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Catexit (XLIV): tenemos que hablar
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Leopoldo Abadía

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Catexit (XLIV): tenemos que hablar

Si 'tenemos que hablar' quiere decir que me vas a oír lo que te diga/exija, porque represento el espíritu del 1-O y, además, hablo en nombre de los catalanes, no vamos a llegar a ningún acuerdo

Foto: El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez (i), saluda al diputado electo en prisión preventiva de ERC Oriol Junqueras. (EFE)
El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez (i), saluda al diputado electo en prisión preventiva de ERC Oriol Junqueras. (EFE)

"Nos llamamos, quedamos y hablamos". Esa es la fórmula que utiliza la gente cuando quiere quedar o cuando no quiere quedar. Es una fórmula flexible.

Oriol Junqueras, quizás apremiado por las circunstancias, porque estar en el Congreso para recoger el acta de diputado y luego volver a la cárcel es toda una circunstancia, Oriol Junqueras, decía, ha cambiado la fórmula al pasar al lado de Pedro: "Tenemos que hablar".

No ha sido la primera vez que cambia la fórmula en la misma mañana. Cuando le han preguntado si juraba o prometía acatar la Constitución, ha contestado "sí, prometo", después de informar que lo hacía "desde el compromiso republicano, como preso político y por imperativo legal". O sea, que ha dicho que NO.

Lo malo de estas cosas es que crean escuela. Por la gatera se han colado todos los señores que están en la cárcel y otros que no lo están.

Foto: Oriol Junqueras, en el Congreso. (EFE)

Después de escuchar a todos los que han dicho NO, la presidenta recién estrenada ha regañado a un diputado que se quejaba de estas florituras y le ha dicho, muy seria, que "no vamos a interrumpir el proceso de acatamiento de la Constitución". Proceso que, al oír a estos señores, se había interrumpido ya, porque a los que van a ser diputados se les pide que contesten SÍ o NO. Luego, se les permite que, según sus convicciones, juren o prometan. Pero el SÍ o el NO es muy simple y no admite adornos.

Imaginaos en una boda, si uno de los contrayentes dijera que sí, "desde el compromiso del gremio de divorciados, y porque me obligan". Pues no hay boda, señores, y se han quedado ustedes sin banquete y sin poder recibir a los novios girando la servilleta por encima de sus cabezas. Todos a casa. Devolveremos los regalos.

Y si el presidente del Gobierno, en el acto de investidura, jura o promete cumplir fielmente sus obligaciones siendo desleal al Rey, sin guardar y hacer guardar la Constitución y no mantener el secreto de las deliberaciones, sino llamar a los periodistas y contarles todo, pues se acabó la investidura. Y si alguien, en ese acto, carraspea y dice que eso no está bien, nadie le puede decir que no interrumpa, por favor.

No he sido nunca presidente del Congreso, pero suponiendo que me nombraran y que no me supiera el reglamento, intentaría utilizar el sentido común

Meritxell, que tiene un nombre muy bonito, el de la Virgen patrona de Andorra, se ha estrenado con este voto, y le ha cogido sin ninguna experiencia.

No he sido nunca presidente del Congreso, pero suponiendo que me nombraran y que no me supiera bien el reglamento, intentaría utilizar el sentido común. Y con el sentido común se resuelven muchas cosas.

Porque admitir que estos señores que han dado un golpe de Estado, porque eso es lo que han hecho, aunque digan que no ha habido violencia, que sí que la ha habido, porque la violencia no es solo ir a bofetadas por la vida, sino también "poner a alguien en una situación violenta o hacer que se moleste o enoje", que estos señores, decía, vayan al Congreso de España y digan que SÍ, después de decir no sé cuántas cosas que quieren decir que no, y que Meritxell no se entere, es para correrles a todos a gorrazos, empezando por Meritxell, y perdone, señora, pero como ahora los hombres y las mujeres somos absolutamente iguales, pues le va a tocar su correspondiente ración de gorrazos.

Ánimo, Pedro, que tienes que hablar. Pero 'tener que hablar' no quiere decir que te tragues todas las falsedades que te intenten colar estos chicos

Después de un párrafo como el anterior, que puede dejar sin respiración a la persona que lo lea ingenuamente, solo me queda decir que no sé qué quiere decir 'tenemos que hablar'.

Porque si quiere decir 'tenemos que hablar', me parece muy bien. Porque esa es una tarea de Pedro: hablar. Con todos, uno por uno. Con los que le caigan bien y con los que no le haga ninguna ilusión hablar.

Pero si 'tenemos que hablar' quiere decir que me vas a oír lo que yo te diga/exija, porque yo represento el espíritu del 1-O (que no sé quién se lo ha inventado) y, además, hablo en nombre de los catalanes (lo cual es falso) y en nombre de los personajes catalanes (Cristóbal Colón, Santa Teresa de Jesús, Miguel de Cervantes...) que nos hemos inventado y que también son falsos y del heroico Rafael de Casanova, más falso que Judas, no vamos a llegar a ningún acuerdo.

Ánimo, Pedro, que tienes que hablar. Pero 'tener que hablar' no quiere decir que te tragues todas las falsedades que te intenten colar estos chicos.

Aunque se las crean ellos.

"Nos llamamos, quedamos y hablamos". Esa es la fórmula que utiliza la gente cuando quiere quedar o cuando no quiere quedar. Es una fórmula flexible.

Oriol Junqueras Pedro Sánchez