Rajoy navega por Suecia con Arenas y la alcaldesa de Marbella

Llamamos periodista al profesional que es capaz de vincular con su ciudad natal una noticia que ha tenido lugar en el planeta Venus. Por lo tanto, vamos a centrarnos en las vacaciones escandinavas de Mariano Rajoy, bajo el pretexto de que sus jornadas de asueto navigatorio han tenido lugar bajo pabellón de conveniencia mallorquín. Más en concreto, a bordo del 'Angie', un yate de planta vanguardista cuyo nombre viene subrayado por un explícito 'Palma de Mallorca'. El presidente popular ha buscado refugio en la geografía más alejada posible del Coto de Doñana. Para que quede clara la línea del PP en el curso a punto de iniciarse, el líder de la oposición viajaba acompañado de Javier Arenas. En la expedición popular figuraba también la alcaldesa de la Marbella postgilista, Angeles Muñoz.

 

La presencia de Muñoz explica que Rajoy se decidiera por pasar sus vacaciones en Suecia, causando la consiguiente merma a la industria turística nacional y contraviniendo la austeridad de líderes conservadores como el británico David Cameron, que no se han atrevido a sobrepasar las costas de sus países. El esposo de la alcaldesa marbellí es sueco lo cual le convertía en 'cicerone' el pasado 14 de agosto, de modo que los veraneantes del PP tomaran la pintoresca villa portuaria de Smögen, situada en la costa occidental de Suecia y caracterizada por su larguísimo muelle de madera. Allí atracaron el 'Angie'. El presidente popular aprovechó para fumarse un puro en tan paradisiaco entorno. Mientras paseaba por esta zona de excelente marisco en compañía del presidente de su partido en Andalucía, se advertía la sintonía absoluta entre ambos.

 

Antes de aportar el yate al veraneo de Rajoy, Mallorca fue en más de una ocasión el descanso del presidente del PP. Las estancias en la isla han tenido lugar siempre en ausencia de su familia, que pierde relevancia en periodos no electorales. A principios de julio de este año, en vísperas del tormentoso congreso del PP catalán y aprovechando que debía asistir a la boda de Mónica Ridruejo en suelo mallorquín, Rajoy se alojó en el hotel Arabella. En otras ocasiones se había refugiado en el Son Vida, perteneciente a la misma cadena hotelera pero, en aplicación de las restricciones asociadas a la crisis, declaró en Palma que "sus habitaciones están por las nubes". En esa ocasión no se embarcó, ni tampoco se inmutó ante las noticias de rebelión interna procedentes de las huestes barcelonesas de Montserrat Nebrera.

 

Tampoco el 'Angie' es la primera embarcación vinculada a Mallorca en la que navega Rajoy. El verano en que se jugaba la sucesión de Aznar, el líder supremo del PP veraneaba en Menorca, utilizando un modesto y tradicional 'llaüt', por comparación con los yates de Berlusconi y Briatore a los que se ha aficionado últimamente. El penúltimo presidente del Gobierno había dado instrucciones a sus subordinados de que no le importunaran durante el veraneo, mientras debatía consigo mismo a quién debía trasladar su manto de armiño. Sin embargo, el yate del hotelero Barceló en el que viajaban Rajoy y Matas cerca de la costa menorquina fue sorprendido por la prensa, causando la lógica zozobra en el hoy presidente del PP. El esposo de Angeles Muñoz se llama Lars Broberg, está inevitablemente ligado al sector inmobiliario y hace declaraciones a laa prensa propias de un alcalde consorte. En Mallorca ha llamado la atención que, para instaurar la normalidad en Marbella, haya reclamado la presencia de la Familia Real de Mallorca en su municipio. Es una reclamación que formuló con insistencia Gil y Gil, sin demasiado éxito. Todo vuelve, al igual que Rajoy ha regresado de Suecia con la confianza de que en el futuro se habilitarán en Doñana unos aposentos en condiciones para el jefe de la oposición. De lo contrario, siempre nos quedará Mallorca.