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Día 30. El coronavirus logra lo imposible: los deberes bilingües son aún más ridículos
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Carlos Prieto

Diario de la pandemia

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Día 30. El coronavirus logra lo imposible: los deberes bilingües son aún más ridículos

¡Otra vez a hacer deberes! Cómo el confinamiento está generando espeluznantes 'flashbacks' en toda una generación de padres y madres

Foto: Carrera de chapas en Almería. (EFE)
Carrera de chapas en Almería. (EFE)

Hola, amigos. Yo soy el TRAUMA ESCOLAR, y usted no lo es.

Mi hijo puso el otro día la mayor cara de hastío vista nunca; tenía que hacer deberes de matemáticas. Me puse con él. Empecé a sentir un extraño fuego interior. Mi hijo me preguntó inquieto: "Papá... ¿Qué te pasa en los ojos?" Fui al espejo. Tenía la mirada de las mil yardas. Una mirada muerta, más vacía que el discurso del Rey sobre el coronavirus, perdida en algún punto entre Hanói y la nada. No, no estaba oyendo aspas de helicóptero, al menos no todavía, ni rememorando mi confinamiento en Vietnam, sino algo peor. ALGO MUCHÍSIMO PEOR. Un recuerdo atroz capaz de volver loco a un ser humano: me vi a mí mismo haciendo los deberes hace 30 años. Un sopor espantoso se me pegó a los huesos. Un 'flashback' más letal que un rayo. EL HORROR. EL HORROR. Procedo a desmayarme...

Bienvenidos a los diarios de la pandemia.

Foto: Niños jugando al fútbol dentro de un edificio en Barcelona (EFE)


El gran sopor

Ahora que las casas son los nuevos coles, que casi todo son deberes y que nuestras labores de apoyo escolar se han multiplicado, cabría hacer una reflexión pedagógica desde la serenidad: MENUDO COÑAZO, PEÑA, MENUDO COÑAZO. Memorizaciones a palo seco, problemas matemáticos que harían frustrarse a Einstein, enunciados que parecen escritos en cantonés...

Por algún motivo incomprensible, puedo escribir este artículo, pero soy incapaz de entender bien los deberes de un niño de nueve años. Todo está preparado para que pierdas los papeles: el ejercicio no se entiende, necesitas material que no tienes: papel cebolla, un compás (ahora mismo es más fácil encontrar heroína en la calle) y todos los rotuladores de la casa están secos. El niño se frustra, tú te cabreas y la pequeña no para de soplar la flauta porque no le haces caso. Acabas sollozando en el suelo, eso si tienes suerte, porque igual no te lo puedes permitir, enfrascado en una discusión interminable sobre cómo hacer los deberes:

—Esto se hace así.

—Me ha dicho la profe que lo haga asá.

—Así.

—Asá.

—Así.

—Asá.

—Así.

—Asá.

Ahora dejen de leer, vayan a cenar, y retomen el artículo dentro de dos horas, que no se habrán perdido nada:

—Así.

—Asá.

—Así.

—Asá.

(Adulto dando un estremecedor alarido): ¡¡¡ASÍ COPÓN!!!!

El choque suele durar entre 10 minutos y seis horas, aunque una familia de Wichita lleva manteniendo esta conversación ininterrumpidamente desde 1985, sin que se vislumbre un acuerdo, y eso que Kofi Annan pasó por allí en 1999. "No vuelvo a meterme en un fregado escolar ni loco. Antes me voy a mediar a Irak", confesó un desesperado Annan.

Foto: Algunos de los recursos que el personal sanitario de Madrid ha usado para protegerse. (EC) Opinión


Por cierto: los libros, los deberes y la metodología son sospechosamente parecidos (en su rigidez) a los de los ochenta. Tras tropecientas reformas educativas...

Pero si los deberes son parecidos, ¿por qué no sé hacerlos bien? Una de tres: o soy completamente idiota (no es descartable), o tengo el cerebro frito (muy probablemente) o no lo aprendí bien en su día... y no lo eché de menos. Un poco de las tres, pero oigan, hay vida educativa más allá de memorizar como loros asignaturas en lonchas gruesas. Dicen por ahí que hay maneras de aprender que no son un AUTÉNTICO COÑAZO.

De verdad: heroicos los profesores que logran hacer cosas interesantes con este material, 30 alumnos por clase y rodeados de precariedad. Heroicos.

Pues bien: todo esto no es nada. Piensen en el confinamiento en pisos interiores de 40 metros. Piensen en madres que curran mucho, no tienen tiempo de ayudar con los deberes y se manejan regular en español. Piensen en el galimatías de la educación bilingüe, del que nadie entiende una sola palabra. Piensen en eso cada vez que alguien diga que las familias están de vacaciones.

Si pudiéramos adaptar los deberes a la realidad política, quizá me resultarían más fáciles de entender. Veamos. 1) Si un tren sale de Pitis a las 17:40 a 180 kilómetros por hora, y otro a la misma hora de Burgos a 110 por hora, ¿cuántas hostias le mete 'El Mundo' al Gobierno en cada página? (Están pensando en cambiar a formato sábana para que quepan más). 2) Si a las 10:20 digo que el coronavirus es una simple gripe, a las 12:40 que no hay motivos para ponerse histéricos, a las 15:30 que vamos a morir todos y a las 19:20 que habría que fusilar al Gobierno por imprevisor, ¿en qué tipo de clínica mental deberían tratarme? 3) Si una vagoneta sale de China a las 17:23 con mascarillas de chufla para España, ¿quedaría Sánchez tan achicharrado que podría fundirse hierro en su cabeza?

Así mucho mejor.

Amnistía o alquitrán

Mientras en Italia se ha decretado una amnistía escolar (aprobado general si no vuelven las clases), en España hay obstinación con seguir con las evaluaciones como si fuera un curso normal. Porque ya sabemos que esto del coronavirus es como la Navidad: pasa todos los años. Hay un concurso de consejeros de educación a ver quién dice la cuñadez más grande sobre la cultura del esfuerzo. El Consejo Escolar del Estado ha advertido contra la "relajación" del alumnado, como si en vez de un confinamiento por pandemia, estuviéramos en Disneylandia con todos los gastos pagados.

Lo siguiente será incluir una escena extra en 'Mad Max'. Un consejero autonómico de educación —Matías Plómez— dirigiéndose a la multitud con un megáfono: NO OS CREÁIS QUE POR VIVIR EN UN MUNDO POSAPOCALÍPTICO NO OS VAMOS A FREÍR A EXÁMENES EN CUANTO ACABE ESTO.

Mad Max: Mire usted, don Matías, mi hijo no ha podido hacer hoy los deberes porque hemos sido atacados por una turba de motoristas psicópatas.

Matías Plómez: He escuchado excusas mejores. ¿Pero cómo voy a dejar que su hijo no haga los deberes? ¿Estamos todos locos? Sería injusto con el resto del alumnado. Está usted menospreciando la cultura del esfuerzo.

Mad Max: ¡Bidón con alquitrán y plumas para este tolai!

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Hola, amigos. Yo soy el TRAUMA ESCOLAR, y usted no lo es.