Día 17. La fábula del cocodrilo: ¿está China engañándonos como a chinos?

Hola amigos. Yo soy el doctor Néstor Palermo, y usted no lo es.

¿Tiene usted cambios bruscos de humor sin motivo aparente sobre el rol de China en el mundo? ¿Siente que sus sentimientos hacia China son una montaña rusa de emociones? ¿Un día se come a China y al día siguiente China se le come a usted? En la consulta del doctor Palermo, aprenderá qué son los cambios de humor hacia China, y las herramientas más eficaces para combatirlos. Doctor Néstor Palermo, el terapeuta lacaniano (y experto en geopolítica) más famoso de Argentina. Dentro paciente:

—Doctor, mis sentimientos hacia China son confusos. Amor de día, odio de noche.
—Sufre usted complejo de Edipo chino.
—¿Cómo?
—China es su padre y es su madre. Tiene usted el deseo inconsciente de mantener relaciones incestuosas con China, como Estado fuerte que le da azotes de placer en el culete, y al mismo tiempo, quiere cometer parricidio.
—Ah, vale. Pues ya estaría.

Bienvenidos a los diarios de la pandemia.

Los autos locos

Evolución de nuestra visión sobre China las últimas semanas:

China oculta el coronavirus a sus ciudadanos. La gestión de China para atajar el virus es un desastre. China construye un hospital en 10 días. La gestión de China para atajar el virus es modélica; la de España, un desastre. ¡Otro gallo nos cantaría si aplicáramos el método chino, la eficacia de sus autoridades, la disciplina de sus habitantes! China manda ayuda sanitaria a España. ¡Viva China! Sanidad ha comprado un lote de test truchos a China. Díaz Ayuso fletó aviones con material chino y se han volatilizado. China es el país de los comisionistas miserables. España ha superado en número de muertos a China. ¡Somos la vergüenza del mundo! ¿Ha muerto mucha más gente en China de lo que dice la propaganda oficial? ¡Malditos chinos!

Y así todo el santo día.

¿Qué China es usted hoy? ¿Disneylandia o Siberia? ¿La urbanización de Sotogrande o Desembarco del Rey? Hemos pegado tantos volantazos con esto que parecemos un conductor chiflado de 'Fast and Furious'. Nos echaron de 'Los autos locos' por dar demasiados volantazos.

Opinión

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"¿Por qué no hemos hecho el confinamiento como los chinos?", brama el pueblo español. Claaaaaaaaaaro. El día que la policía le apalee por asomar el hocico por el balcón, hablamos. "En Wuhan no dejaban a la gente salir de casa, la policía les daba palos por la calle y ponía cadenas en los portales", ha explicado el epidemiólogo Miguel Hernán.

Pero entonces: ¿el síndrome de China tiene cura? Para tratar de sanarles, recurriremos a chistes clásicos sobre psicoanálisis reinterpretados por Zizek en este libro:

1) "Un tipo cree ser un grano de maíz y, por tanto, le llevan al loquero. Tras una sesión, los médicos le convencen de que no es un grano de maíz, sino un hombre, le dan el alta, pero el fulano regresa aterrorizado a los tres minutos: se ha encontrado una gallina en la puerta del psiquiátrico y tiene miedo de ser engullido. Su médico le tranquiliza: 'No se preocupe, amigo, usted no es un grano de maíz, sino un hombre'. 'Ya lo sé', responde el paciente, “pero ¿lo sabe la gallina?”.

Análisis de Zizek del chiste 1: "Ese es el auténtico meollo del tratamiento psicoanalítico: no basta con convencer al paciente de la verdad inconsciente de sus síntomas; también hay que conseguir que el propio inconsciente asuma esa verdad. Mi análisis coronavírico: China es el grano de maíz y la gallina al mismo tiempo.

¿Qué China es usted hoy? ¿Disneylandia o Siberia? ¿La urbanización de Sotogrande o Desembarco del Rey? Hemos pegado tantos volantazos que parecemos un conductor chiflado de 'Fast and Furious'

2) “El efecto de lo real aparece en el chiste en el que un paciente se queja a su psicoanalista de que hay un enorme cocodrilo bajo su cama. El psicoanalista le explica que se trata de una alucinación paranoica, y con el tiempo lo acaba curando, con lo que el paciente deja de ver al cocodrilo. Unos meses después, el psicoanalista se encuentra por la calle con un amigo del paciente que veía el cocodrilo y le pregunta si sabe cómo le va, a lo que el amigo contesta: ‘¿A cuál se refiere? ¿Al que murió porque se lo comió un cocodrilo que estaba escondido debajo de su cama?”.

Mi análisis coronavírico: el cocodrilo es China, salvo que la mitad de los días no es un cocodrilo sino un lindo gatito.

3) “Todos conocemos el viejo chiste acerca de un tipo que ha perdido la llave y la busca debajo de una farola; cuando le preguntan dónde la ha perdido, admite que ha sido en un rincón sin luz. ¿Por qué la busca debajo de la farola, entonces? Porque la visibilidad es mucho mejor".

Análisis de Zizek del chiste 3: "En el populismo siempre hay algo parecido a ese truco. Busca las causas de los problemas en los judíos, pues estos son más visibles que los procesos sociales complejos”. Mi análisis coronavírico: ¿comisionistas desalmados chinos han vendido material de chufla a precio de oro a nuestros gobiernos? No haber dejado todo para última hora, amigos.

4) “En un chiste ruso maravillosamente estúpido (¡y apolítico!) de la época de la Unión Soviética, encontramos dos desconocidos sentados en el mismo vagón de tren. Tras un prolongado silencio, de repente uno se dirige al otro: ‘¿Alguna vez le ha hecho el amor a un perro?’. Sorprendido, el otro contesta: ‘No, ¿y usted?’. ‘Por supuesto que no. Es algo asqueroso. Solo pretendía entablar conversación”.

Mi análisis coronavírico: vale, un día decimos que queremos nacionalizarnos chinos, y al siguiente, que habría que destruir ese corrupto país, pero no pasa nada: SOLO QUEREMOS ENTABLAR CONVERSACIÓN en estos tiempos de cuarentena demencial. Todos somos humanos. Y ese cocodrilo que viene hacia usted está solo en su imaginación. Glups.

Muchas gracias, doctor Palermo. ¡Estamos curados! O algo.