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Día 56. Todos los paletos fuera de Madrid: el lado oscuro de la nueva normalidad
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Carlos Prieto

Diario de la pandemia

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Día 56. Todos los paletos fuera de Madrid: el lado oscuro de la nueva normalidad

¿Qué pasará cuando acabe la desescalada? Bienvenidos a Nueva Normalilandia

Foto: Músico pamplonés, en su balcón. (EFE)
Músico pamplonés, en su balcón. (EFE)

Yo soy la nueva normalidad, y usted no lo es. Lo dice Pedro Sánchez: las fases de la desescalada nos llevarán a "la nueva normalidad". Vale. ¿Y eso qué es exactamente? ¿Qué nos encontraremos cuando lleguemos a Nueva Normalilandia? Cositas raras. Muy raras.

Bienvenidos a los diarios de la pandemia.

Así será la nueva normalidad

La nueva normalidad es tener que estudiar una ingeniería para entender las fases de la desescalada.

La nueva normalidad es que hay más 'runners' que españoles en España.

Foto: Niños paseando en Madrid. (EFE) Opinión

La nueva normalidad es criar a los niños en casa. La nueva normalidad es que los niños reciban clases de latín, violín y monta de poni de un tutor francés llamado Jean-Marie Roland de la Platière. La nueva normalidad es que los padres que no puedan permitirse un tutor francés... cojan una escopeta y empiecen a disparar por la ventana.

La nueva normalidad son manifestantes gringos pidiendo saltarse el confinamiento... para volver a jugar al golf (no es broma).

La nueva normalidad son 'influencers' vendiendo test del covid-19 en redes sociales (tampoco es broma). Cualquier día, un 'influencer' va a hacer un trasplante de corazón por Instagram. La frivolidad se ha puesto carísima. La nueva frivolidad es sacarse un doctorado en epidemiología en Harvard.

La nueva normalidad es que valga más barato un barril de petróleo que un phoskito.

La nueva normalidad es que ya no nos interesa el fútbol; nos interesa la zumba. Movistar ha pagado 3.000 millones por la Champions de Zumba. Los españoles han quemado tantas calorías durante el confinamiento que parecen una papaya (eso los que no han infartado por exceso de gimnasia doméstica). El próximo Mundial de Fitness lo ganará España por aplastamiento.

placeholder 'Fitness' doméstico. (EFE)
'Fitness' doméstico. (EFE)

La nueva normalidad es el Gobierno diciendo que lo ha hecho todo muy bien. La nueva normalidad es Trump diciendo que el coronavirus se inventó en un laboratorio chino; Torra diciendo que se inventó en un laboratorio madrileño; Ayuso diciendo que se inventó en un laboratorio en casa de Sánchez. Y así sucesivamente. La nueva normalidad es que la política es una profesión tan querida como la pedofilia, el narcotráfico y la trata de blancas.

La nueva normalidad es Revilla diciendo sandeces en 'El hormiguero'. La nueva normalidad es un neoliberal pidiendo la paguita al Estado. La nueva normalidad es Miguel Ángel Rodríguez moviendo los hilos de la pandemia castiza. La nueva normalidad son los jueces del Tribunal Constitucional alemán pegándonos con un martillo en la cabeza. La nueva normalidad se parece tanto a la antigua normalidad que cualquier día nos vamos a pegar un tiro.

La nueva normalidad es atrincherarse en casa y bramar contra el mundo exterior. Javier Marías, nuevo hombre fuerte.

La nueva normalidad es atrincherarse en casa y bramar contra el mundo exterior. Javier Marías, nuevo hombre fuerte

La nueva normalidad es comer pizza mala todos los días y hacerte un lavado de estómago bueno todos los meses.

La nueva normalidad es que lo que antes hacíamos en los bares, ahora lo hacemos en las casas. El próximo disco de Sabina irá sobre la decoración de interiores.

La nueva normalidad es que pensábamos leer muchos libros durante el confinamiento... pero no pasamos de la página cinco de ninguno. Estamos más espesos que el Arrabal del milenarismo. La dispersión es la religión de la nueva normalidad.

La nueva normalidad es que alquilar pisos en Airbnb es más ruinoso que vender vídeos VHS.

La nueva normalidad es que el turismo ya no es la locomotora de la economía española, sino la vagoneta. La nueva normalidad es bajar a la playa en Benidorm y sentirte como Jesucristo vagando por el desierto.

La nueva normalidad navideña es que va a haber tan poca gente en Cortylandia que El Corte Inglés lo va a reconvertir en un centro de meditación trascendental.

Foto: Balcón en L' Hospitalet. (EFE) Opinión


La nueva normalidad es que nos pasamos el día hablando de China, pero seguimos sin tener ni remota idea de qué pasa en ese país.

La nueva normalidad es que los gringos tienen más miedo a las facturas del hospital que a pillar el coronavirus.

La nueva normalidad es que llevamos tanto tiempo en chándal que el Torete nos va a demandar por apropiación indebida.

La nueva normalidad es que cada día se nos va un poco más la cabeza. La nueva normalidad es que este artículo lo está escribiendo un periquito tropical. Cu cu.

La nueva normalidad es que llevamos tanto tiempo en chándal que el Torete nos va a demandar por apropiación indebida

La nueva normalidad es celebrar salir una hora de casa como si hubiéramos ganado 300 millones a la lotería.

La nueva normalidad es ponerte mascarilla, guantes de manipular plutonio y traje ignífugo para ir a comprar, y al llegar al supermercado tres horas después, darte cuenta de que te has dejado la lista de la compra en casa... y echarte a llorar.

La nueva normalidad es la España vacía llenándose de gente que huye de las ciudades. La nueva normalidad son los habitantes de la España vacía gritando: "¡Qué agobio! ¡Con lo bien que se estaba aquí antes! ¡TODOS LOS PALETOS, VUELVAN A MADRID!

Yo soy la nueva normalidad, y usted no lo es. Lo dice Pedro Sánchez: las fases de la desescalada nos llevarán a "la nueva normalidad". Vale. ¿Y eso qué es exactamente? ¿Qué nos encontraremos cuando lleguemos a Nueva Normalilandia? Cositas raras. Muy raras.