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Día 29. La última pifia del Gobierno con el coronavirus resulta difícil de creer
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Carlos Prieto

Diario de la pandemia

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Día 29. La última pifia del Gobierno con el coronavirus resulta difícil de creer

La gestión de la pandemia ha alcanzado tales niveles de absurdo que la gente está dispuesta a creerse cualquier cosa. Y cuando digo cualquier cosa... quiero decir cualquier cosa

Foto: Algunos de los recursos que el personal sanitario de Madrid ha usado para protegerse. (EC)
Algunos de los recursos que el personal sanitario de Madrid ha usado para protegerse. (EC)

Hola amigos. Yo soy Carlinhos Brown, y usted no lo es.

Este artículo es el equivalente a que te soplen una vuvuzela en el oído durante diez minutos. Ustedes verán si es lo que necesitan para sobrellevar su cuarentena. Luego no digan que no les avisé. ¡Tu-tuuuuuuuuu! ¡Tu-tuuuuuuuu!

Bienvenidos a los diarios de la pandemia.

En coma

Pongamos que usted pisó una cáscara de plátano el 10 de febrero y se acaba de despertar tras dos meses en coma. Como sigue usted convaleciente, es mejor explicarle de manera suave lo del coronavirus, no vaya a ser que le de un telele. Allá vamos:

—Oye... Ha habido algunos cambios en el país desde que te echaste a dormir.

—¿Ha construido ya Villacís la noria más grande de Europa en Madrid?

—Esto... todavía no.

—¿Por?

Hemos convertido una emergencia sanitaria en el carnaval de Cádiz, de ahí que suene verosímil que el Gobierno compre a China narices de chufla por error

Vale... explicar a alguien de golpe que toda la población mundial está confinada por un virus letal, no es fácil, quizá lo mejor sea recurrir a una metáfora simpática. Bautizar la pandemia con un nombre que no resulte amenazante. Por ejemplo: CACA. Caca, sí, pero no solo como sinónimo de situación de mierda, que también, sino como siglas de Caos, Absurdo, Chifladura y Anarquía (CACA). He aquí las cuatro patas del psicodrama coronavírico: caos en las instituciones, multiplicación de situaciones absurdas, chifladura ciudadana por el confinamiento y anarquía en todos los hogares de España. CACA, una gran y hermosa CACA. Lo siguiente sería buscar una noticia ligera que sintetice la CACA.

La noticia la publicó la web satírica 'El Mundo Today'. Titular: "El Gobierno compra 50 millones de narices con gafas por error". Foto: Pedro Sánchez y el ministro de Sanidad con gafas y nariz de chufla. Arranque: "La gestión del Gobierno a la hora de adquirir material sanitario con el que luchar contra el coronavirus sigue dando de qué hablar. Si la semana pasada fueron los test defectuosos que vinieron de China, esta semana se han comprado 50 millones de gafas con narizotas, bigote y cejas también por error. La intención del Ejecutivo era adquirir 50 millones de mascarillas, pero las narices con gafas estaban justo debajo en la página web de venta y, al parecer, pulsaron en su pestaña sin darse cuenta. 'No es el producto que buscábamos', se ha sincerado Pedro Sánchez en su rueda de prensa diaria. 'Pero hay que reconocer que son de una calidad muy alta y hacen mucha gracia cuando alguien se las pone', ha añadido cerrando filas en torno a su equipo de trabajo".

Si esto les parece hilarante, esperen a leer algunos comentarios suscitados por la noticia en Twitter: 1) "Esto es lo más ridículo que he visto en mi vida, y encima se ponen las gafas para la foto como si fuera algo gracioso con la que está cayendo, es para que dimita desde el primero al último. Gobierno de chapuzas e irresponsables". 2) "En serio no pueden ser más inútiles. Que alguien les obligue a dimitir pero ¡YA! Con todo lo que están pasando en el país y ellos haciendo el ganso poniéndose las gafas como si fuese algo divertido".

¡HAN COMPRADO GAFAS DE CHIRIGOTA A CHINA! ¡VERGÜENZA DE GOBIERNO! Vale, la gente se ha creído una noticia de coña, pero es que ahora mismo no es fácil distinguir las noticias reales de las de broma, sobre todo desde que 'Ok Diario' pide la dimisión de Sánchez porque a Inda no le gustan sus corbatas.

Lo que quiero decir es que el día a día del coronavirus es tan absurdo que es difícil saber dónde empieza lo serio y dónde acaba la guasa. Hay tal neblina en la frontera entre Seriolandia y Chuflachistán que la única manera de atravesarla es con gafas de chufla.

Más ejemplos de cómo Seriolandia está invadiendo Chuflachistán: Una señora paseaba a su perro por el campo, en Llanes, Asturias, en mitad de la nada, cuando le cortó el paso un helicóptero de la Guardia Civil. Titular de 'La Nueva España': 'La Guardia Civil se descuelga en un helicóptero para identificar a una vecina de Llanes que paseaba a su perro'. Todos somos Sito Miñanco ahora mismo. El otro día fui a echar la basura y se me echaron encima 20 GEOS y un helicóptero con el juez Garzón. Ahora mismo estoy siendo interrogado en un búnker en Langley. Me piden siete años en Guantánamo por sacar dos veces la basura el mismo día.

Volvamos a las reacciones a la noticia de 'El Mundo Today'. De acuerdo, hay mucho despistado por la vida, pero haríamos mal en tomárnoslo solo a broma: la peña está tan achicharrada con el Gobierno que le cree capaz de las maniobras más grotescas. Gafas de chufla, narices de coña... Pedro Sánchez comprando medio millón de pelucas a los chinos. (Por cierto: las autonomías tienen transferidas las competencias sanitarias; tremendo cómo se están escaqueando de responsabilidades detrás del pararrayos del Gobierno).

Foto: Fábrica de coches en Wuhan. (EFE) Opinión

Azuzada por la chifladura del confinamiento, la quemazón ciudadana con el Gobierno es un desbarre, sí, pero basado en hechos reales.

Por un lado, estamos en pleno delirio de echarle la culpa DE TODO al Gobierno. ¿Quién mató a Manolete, provocó la Guerra de los Cien Años y ajustició al Archiduque Francisco Fernando de Austria? Pedro Sánchez. ¡Pero si ni siquiera estaba vivo? Fue Pedro Sánchez. Tenemos fotos. Punto. Por el otro, el malestar ciudadano tiene una base real, la chapuza coranavírica es real.

Para rematar: pasan tantas cosas absurdas que nuestra capacidad de distinguir entre normal y disparatado está bajo mínimos. Ejemplo canónico:

Nuestros médicos han tenido que protegerse del virus con "chubasqueros, gafas de buceo y gorros de ducha" por falta de material sanitario. No es un chiste: está pasando. Hemos convertido una emergencia sanitaria en el carnaval de Cádiz, de ahí que suene verosímil que el Gobierno compre a China narices de chufla por error. Cuando vas al hospital y te recibe un médico con gafas de bucear del Decathlon, cualquier cosa es posible.

Doctor Samba

El otro día fui a Urgencias, me pasaron a consulta y me saludó (muy serio) un médico con un espectacular tocado de plumas en la cabeza. Al principio, me chocó, pero luego pensé: 'Debe ser parte de las recomendaciones de la OMS para no contagiarnos. En cuanto salga de aquí, me compro un tocado'. Me quedé más relajado. Volví a pensar: 'Es muy tranquilizador que te atienda un médico con plumas en la cabeza'. Cada vez me sentía mejor. El médico se presentó:

—Soy el Doctor Carlinhos Brown, director del Hospital de Ritmos Infecciosos de Río de Janeiro. Agarre este tambor gigante y tóquelo.

—¿Está seguro de que así curaré el coronavirus?

—¡Hágalo!

—Vaaaale. POM. POM.

—Y ahora: póngame las manos en la cintura.

—¿Cómo?

—Hablo en nombre de la OMS, Organización Mundial de la Samba da Rua.

—Ah, vale, en ese caso...

Salí de allí haciendo un trenecito con el Doctor Brown. Ahora mismo encabezamos una conga de 5.000 personas en el hospital de campaña de IFEMA. Nunca me encontré mejor. Este virus lo frenamos entre todos. ¡Weeeeah!

PD: Tienen que leer esta entrevista al científico italiano Sergio Romagnani. Sobre cómo el Véneto frenó el coronavirus haciendo caso omiso a la OMS. "Ha sido desastroso, totalmente desastroso. Hasta hace 10 días, aquí seguían diciendo por televisión en mensajes oficiales que las mascarillas no servían para nada, que los test a los asintomáticos no servían para nada. Al final, Véneto está controlando el coronavirus por no seguir a la OMS. Ahora están cambiando el discurso... Pero llega tarde".

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