caras de odio. Demasiadas declaraciones de odio.
  5. Descubrimiento de que España es Europa y Cataluña como tal, todavía no.
  6. Y, como fruto de todo lo anterior, ni un solo paso adelante hacia la independencia, que es para lo que se montó el SOP. Fracaso absoluto.

SEGUNDA PARTE

El SOP exige el seguimiento (control de que lo que se decidió se cumple) y la reapreciación (verificación de que lo que se decidió sigue interesando).

Hago la reapreciación:

Parece que el objetivo sigue interesando a muchas personas. Por tanto, el nuevo SOP quedaría:

  1. Objetivo: la independencia.
  2. Políticas: cualquiera que no sea "a la brava".
  3. Planes de acción: otros muy distintos a los que se derivan de las políticas "a la brava". O sea, mucho negociar, no volver a decir nunca que España nos roba, que Madrid nos expolia, que 1714 marca un antes y un después, que Rajoy es malo, que Zoido es peor, que todos nos tratan mal. Los Comités de Defensa de la República, disueltos. Las esteladas, retiradas. Etc.

TERCERA PARTE

El SOP se ha de llevar a la realidad, repartiendo responsabilidades a las personas de la empresa. A veces, habrá que prescindir de alguna, promocionar a alguna y contratar alguna. Aquí lo mismo.

Me encuentro con un problema: después de oír tantas cosas y de ver otras tantas, llego a una conclusión: ninguno de estos sirve para el nuevo SOP. No sirve Puigdemont ni Junqueras, ni los Jordis, ni Forn, ni Turull ni Sánchez ni Rull, ni Gabriel (aunque me parece que esta señora se ha jubilado) ni Rovira ni Romeva ni...ni...ni...

Conclusión: no sirve NINGUNO.

O sea, mucho negociar, no volver a decir nunca que España nos roba, que Madrid nos expolia, que 1714 marca un antes y un después, que Rajoy es malo

Pero el objetivo sigue ahí. Lo que pasa es que todos estos señores y todas estas señoras estaban preparados para unos planes de acción basados en políticas de enfrentamiento, lo que he llamado "a la brava".

Planes de acción que consisten en insultos, quema de la bandera española, pacifismo que corta las carreteras, etc.

Por lo que hay que cambiar de personas, porque las que veo no sirven. Estudiaron para otra cosa y no están formadas para la nueva "cosa", que exige reconocer:

  1. Que un trozo de España ha de negociar con España, con lo que esas personas han de reconocer que el "otro" es el fuerte y Cataluña, el débil. Por ello, hay que dejarse de chuladas, que no sirven para nada. Mejor dicho, sirven para que "el otro", el fuerte, se moleste y reaccione peor.
  2. Que Cataluña, separada de España, será un territorio que no pertenecerá a la Unión Europea y que, si quiere que le admitan, se tendrá que poner en la cola, como cualquier otro.
  3. Que, cuanto menos se haga el ridículo, mejor. Dejémonos de poner anuncios para buscar "embajadores de la criptomoneda catalana". Dejémonos de ir abriendo embajadas por el mundo, porque somos pequeñitos. Dejémonos de hacer cosas y cosas que no llevan a ningún sitio.
  4. Una cosa muy importante: el tempo, o sea, el ritmo. Relacionado con el plazo. Porque el objetivo debe tener un plazo. Algo así, como: "llegar a la independencia en x años". Si esa x es inmediata, la negociación será más difícil. Si es 'inmediatísimo', la negociación será imposible.
  5. Y, como será imposible, acabaremos echando la culpa al entorno hostil. Todos son malos. Y nosotros, almas puras a las que nos ha tocado lidiar con semejantes especímenes. Y venga, a llorar otra vez, a quejarnos, a seguir alimentando con nuestras lágrimas el odio, que no conduce más que a que, de vez en cuando, los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, incluidos los Mossos d'Esquadra, tengan que entrar en acción, que para algo llevan las porras.

Los catalanes que quieren la independencia, deberían pensar por qué les falla una y otra vez.

¿No será porque lo hacen tipo golpe de Estado y eso provoca un rechazo del Estado al que le quieren dar el golpe?

¿No será porque los responsables de dar ese golpe no saben hacerlo y quieren hacer las cosas como la pobre señora Forcadell, que en vez de decir "buenos días" dijo "viva la república catalana"?

Y nosotros, almas puras a las que nos ha tocado lidiar con semejantes especímenes. Y venga, a llorar otra vez

¿No será porque la culpa siempre es de los demás y nadie hace autocrítica, que se traduce en tres preguntas: "qué he hecho bien"; "qué he hecho mal"; "qué podía haber hecho mejor"?

Un amigo mío, muy majo, me dijo que por las noches, antes de irse a dormir, se hacía estas tres preguntas y que, a veces, para animarse, añadía una cuarta: qué podía haber hecho peor. Me dijo que eso le levantaba la moral, porque siempre se pueden hacer peor las cosas.

Al llegar aquí, tengo ganas de sustituir "siempre" por casi siempre, porque es difícil hacerlo peor que estos mozos que se dedican a la política en Cataluña.

¡A por otros, que seguro que serán mejores!

P.S.

Repaso el artículo y veo que repito unas cuantas veces la palabra "odio".

Pero mantengo las repeticiones, porque el odio es lo peor que puede haber en una sociedad.

Y, dentro de esa sociedad, los que se dedican al odio son lo peor de lo peor.

Sigo limpiando el archivo. No guardo casi nada. Si tuviera sitio, me quedaría con todo. Hay muchas horas de trabajo y muchas personas detrás de todos estos papeles y les tengo cariño.