Es noticia
Letizia no oculta su desdén por Mallorca
  1. España
  2. Diario Robinson
Matías Vallés

Diario Robinson

Por

Letizia no oculta su desdén por Mallorca

En lo concerniente a la Familia Real, "los que saben no hablan y los que hablan no saben", tal como leemos en el 'Tao Te Ching'.

placeholder

En lo concerniente a la Familia Real, "los que saben no hablan y los que hablan no saben", tal como leemos en el 'Tao Te Ching'. Por desgracia, los periodistas no podemos permitirnos el lujo del silencio, más culpable en esta profesión que la ignorancia. Ahora bien, Letizia Ortiz ha multiplicado las pruebas de su desdén por las vacaciones mallorquinas de la Familia Real. Se siente a disgusto en la isla, y no pierde oportunidad de demostrarlo

Hace un año ya aportábamos la prueba documental a partir del libro 'Els mandarins', donde Rafel Nadal –exdirector de 'El Periódico de Cataluña'– ponía en boca de los Príncipes de Asturias "que no se atreven a romper el ritual de las vacaciones oficiales en Mallorca. En cuanto se casaron, intentaron añadir una semana asturiana al calendario y los editoriales de Mallorca les crucificaron". Es decir el heredero de la Corona y la presentadora de los telediarios se amilanan ante unos inexistentes editoriales hostiles de la prensa de provincias. Conmovedor y clarificador.

Letizia ha desarrollado un esfuerzo monumental para que su esposo rompiera los vínculos anteriores a su relación, una estrategia que multiplica su poder y que resulta beneficiosa, cuando se repasan los círculos que frecuentaba el Príncipe antes de quedarse fascinado frente al televisor. Otra cosa es que el heredero haya recuperado en fecha reciente esas relaciones peligrosas. Mallorca forma parte de la biografía anterior de Felipe de Borbón, prácticamente desde su nacimiento. En la isla luchaba cuerpo a cuerpo con Kyryl de Bulgaria en la cubierta de un yate, o se enamoraba perdidamente de la Sartorius. Demasiados cabos sueltos, que la princesa y madre de la futura reina quiso cauterizar. De ahí que el libro de Nadal adjunte que "la princesa Letizia se sintió especialmente afectada" por los editoriales sanguinarios que le impidieron diversificar sus vacaciones. Si un celoso lector es capaz de encontrar uno solo de los editoriales disuasores, juró que escribiré aquí mismo la frase "Rajoy es un gran presidente".

Letizia, la diva de la Familia Real, aterrizó en el aeropuerto de Son Sant Joan en solitario. Ya no se preocupa únicamente de distanciarse de sus cuñadas, también ha llegado a Mallorca después de su marido, que le precedió con las niñas herederas. La princesa está aquejada del 'síndrome de Rebeca', la afección de las almas inseguras que impulsa a borrar el rastro de la vida anterior de la pareja. Los esfuerzos de Sofía de Grecia por aclimatar a su nuera en la isla han resultado vanos. La reina le enseñó a calzarse las abarcas menorquinas que compra en la calle Concepció, la reprendió amigablemente por no utilizar un vestuario acorde con las jornadas náuticas. El cursillo acelerado no ha mejorado la situación.

Por supuesto, un veraneante tiene todo el derecho a sentirse frustrado con su lugar de vacaciones, pero el caso de Letizia obliga a introducir una cláusula modificativa, porque su estancia es pagada a escote por los contribuyentes baleares. El acondicionamiento y mantenimiento de Marivent consume dos millones de euros de los presupuestos autonómicos, cantidad a la que debe sumarse el desplazamiento de centenares de policías y cuestiones colaterales como la conservación del yate 'Fortuna'. Si a la princesa le desagrada tan profundamente la geografía en que se crió su esposo, tal vez podría arbitrarse una solución económicamente satisfactoria para todos los implicados. ¿Querría usted que el rey veraneara a disgusto en su comunidad?

"¿Tú crees que esto son vacaciones?" estalló Letizia en Mallorca hace dos años. Su actitud no ha cambiado, pretende un horario laboral para ejercer sus funciones. Y podríamos seguir pero, en lo tocante a la Familia Real, es preferible estar callado y parecer tonto que hablar y disipar todas las dudas al respecto, como dijo Mark Twain.

placeholder

En lo concerniente a la Familia Real, "los que saben no hablan y los que hablan no saben", tal como leemos en el 'Tao Te Ching'. Por desgracia, los periodistas no podemos permitirnos el lujo del silencio, más culpable en esta profesión que la ignorancia. Ahora bien, Letizia Ortiz ha multiplicado las pruebas de su desdén por las vacaciones mallorquinas de la Familia Real. Se siente a disgusto en la isla, y no pierde oportunidad de demostrarlo