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Mi plan de agosto
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Leopoldo Abadía

Desde San Quirico

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Mi plan de agosto

No voy solo, porque por esos caminos me acompaña mi amigo de San Quirico, con el que he vuelto a desayunar como en los viejos tiempos, Cardhu incluido

Foto: Foto: Dedon.
Foto: Dedon.

Estoy preparando papeles para escribir este próximo verano. Tengo barruntos del tema y no sé si es el mejor para estos momentos. Los barruntos van por un camino de estaciones sin orden ni concierto: comprensión-disculpa-convivencia con todos-perdonar-no sentirme enemigo de nadie, etc.

En el etc. podéis poner lo que queráis, pero ya veis por dónde voy. No voy solo, porque por esos caminos me acompaña mi amigo de San Quirico, con el que he vuelto a desayunar como en los viejos tiempos, Cardhu incluido.

Está preocupado, porque es un hombre de paz. Como es mayor, vivió la guerra nuestra y por eso se pone nervioso cuando olfatea, oye o ve que alguien quiere bronca. Y está viendo muchas ganas de bronca en el mundo y piensa que los organizadores de las broncas tienen una responsabilidad enorme, más enorme cuanto más influencia tienen en la sociedad. Y, además, le parece que o son inconscientes o son muy malos. (Me hace mucha gracia oír hablar a un hombretón de metro noventa de los malos, como en las películas de buenos y malos que ponían en mi colegio, en las que los buenos eran muy guapos y los malos, muy feos, y en las que, como es natural, siempre ganaban los guapos-buenos).

Por esos caminos me acompaña mi amigo de San Quirico, con el que he vuelto a desayunar como en los viejos tiempos, Cardhu incluido

Yo ya sé que este no es un tema objetivo, porque puede haber gente que piense que son buenos los que yo digo que son malos y al revés.

Pero también sé que si la actuación de una persona produce odio, esa persona es peligrosa, sea del PP, del PSOE, de Falange Española Tradicionalista y de las JONS o de CiU, que en paz descanse. Si su objetivo incluye producir ese odio, ese tío es peligroso, malo y repugnante. Si sus 'cosas' pueden hacer que yo esté dispuesto a liarme a bofetadas con mi vecino el que pone una estelada o que mi vecino quiera hacer lo mismo conmigo por la bandera que piensa que me gustaría poner, me quedaré muy tranquilo si a ese personaje no le dejan entrar en Cataluña Sur, como parece que ahora se llama lo que antes era Barcelona,Tarragona, Lérida y Gerona.

Foto: El territorio que incluiría el término más extensivio de "Països Catalans". (Foto: Wikipedia)

En mis barruntos, estoy pensando en aprovechar el mes de agosto para dormir más, pasear más, ver unos cuantos museos, hablar con mi mujer, con mis hijos y con algunos nietos, y hacer todo eso sin mirar el reloj. Y con esta tranquilidad, intentar adelantar en la comprensión-disculpa-etc.

Necesito ayuda, porque sé que el tema me va a costar.

Lo complicado es que algunos de los que me tienen que ayudar son los productores de todo lo contrario de lo que quiero conseguir. Y el problema se complica más cuando esos 'productores' hablan así a personas sin ningún criterio, que se dejan llevar como camarón que se duerme, que se lo lleva la corriente (de opinión), según asegura 'el Roto', un humorista madrileño, que ha titulado precisamente así un libro suyo.

O sea, yo estoy dispuesto a luchar conmigo mismo para que me caigan bien una serie de personajes que me bombardean a diario con ideas, ocurrencias, propuestas, críticas 'al otro', ambiciones poco nobles disfrazadas de generosidad hacia la sociedad, pedagogía sobre temas de los que no saben nada, ignorando que para ser pedagogo hace falta saber de aquello, etc.

Lo complicado es que algunos de los que me tienen que ayudar son los productores de todo lo contrario de lo que quiero conseguir

Yo estoy dispuesto, pero 'ellos', o sea, los 'productores' a los que me he referido antes, me tienen que ayudar. Porque si ellos se callan, yo podré pasar tranquilo el mes de agosto, y escribiré unos 'confidenciales' pacíficos, hablando de las cosas tan bonitas que nos rodean. En septiembre igual me endureceré, pero igual 'ellos' se han acostumbrado a tragarse sus ganas de bronca y han dejado de insultar a todo hijo de vecino, incluido al hijo del rey Juan Carlos, al que le tienen enfilado desde que el 3 de octubre hizo lo que tenía que hacer y dijo lo que tenía que decir con la cara que tenía que poner, todo ello sin salirse de sus deberes constitucionales, por lo que me entusiasmó. En su caso, yo hubiera añadido un par de puñetazos sobre la mesa, pero quizá no hubiera sido tan constitucional como fue.

Estamos en un momento delicado. Nos dicen que, por fin, hay diálogo entre Cataluña y España, falsedad como la copa de un pino, porque Cataluña es un trozo de España y un trozo no puede hablar con el todo, porque será como hablarse a sí mismo delante de un espejo. Hay diálogo porque Quim ha ido a ver a Pedro, que ha estado muy amable con él y hasta le ha llevado a ver la fuente de los devaneos amorosos de Machado. Pero luego Carles, el jefe de Quim, ha dicho lo que ha dicho y lo que no ha dicho lo ha dicho Quim, lleno de amabilidades hacia el resto de España, tantas que Dirk, buen amigo mío, cónsul honorario de los Países Bajos, se ha levantado y se ha ido de la reunión, en un gesto elegante y de respeto tanto al país que representa como a España.

Foto: Carles Puigdemont. (EFE)

Y en estas me cogen mis buenos propósitos para este mes de agosto. Veo las conversaciones entre Pedro, después del golpe de mano que le ha llevado a la presidencia de la nación, y Quim, heredero del fugado Carles, fugado por haber querido dar un golpe de Estado. Y yo me pregunto, lleno de buena voluntad: ¿qué puede salir de las conversaciones entre un golpista y otro golpista? Y si además el del golpe de mano, para sobrevivir, necesita los votos de tropecientos partidos, mientras que el otro ya ha dicho que como tiene los hijos educados no tiene miedo a lo que le pueda pasar, pues estoy preocupado.

Pedro y Quim, portaos bien. Que hay millones de personas viéndoos y oyéndoos.

Pedro, yo le entregué a Mariano un país de 500.000 kilómetros cuadrados y 46,5 millones de habitantes. Tú te lo has quedado. Por lo menos, cuando te vayas, devuélveme lo mismo.

Quim, a ti no te di nada. Veo que te lo quieres quedar. Espero que fracases rotundamente. Y que no revuelvas, que, con tanto viaje a Berlín, le estás cogiendo gusto.

Y mi amigo de San Quirico y yo estamos con lo de comprensión-disculpa-convivencia...

Y solos no podemos.

Ayudadnos, por favor.

Estoy preparando papeles para escribir este próximo verano. Tengo barruntos del tema y no sé si es el mejor para estos momentos. Los barruntos van por un camino de estaciones sin orden ni concierto: comprensión-disculpa-convivencia con todos-perdonar-no sentirme enemigo de nadie, etc.

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