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Día 37. Una modesta proposición para acabar con el bajón del coronavirus
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Carlos Prieto

Diario de la pandemia

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Día 37. Una modesta proposición para acabar con el bajón del coronavirus

Ya es oficial: nos hemos vuelto todos locos. Hemos chiflado. Ya está. Lo raro es que no pasara antes. Lo bueno es que hay una solución psicodélica a todos nuestros problemas

Foto: Baile policial en Colombia. (EFE)
Baile policial en Colombia. (EFE)

Hola. Soy Simone Biles, icono de la gimnasia, y usted no lo es, pero puede intentarlo en casa. He venido a puntuar las piruetas de este artículo. Bienvenidos a los diarios de la pandemia. Agárrense, que vienen curvas.

Tenía que pasar. Hemos chiflado. Llegó la gran 'bajona'. Bastante hemos tardado.

Estábamos metidos en la tormenta perfecta: la tele nos bombardeó primero con muertos al kilo, y aplanada la curva del coronavirus, nos bombardea ahora con la depresión que viene. La corriente política emergente ahora mismo en España es el cuanto peor, mejor. ¿Ratitas de cloaca, hay que decirlo más?

Foto: Sánchez y Boris, en una reunión de la OTAN. (Reuters) Opinión


Nosotros también hemos puesto nuestro granito de arena hacia la locura: comenzamos el confinamiento tan fuerte que solo podíamos acabar en la depre.

Hemos dado tutorías de zumba, pilates, lucha grecorromana y caza de grillos. Antes de las once de la mañana. Para ir calentando.

Hemos apuntado a los niños a esperanto avanzado y a cinco ingenierías. Cultura del esfuerzo 24/7. Solo pasarán de curso los niños que durante el encierro hayan aprendido a hablar suajili y a construir centrales nucleares. Es lo mínimo. Lo otro sería un insulto al alumnado. ¿Saben como se dice consejero autonómico de educación andaluz en suajili? Tontolaba.

Hemos montado videoconferencias con más gente que Cortylandia en Navidad, y al acabar hemos cantado todos juntos 'We are the world, we are the children'.

Hemos visto todas las películas de Harry Potter. Seis veces. La última vez, dobladas al rumano (para no caer en rutinas; se ven con otros ojos). La próxima vez que alguien diga en alto NIÑO MAGO... prendo fuego a todo.

Hemos puesto nuestro granito de arena hacia la locura: comenzamos el confinamiento tan fuerte que solo podíamos acabar en la depre

Hemos hecho gimnasia. Mucha gimnasia. El pino puente. Contorsiones. Cabriolas. Piruetas que dejarían estupefacta a Simone Biles. El otro día intenté un triple mortal… y me caí por el hueco de la escalera. Tremendo porrazo. La Federación Internacional de Gimnasia ha bautizado mi salto como Triple Mortal de Tolai con Piernas Agrupadas.

Nos hemos dejado las uñas más largas que Rosalía y los pelos más largos que un perro de lanas. Solo nos quitamos el chándal para… nunca nos quitamos el chándal. Las pastillas de jabón son las nuevas cintas VHS. Si no tienes una gorra con hélice y un sombrero de papel de aluminio, no eres nadie en las pasarelas de Nueva York. Descuidar la higiene y chiflar 'is the new cool'. Fuera de esta cueva hay mamuts y alguien tendrá que cazarlos.

Hemos montado festivales en los balcones con trapecistas, enanas de circo, tragasables, faquires, tragafuegos, domadores de elefantes y focas payaso. No, no es que hayamos contratado ilegalmente al Circo del Sol, es que yo/usted somos el Circo del Sol. Nos hemos 'circosolelizado'. Nadie puede aguantar este frenesí sin acabar completamente ido.

Si no tienes una gorra con hélice, no eres nadie en las pasarelas de Nueva York

Hemos teletrabajado con las neuronas sometidas a una gran presión. Hemos teletrabajado mientras los chiquillos prendían fuego al salón. Hemos teletrabajado mientras los chiquillos soplaban las trompetas de Jericó. Hemos teletrabajado... Hemos tele… Hemos… He... Este artículo se autodestruirá dentro de cinco segundos... Cu, cu.

Hemos aprendido el lenguaje de los pájaros. Los pájaros han aprendido nuestro lenguaje. Pajarito, saluda a estos señores: "Pio, pio. El autor de este artículo está más 'pallá' que 'pacá'. Pío, pío". Vuelve a la jaula pajarito…

Tenemos la solución

Pues bien: no se preocupen. TODO VA A IR BIEN. TODO VA A IR FENOMENAL. Tengo la solución a TODOS sus problemas. Una fundación ha propuesto al gobierno australiano tratar los bajones del coronavirus con una terapia experimental de MDMA y esencia de setas mágicas. Muy en serio. A tope.

¿Le da a usted miedo apuntarse a la terapia y empezar a ver enanitos por la casa? No se preocupe: YA LOS VE.

En efecto, están pasando cosas muy raras estos días. Cosas que ninguna droga ácida podría superar y ningún mal viaje podría imaginar. He visto cosas que no creerías. He visto al ministro de Sanidad de Chile diciendo que los muertos de coronavirus contabilizan como pacientes recuperados. He visto miles de test chinos tirados a la basura. He visto helicópteros de la policía persiguiendo a hombres en playas solitarias. He visto a Vox instrumentalizando los muertos con fotomontajes. He visto encuestas del CIS ardiendo más allá de Orión. He visto a Juan Cruz perdiendo los papeles en Twitter cerca de la Puerta de Tannhäuser. Todos esos momentos quedaran clavados en mi memoria, como lágrimas de mono tití. Hora de dormir.

Háganse un favor: apúntense a la terapia psicodélica del buen rollo. Tienen ustedes poco que perder y un mundo mágico que ganar. Renta básica alucinógena ya. O esto no va a haber mono tití que lo aguante.

Hola. Soy Simone Biles, icono de la gimnasia, y usted no lo es, pero puede intentarlo en casa. He venido a puntuar las piruetas de este artículo. Bienvenidos a los diarios de la pandemia. Agárrense, que vienen curvas.