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La reina Sofía de Mallorca, al fin sola
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La reina Sofía de Mallorca, al fin sola

Nadie sabe dónde está el Rey, mientras que Sofía de Mallorca y Grecia reina en Marivent. Al fin sola, separada de un marido con el que

Nadie sabe dónde está el Rey, mientras que Sofía de Mallorca y Grecia reina en Marivent. Al fin sola, separada de un marido con el que se han roto los últimos lazos. El Rey y la Reina no se hablan ni en público, una explícita metáfora de la España de 2013. Lejos quedan los tiempos en que leían juntos y comentaban los reportajes de la prensa del corazón, un ceremonial que contemplaba las incisivas pullas de la esposa en torno a personajes femeninos ligados por la maledicencia con el jefe de Estado. El cariño había periclitado, pero la madre del sucesor preservaba la autoridad de “una gran profesional”, en la peculiar definición adjuntada por su esposo a José Luis de Vilallonga, compañero y protector de correrías.

Marivent es la excusa de la Familia Real para estar en otro sitio. El Rey viajaba Mallorca conexión Botsuana, la Reina ha aposentado sus reales en el palacio asomado al mar, donde disfruta de largas estancias más allá del paréntesis veraniego. Desaparecido el gorrón de Constantino, a quien Juan Carlos de Borbón recogía personalmente en el aeropuerto cuando aún existía la Familia Real, la espiritual Irene de Grecia se mantiene como bastión junto a su hermana. La investigación judicial a Urdangarin no ha empañado el compromiso de Sofía de Mallorca con la isla.

Entre una villa en Mallorca y un esposo, la inmensa mayoría de mujeres se quedarían con la opción más fiel

La posición de consorte no debe engañar sobre el auténtico poder de quien ha zanjado más de una conversación con el irrefutable “soy la Reina de España”, destinado a frenar una familiaridad abusiva. Paradójicamente, fue Sofía de Mallorca quien conspiró con Sabino Fernández Campo para alejar al Rey de la isla, cuando se editorializaba sobre las “amistades peligrosas” que encabezaba el pseudopríncipe georgiano Zourab Tchokotoua. La esposa del monarca y el jefe de su Casa planearon el traslado de la corte de verano al palacio neogótico de Sobrellano, en la localidad cántabra de Comillas. Un buen día, la Zarzuela emitió un comunicado por el que se informaba de que las vacaciones estivales se repartirían entre el Mediterráneo y el Cantábrico. Antes de que acabara la jornada, por el mismo conducto se comunicaba que Marivent conservaba el monopolio del veraneo regio. El Rey había montado en cólera y había dado un golpe de Estado en la mesa. Fernández Campos pagó cara su alianza con la Reina, en cuanto Mario Conde embelesó los oídos del monarca.

La Reina de Marivent apostó claramente por el imputado Urdangarin hasta que se dio cuenta de que era el segundo miembro de su familia que la engañaba con la pseudoprincesa Corinna. Una mente calculadora pensará que Mallorca es el único lugar del planeta donde Ciccicorinna no ha puesto sus delicados pies. Se equivocaría, porque la centroeuropea viajó al feudo de su 'amigo entrañable'. Por ser vos quien sois, no contrató un viaje enlatada en una compañía de bajo coste, sino que siguió la vía más expeditiva del reactor privado. El avión era fletado para la ocasión, y supongo que no deberemos malgastar una línea más en especificar quién pagaba el billete. Qué gran montaje teatral daría un inesperado encuentro en Marivent entre los tres protagonistas de esta historia.

Antes o después, Corinna será condenada al olvido muy bien remunerado de las 'amigas entrañables' del Rey, en Mallorca tenemos más de una y ninguna se queja de las condiciones de su jubilación. En cambio, Sofía de Mallorca perpetúa en Marivent el destino de la isla de las primeras esposas, donde se aparca en condiciones de lujo teñido de culpabilidad a las cónyuges abandonadas. Claro que, entre una villa en Mallorca y un esposo, la inmensa mayoría de mujeres se quedarían con la opción más fiel. Sofía de Mallorca ha hecho proselitismo para mallorquinizar a su entorno. Sólo ha fracasado con Letizia Ortiz, la princesa sindicalista que le inflige torturas minúsculas como no fiarle a sus hijas y encomendárselas a la familia del responsable de su escolta. Continuará.

placeholder La reina Sofía en la lancha Somnien, desde donde sigue la 32ª Copa del Rey Mapfre. (EFE

Nadie sabe dónde está el Rey, mientras que Sofía de Mallorca y Grecia reina en Marivent. Al fin sola, separada de un marido con el que se han roto los últimos lazos. El Rey y la Reina no se hablan ni en público, una explícita metáfora de la España de 2013. Lejos quedan los tiempos en que leían juntos y comentaban los reportajes de la prensa del corazón, un ceremonial que contemplaba las incisivas pullas de la esposa en torno a personajes femeninos ligados por la maledicencia con el jefe de Estado. El cariño había periclitado, pero la madre del sucesor preservaba la autoridad de “una gran profesional”, en la peculiar definición adjuntada por su esposo a José Luis de Vilallonga, compañero y protector de correrías.

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