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Diario Robinson
Por
Madoff recaudó millones de euros en Mallorca
La estrella del verano mallorquín de 2008 se ha eclipsado en 2009. Andrés Piedrahita se había convertido en el anfitrión más deseado por los cazadores de
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La estrella del verano mallorquín de 2008 se ha eclipsado en 2009. Andrés Piedrahita se había convertido en el anfitrión más deseado por los cazadores de fiestas, y este inversor colombiano utilizaba a Mallorca como escaparate en la captación de capitales para Bernard Madoff, que en aquellos momentos era el intermediario de moda -diez por ciento de interés garantizado- y hoy cumple condena de 150 años por haber diseñado la mayor estafa piramidal de la historia. El locuaz Piedrahita era la pieza más importante del ensamblaje en Europa, aunque por supuesto niega tener el mínimo conocimiento del destino o ausencia de destino de las inversiones que canalizaba. Según su versión, su fondo Fairfield perdió un billón y medio de las antiguas pesetas al orientarlas hacia el estafador neoyorquino. Su base de operaciones en la isla era la mansión de la finca de Son Simonet. Se halla ubicada en el municipio de Esporles, adyacente a la capital. Como no podía ser menos, la opción sobre tierra firme se complementaba con un lujoso yate, que multiplicaba el encanto de su propietario.
La estrella del verano mallorquín de 2008 se ha eclipsado en 2009. Andrés Piedrahita se había convertido en el anfitrión más deseado por los cazadores de fiestas, y este inversor colombiano utilizaba a Mallorca como escaparate en la captación de capitales para Bernard Madoff, que en aquellos momentos era el intermediario de moda -diez por ciento de interés garantizado- y hoy cumple condena de 150 años por haber diseñado la mayor estafa piramidal de la historia. El locuaz Piedrahita era la pieza más importante del ensamblaje en Europa, aunque por supuesto niega tener el mínimo conocimiento del destino o ausencia de destino de las inversiones que canalizaba. Según su versión, su fondo Fairfield perdió un billón y medio de las antiguas pesetas al orientarlas hacia el estafador neoyorquino. Su base de operaciones en la isla era la mansión de la finca de Son Simonet. Se halla ubicada en el municipio de Esporles, adyacente a la capital. Como no podía ser menos, la opción sobre tierra firme se complementaba con un lujoso yate, que multiplicaba el encanto de su propietario.