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Leopoldo Abadía

Desde San Quirico

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La atmósfera

Veo lo que pasa en España y cómo se atacan las instituciones del Estado y pienso que atribuir la simultaneidad a la casualidad me parece ingenuo

Foto: Quim Torra en una manifestación. (EFE)
Quim Torra en una manifestación. (EFE)

Hace tiempo que lo leí. Ahora lo he buscado y no lo he encontrado en casa. Pero lo he podido comprar. Es un libro de Kurt Erich Suckert, para los amigos Curzio Malaparte.

Hombre de confianza de Mussolini, hasta que publicó "Técnica del golpe de Estado", que no le gustó al Duce, a pesar de que estaba bien escrito. Y como don Benito no se andaba con chiquitas, lo mandó desterrado a Lipari, de cuya existencia yo no tenía ni idea.

Ahora, culturizado por Wikipedia, sé que Lipari es una de las siete Eolias, archipiélago volcánico de Italia situado en el mar Tirreno al norte de Sicilia. Tiene 10.000 habitantes, de los que 4.400 residen en su capital. O sea, que es mayor que San Quirico y que Ítaca, pero no sé si es el lugar idóneo para mucha juerga.

En un golpe de Estado hay una técnica. Las cosas no pasan porque sí, sino porque alguien ha hecho una lista de lo que hay que hacer y lo hace


Pues allí le mandó el Duce a Erich por haber escrito ese libro, que ha llegado esta mañana a casa y todavía no he releído. A pesar de eso, como creo que en España estamos en plena atmósfera de golpe de Estado, he apuntado un par de cosas que me han llamado la atención.

Foto: Pedro Sánchez, con su vicepresidenta, Carmen Calvo, y el ministro de Exteriores, Josep Borrell, este 24 de octubre. (EFE)

  1. En un golpe de Estado, como en todo en la vida, hay una técnica. Las cosas no pasan porque sí, sino porque alguien ha hecho una lista de lo que hay que hacer y lo hace.
  2. La neutralización de las estructuras de Estado es básica.

Hago un punto y aparte y pienso en acontecimientos recientes en España:

  1. Varias reprobaciones del Rey, que, como a veces soy un poco mal pensado, pienso que han sido reprobaciones de la Monarquía. (Según el DRAE, "reprobar" significa "no aprobar, dar por malo").
  2. Proclamación de la República de Cataluña, aunque momentáneamente, y creación de diversos órganos, que me parece que están vacíos de contenido y que sirven para dar de comer a los que ocupan los cargos de dirección -o así- de esos órganos.
  3. Actuación errática del Tribunal Supremo ("el tribunal más alto de la justicia ordinariamente").
  4. Importante presión sobre los tribunales, exigiéndoles sentencias absolutorias para personas que están en la cárcel.
  5. El Gobierno, necesitado de los votos de todo hijo de vecino, sea quien sea el vecino, dice que la rebelión no fue rebelión. Y, como autoridad jurídica en la que se basa esta afirmación, citan a Federico Trillo, a quien ponen verde con ocasión y sin ella, excepto ahora.

En su libro, Curzio cita a Lenin, preocupado por no tener mayoría en el Congreso de los Sóviets, y a Trotski, "no es necesario que tengamos mayoría", y uno, no sé por qué, se acuerda de cuando Torra habla en nombre de los catalanes y dice una posverdad.

Malaparte habla también de Kerenski, que no pudo evitar la revolución de Octubre en la que los bolcheviques tomaron el poder: "el error de Kerenski es el de todos los gobiernos, que consideran el problema de la defensa del Estado como un problema de policía".

Foto: Consuelo Castro, abogada general del Estado, con la ministra de Justicia, Dolores Delgado. EFE


Releo la entrevista de Lenin ("sin el apoyo de la huelga general, la táctica de usted no puede más que fracasar") con Trotski ("tengo el desorden de mi parte. Es mejor que una huelga general".) Y no me gusta, porque veo políticos a los que les gusta mucho el desorden.

Y tampoco me gusta la teoría de la revolución permanente.

Y menos aún el peligro de que haya un muerto en alguna manifestación, aunque sea de una persona que pasaba por allí porque vivía allí, y le dio un infarto.

Porque en la técnica del golpe de Estado un muerto va muy bien.

P.S.

  1. Nunca me he creído las teorías "conspiracionistas", que defienden que todo está organizado por el club Bilderberg o por la masonería o por el gran capital.
  2. Pero veo lo que pasa en España y cómo se atacan las instituciones del Estado y pienso que atribuir la simultaneidad a la casualidad me parece ingenuo.
  3. Por eso me he vuelto un poco conspiranoico.
  4. Y no soy el único.

Hace tiempo que lo leí. Ahora lo he buscado y no lo he encontrado en casa. Pero lo he podido comprar. Es un libro de Kurt Erich Suckert, para los amigos Curzio Malaparte.

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