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Elton John y Andrea Bocelli, el concierto más empalagoso en Mallorca
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Matías Vallés

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Elton John y Andrea Bocelli, el concierto más empalagoso en Mallorca

Ningún aditivo podría hacer más empalagoso un concierto de Elton John, salvo el recurso azucarado a Andrea Bocelli. Pues bien, Mallorca ha reunido a esa cumbre

Foto: Elton John y Andrea Bocelli, el concierto más empalagoso en Mallorca
Elton John y Andrea Bocelli, el concierto más empalagoso en Mallorca

Ningún aditivo podría hacer más empalagoso un concierto de Elton John, salvo el recurso azucarado a Andrea Bocelli. Pues bien, Mallorca ha reunido a esa cumbre de derivados de la glucosa para el sábado 4 de septiembre en el estadio de Son Moix. Una semana antes, también el tenor Mourinho hará su debut español en el mismo estadio junto a sus coros madridistas, en partido de liga frente al Real Mallorca. Florentino Pérez ocupará un lugar destacado en el palco que para él tiene visos de patíbulo, porque su primera dimisión como presidente del Real Madrid se sustanció al día siguiente de asistir a una derrota de su equipo en ese campo de fútbol. Los precios de ambos eventos corren a la par, entre 75 y 170 euros. Conviene precisar que quienes pagan la mitad no lo hacen a cambio de soportar únicamente a uno de los dos cantantes. Asimismo, y en contra de cierta lógica, las localidades más caras son las más cercanas al escenario. El montaje es aparatoso, con una plataforma sobre el césped y asientos que han tenido que trasladarse desde la península.

 

La gira de Elton John le llevará también a Madrid, pero sólo Mallorca ofrecía la densidad dulzona suficiente para amontonarlo con Bocelli. Empiezas por traicionar tus raíces artísticas y acabas de telonero de un parodista italiano, según la degeneración criminal diagnosticada por Thomas de Quincey. En la publicidad, y por asombroso que parezca, el autor de 'Rocket man' queda aplastado por su compañero de velada. Las almas sensibles se preocuparán por el efecto de esta prelación sobre el ego del cantante inglés. Desde el provincianismo patriótico, me preocupa más el simbolismo de ese orden de prioridades por lo que afirma del entendimiento musical mallorquín.

No sé qué tipo de mujer podría arrastrarme a un concierto de Elton John, aunque pueden probar con Katherine Heigl. Por extraño que parezca, el autor de 'Candle in the wind' –canción reversible que lo mismo sirve para Marilyn Monroe que para Lady Di– no ha viajado nunca a Mallorca en visita oficial, aunque parece imposible que no la haya circundado a bordo de los yates que navegan entre la isla y la Costa Azul. De hecho, su concierto se producirá diez años después de que se anunciara su llegada a Son Sant Joan, para asistir como invitado de honor al treinta cumpleaños de Claudia Schiffer. No compareció, y su hueco fue ocupado por un tal Mick Jagger. En cambio, su musa Diana Spenser fue habitual de Mallorca en compañía de Carlos de Inglaterra o en solitario, cuando su amigo Richard Branson la invitaba a relajarse del estrés de la separación matrimonial en el hotel La Residencia.

Las mejores localidades del doble recital de Bocelli y Elton John –respetemos la jerarquía de los organizadores– ya están vendidas, pero queda abundante papel por colocar, en una velada cuyo éxito depende de la congregación de decenas de miles de espectadores. Por ejemplo, Joaquín Sabina hubiera abarrotado el Palma Arena hace unos años, pero este mes hubo claros cuando acudió a desgranar su repertorio emocional. Admitamos que influyera el peso de la denominación del velódromo corrupto, aunque Iñaki Urdangarín no tuvo inconveniente hace un año en acudir a un recinto donde su nombre se pronuncia entre bisbiseos. En vísperas del concierto más empalagoso del siglo, los guardianes de la tradición hemos de recordar que Marlene Dietrich cantó en Mallorca, y no tuvo inconveniente en mostrarse en 'topless'. También bailó Rudolf Nureiev, que se permitió llegar con retraso a una cita con Juan Carlos de Borbón. Bocelli no es precisamente un ascenso en el escalafón.

Ningún aditivo podría hacer más empalagoso un concierto de Elton John, salvo el recurso azucarado a Andrea Bocelli. Pues bien, Mallorca ha reunido a esa cumbre de derivados de la glucosa para el sábado 4 de septiembre en el estadio de Son Moix. Una semana antes, también el tenor Mourinho hará su debut español en el mismo estadio junto a sus coros madridistas, en partido de liga frente al Real Mallorca. Florentino Pérez ocupará un lugar destacado en el palco que para él tiene visos de patíbulo, porque su primera dimisión como presidente del Real Madrid se sustanció al día siguiente de asistir a una derrota de su equipo en ese campo de fútbol. Los precios de ambos eventos corren a la par, entre 75 y 170 euros. Conviene precisar que quienes pagan la mitad no lo hacen a cambio de soportar únicamente a uno de los dos cantantes. Asimismo, y en contra de cierta lógica, las localidades más caras son las más cercanas al escenario. El montaje es aparatoso, con una plataforma sobre el césped y asientos que han tenido que trasladarse desde la península.

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