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‘El Pocero’ recibe a sus amigos periodistas en Mallorca
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‘El Pocero’ recibe a sus amigos periodistas en Mallorca

La terminal de aviación privada del aeropuerto de Son Sant Joan es un observatorio privilegiado. No sólo porque allí puede encontrarse un avión de la CIA

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‘El Pocero’ recibe a sus amigos periodistas en Mallorca

La terminal de aviación privada del aeropuerto de Son Sant Joan es un observatorio privilegiado. No sólo porque allí puede encontrarse un avión de la CIA camuflado, en camino hacia el secuestro de un presunto terrorista, sino también porque en sus nada opulentas instalaciones circulan los ultraVIPs que se liberan de los fatigosos trámites anejos a la navegación aérea. Michael Douglas, Catherine Zeta-Jones o Claudia Schiffer toman tierra exclusivamente en tan reputado asfalto. Pero no son los únicos. Un día de este agosto también pudimos encontrar por los alrededores a Eduardo Zaplana.

Bien mirado, es importante que nuestros políticos descansen sin el estrés que provocan hoy los desplazamientos por aire. Sin embargo, no es menos cierto que esa facilidad para sortear los atascos aeroportuarios puede dificultar la sensibilización indispensable para resolverlos. Tropezarse con Mick Jagger o con los grandes empresarios turísticos mallorquines con derecho a un reactor –Escarrer, Fluxá, Barceló– es menos oneroso que mezclarse con las masas sudorosas que abarrotan la terminal de aviación comercial. De hecho, el avión privado marca la frontera que separa a los 'billonarios' del resto de la población.

Un usuario habitual de las instalaciones privadas es Paco Hernando 'El Pocero', propietario de reactores cada vez más ostentosos. La semana pasada recibió en Palma a algunos de sus amigos, pertenecientes al entorno mediático. El creador de Seseña y otras maravillas urbanísticas envió su 'jet' a recoger a José Oneto –el columnista de la primera generación de la libertad, que hoy llora la muerte de Francisco Umbral– y al matrimonio periodístico formado por Carlos Herrera y Mariló Montero, que iban acompañados de sus hijos. El constructor acudió a recibirlos a pie de avión, vestido con la indumentaria nada protocolaria que recomienda el verano mallorquín. Una vez allí, inmortalizaron la escena.

En la fotografía que recoge la llegada a Mallorca, 'El Pocero' se abraza a Oneto, mientras la familia de Carlos Herrera completa el grupo. Una vez concluida la fase aérea de la expedición, los invitados se embarcaron en el 'Clarena', el fabuloso yate que Paco Hernando –con escudo heráldico incluido– atraca en el Club de Mar, después de que fuera expulsado del Puerto Portals que insiste en comprarse. Si el constructor tiene por costumbre fotografiarse con todos sus invitados, sería apasionante echarle un vistazo al álbum resultante. Nadie duda de que aparecerían ex ministros del PP y del PSOE, una prueba irrefutable del eclecticismo bipartidista del empresario. Cuando una de las ediciones previas de su embarcación debió ser acondicionada en astilleros, todo un presidente autonómico se tomó la molestia de telefonear para que los trabajos se desarrollaran con la mayor presteza.

Lourdes Arroyo encarna la elegancia de los veraneos en Mallorca, antes de que la isla se inundara de poceros. Fue ella quien atrajo a un todavía desconocido Mario Conde a la selecta localidad de Pollença. Allí tuvieron lugar las largas reuniones nocturnas con Abelló y la génesis de un imperio. El resto es historia. Aunque agosto es un mes disipado y dominado por el ocio, súbitamente aparece el contratiempo de un percance de salud, que ha obligado a ingresar a Lourdes Arroyo en la clínica Rotger, situada en pleno centro de Palma. Su hija Alejandra Conde, que el año pasado hizo abuelos a sus padres, señaló que se trataba de un mero trámite sin más importancia.

La terminal de aviación privada del aeropuerto de Son Sant Joan es un observatorio privilegiado. No sólo porque allí puede encontrarse un avión de la CIA camuflado, en camino hacia el secuestro de un presunto terrorista, sino también porque en sus nada opulentas instalaciones circulan los ultraVIPs que se liberan de los fatigosos trámites anejos a la navegación aérea. Michael Douglas, Catherine Zeta-Jones o Claudia Schiffer toman tierra exclusivamente en tan reputado asfalto. Pero no son los únicos. Un día de este agosto también pudimos encontrar por los alrededores a Eduardo Zaplana.