Es noticia
Aznar le da al PSOE la excusa para hacer lo que mejor sabe: mentir, crispar, manipular
  1. España
  2. Dos Palabras
Federico Quevedo

Dos Palabras

Por

Aznar le da al PSOE la excusa para hacer lo que mejor sabe: mentir, crispar, manipular

Me equivoqué. Lo siento. Les dije a ustedes hace una semana que la polémica entorno al 11-M duraría dos telediarios. No ha sido así, y amenaza

Me equivoqué. Lo siento. Les dije a ustedes hace una semana que la polémica entorno al 11-M duraría dos telediarios. No ha sido así, y amenaza con continuar al menos hasta las elecciones generales de marzo. Y es que el PSOE, que ganó las elecciones generales de 2004 subido a lomos de los trenes que saltaron por los aires en Atocha y El Pozo, ha optado por volver a repetir la experiencia, a ver si así mejora un poco sus expectativas, hace olvidar sus innumerables errores y lo difícil que se le pone el calendario, y moviliza a esa parte del electorado antisistema que aquel 14-M de 2004 hizo lo que no había hecho nunca: ir a votar. Pero yo tengo al juez Bermúdez por un hombre inteligente, aunque no comparta algunas manifestaciones suyas recientes y muy desafortunadas sobre el papel de los medios de comunicación, y la sentencia me parecía todo un ejemplo de equilibrio y moderación digno de elogio.

Lo es porque con ella Bermúdez trataba de evitar lo que es imposible de evitar, la manipulación política de los atentados. Con tal fin, la sentencia equidistaba de los extremos y procuraba hurtar razones a uno y otro bando. El problema es que al hacerlo así, cada bando buscaba sus razones en la ausencia de las del contrario, con lo que inevitablemente se ha vuelto a caer en la misma dinámica tabernaria de echarse los trastos a la cabeza y culparse unos a otros de todos los males de la humanidad.

En esa dinámica no quiso entrar Rajoy, y bien que me consta que su intención ha sido y es la de dar carpetazo al 11-M y dedicarse a hacer propuestas y buscarle las vergüenzas al Gobierno, que las tiene muy, pero que muy visibles. No así el PSOE, que tenía preparada su estrategia, video incluido, a la espera de conocer el contenido del dictamen del Tribunal. Hasta tal extremo que, de haber incluido el texto del mismo una sóla referencia directa a Iraq como razón última de los atentados, don José Blanco -por orden de Rodríguez, ese que luego va pidiendo unidad y pasar página- ya tenía previstas manifestaciones en las principales capitales de provincia españolas contra Aznar, Rajoy y el PP. Ya saben, con gritos de “¡asesinos!”, que es lo que más les gusta.

Y en esto apareció Aznar

Eso es tan verdad como que el video de marras estaba preparado de antemano, que tras conocerse la sentencia se hicieron algunos retoques, y que lo único que buscaba el PSOE era un pretexto para difundirlo. Lo hubieran hecho en cualquier caso, independientemente de que el ex presidente del Gobierno, José María Aznar, abriera la boca o no, por lo que el hecho de que sus delaraciones hayan sido el clavo ardiendo al que se ha agarrado Pepiño para publicitar el video es un asunto menor, aunque en Génova, me consta, hubieran preferido que Aznar mantuviera la misma actitud que venía manteniendo desde que se conoció la sentencia, es decir, chitón. ¿Qué ha dicho Aznar? Nada del otro mundo, sino ratificarse en que seguimos sin conocer la autoría intelectual del 11-M, y que según él está en desiertos no muy lejanos y tal. Pero eso ya lo dice la sentencia -lo de los desiertos no-, así que no caben sorpresas en sus declaraciones.

La cuestión es que Aznar ha hablado, y cada vez que abre la boca sobre este asunto actúa como el detonante que libera todos los fantasmas que estremecen a la izquierda que entonces manifiesta sus modos más antidemocráticos y totalitarios. Probablemente él se divierta, pero no creo que Rajoy y compañía lo vean tan gracioso, sobre todo porque de esa manera el PSOE consigue desviar la atención de los verdaderos problemas de los ciudadanos, tales que la cesta de la compra, los socavones, las hipotecas, la delincuencia, la vivienda, la droga, los jóvenes, la desconfianza en el futuro, el terrorismo, la Nación... etcétera. Todo esta abierto en canal, los problemas hierven a flor de piel, y el Gobierno y el PSOE sólo necesita una excusa como la que les ha dado Aznar para soltar los doberman de la manipulación, el engaño y la crispación con el fin de ocultar sus numerosos y gravísimos errores de gestión en esta legislatura.

Una respuesta enérgica...

... y dos incógnitas inquietantes

Con todo, y a pesar de mis elogios a la sentencia de Bermúdez, quizá la culpa de todo esto la tenga precisamente esa tibieza con la que se ha querido cerrar tan triste página de nuestra historia, pues parece que en lugar de cerrarla lo que se ha hecho es abrir más puertas a la incomprensión. Veamos. ¿Porqué dice Aznar lo de los desiertos lejanos? Algunos venimos sosteniendo, desde el principio, que el 11-M no es el resultado de la inspiración divina de una célula formada por delincuentes comunes, sino que detrás hay elementos muy característicos de la manera de actuar de los sevicios secretos.

Y tras la sentencia, esa interpretación adquiere más sentido. Primera incógnita, por tanto, la de saber de verdad quien o quienes fueron los hurdidores de aquella trama destinada a echar al PP del poder. Segunda incógnita, tan inquietante o más, y estrechamente ligada a la anterior, la de saber hasta donde llegaba de verdad la implicación de toda una serie de confidentes policiales vinculados a Mina Conchita, de los cuales solo uno acumula casi 40.000 años de penas, precisamente el que aparenta mayor debilidad, mientras el resto de sus compañeros se van de rositas. A mi, al menos, me acongoja.

Esto, por desgracia, va a seguir. El PSOE así lo quiere y cuenta con medios y con periodistas afines dispuestos a morir matando. Las elecciones se han planteado en términos bélicos o, mejor dicho, así las ha planteado la izquierda, y eso solo puede tener un resultado catárquico. Quizá sea lo mejor. O no.

Me equivoqué. Lo siento. Les dije a ustedes hace una semana que la polémica entorno al 11-M duraría dos telediarios. No ha sido así, y amenaza con continuar al menos hasta las elecciones generales de marzo. Y es que el PSOE, que ganó las elecciones generales de 2004 subido a lomos de los trenes que saltaron por los aires en Atocha y El Pozo, ha optado por volver a repetir la experiencia, a ver si así mejora un poco sus expectativas, hace olvidar sus innumerables errores y lo difícil que se le pone el calendario, y moviliza a esa parte del electorado antisistema que aquel 14-M de 2004 hizo lo que no había hecho nunca: ir a votar. Pero yo tengo al juez Bermúdez por un hombre inteligente, aunque no comparta algunas manifestaciones suyas recientes y muy desafortunadas sobre el papel de los medios de comunicación, y la sentencia me parecía todo un ejemplo de equilibrio y moderación digno de elogio.

Atentados 11M