Los políticos mallorquines practican el 'todo incluido' en la cárcel

Dos polémicas se han enseñoreado del verano mallorquín. La más inocua atiende a la implantación creciente del ‘todo incluido’ hotelero, a través de las famosas pulseras que esclavizan al turista en su hotel, y que transforman las vacaciones en un ejercicio de ganadería turística que el periodista Matt Rudd ha descrito en el ‘Sunday Times’ londinense como “ocas engordadas a la fuerza en granjas de foie gras”. Por increíble que parezca, cualquiera de ustedes puede pasarse dos semanas en Mallorca sin gastar ni un euro. Basta para ello con contratar el famoso paquete ‘All-inclusive’, que abarca comidas, bebidas, desplazamientos y la transformación del hotel en cuestión en un campo de concentración. Alimentar y emborrachar a un visitante de cuatro estrellas le cuesta al empresario seis euros al día, por encima de la media española por dichos conceptos. Y con calidades y cantidades muy apreciables, cabe constatarlo. El hotelero impone sus precios a los suministradores, las vacaciones se abonan al empresario local en países extranjeros, no hay propinas, a la isla llega una parte mínima del dinero y se hunde la oferta complementaria.

El segundo gran asunto es, cómo no, la corrupción. Fundamentalmente de la derecha, debido a la simple evidencia estadística de que ha gobernado por más tiempo las instituciones isleñas. Ambos campos de interés confluyen en el creciente número de políticos de campanillas que practican el ‘todo incluido’ en la cárcel mallorquina. En concreto, ahora mismo hay una docena de cargos públicos encarcelados. Esta cifra no sólo desborda ampliamente la media estatal, sino la suma de los internos de la clase extractiva en todas las cárceles españolas. Qué decir de Cataluña, donde las competencias de Instituciones Penitenciarias permiten liberar a voluntad a los internos comprometedores para la Generalitat con cárceles de puerta giratoria.

En el último saqueo del Govern Matas, la trama dirigida por su conseller de Industria llegó a acumular 16 arrepentidos, todos los participantes excepto el titular de la cartera

La cifra de políticos ‘todo incluido’ va en aumento. Cuando se sustancien los juicios anunciados, habrá más de veinte, casi un pabellón específico en el centro penitenciario palmesano. La cifra puede estimarse con certeza por el elevado número de arrepentidos al estilo de los ‘pentiti’ de la mafia siciliana. A saber, confiesan el delito y aligeran su pena aunque en muchos casos aceptando condenas que conllevan la cárcel. Verbigracia, en el último saqueo del Govern Matas, la trama dirigida por su conseller de Industria llegó a acumular 16 arrepentidos, todos los participantes excepto el titular de la cartera. Por tanto, el número total de corruptos condenados se elevará por encima del centenar. Como mínimo, hay otros dos centenares de imputados con visos de que un día se consoliden sus presunciones de culpabilidad. Uno de ellos responde por Iñaki Urdangarin.

Cuando esto escribo, la célebre Maria Antònia Munar lleva diez días en la cárcel. La derecha estatal la apellidó la “viuda negra” por atreverse a pactar con la izquierda, hoy reniegan de ella ambos flancos del espectro. Carga con dos condenas por un total de doce años, a casar por el Supremo. La Sala Garzón del alto tribunal convirtió a Jaume Matas en el primer ministro de Aznar condenado por corrupción. Se le puede llamar delincuente, pero la última instancia redujo su pena de seis años a nueve meses más cuatro años de inhabilitación. Se trata de la misma sala que ha liberado sucesivamente del castigo a Francisco Camps, José Blanco el presidente balear y Yolanda Barcina. Por tanto, un experto en matemática jurídica puede calcular la suma de penas a los máximos implicados en Bárcenas, Urdangarin y ERE. ¿Cinco años a lo sumo?

Balears también ostenta el ‘record’ de condena vigente de corrupción, los 16 años impuestos por la audiencia al antes citado conseller de Matas, el ibicenco Josep Juan Cardona. Sólo le supera Luis Roldán, el salvavidas de Rajoy para librarse de las acometidas sobre su financiación a Bárcenas. Y recuerde que en Mallorca no hay más corrupción que en otra geografía española. Simplemente, se persigue más.