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¿Cree que el ABC le hace un "flaco favor" al PP atacando a la Iglesia por su pleito con la COPE?
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Federico Quevedo

Dos Palabras

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¿Cree que el ABC le hace un "flaco favor" al PP atacando a la Iglesia por su pleito con la COPE?

Seguramente la pregunta, así planteada, pueda parece malintencionada, pero es exactamente lo que pensé cuando leí esta otra pregunta planteada desde la edición digital del diario

Seguramente la pregunta, así planteada, pueda parece malintencionada, pero es exactamente lo que pensé cuando leí esta otra pregunta planteada desde la edición digital del diario del Grupo Vocento a los internautas: “¿Crees que la Iglesia le hace un ‘flaco favor’ al PP obligándole a situarse junto a ella en temas que acentúan su perfil más conservador?”. Sorpresa. Asombro. Alucinación. El ABC contra la Iglesia, es decir, contra el 99,9% de sus lectores. Que esa pregunta, con su carga de profundidad implícita dirigida a la línea de flotación de la nave de Génova 13, se hiciera desde la edición digital de El País o, ya no digamos, desde Público, tendría su sentido, pero ¿desde el ABC?

Y lo peor no era la pregunta. La mayoría de los comentarios eran de este tenor, y perdónenme los lectores si esto hiere su sensibilidad moral y ortográfica (lo transcribo literal): “Creo en Dios y en la familia, pero la iglesia es una casa de puta, donde los mayores cabrones son eñ Rouco, el obispo de tenerife. el obispo de Valencia, si esta es la forma de predicar la `palabra de Dios, les digo que se la mentan por el culo, el aborto estaba desde el PP, hoy dia, la libertad de la mujer es mayor, mucho mayor, y esto jode al PP, y los curas, que desean a las mujeres, para que esten en la cocina y follar, hoy hay mas libertad, por desgracia para el obispo de Valencia, adicto a las dictaduras, esto jode. Si a la demcoracia y si a la libertad aunque jodan al PP, y sobre todos a los cuervos vestidos de negro”.

Que un diario que se precia de católico, que incluye en sus páginas opiniones de sacerdotes influyentes en la jerarquía española, que incluso ofrece a sus lectores un suplemento especial un día a la semana sobre la religión católica, y que durante estos años ha defendido exactamente la misma posición que los obispos españoles en materias como el matrimonio homosexual, la Educación para la Ciudadanía, etcétera, etcétera, permita semejante barbaridad, aunque sea en su página web, dice mucho de por dónde anda su Dirección: más perdida que Amundsen antes de llegar al Polo. Pero este comentario y otros de cariz similar no son más que el producto de una pregunta claramente intencionada y que planteada del modo en que estaba planteada solo cabía interpretar como un ataque en toda regla a la Conferencia Episcopal.

¿Por qué? Pues es evidente. El conflicto que el diario de Vocento tiene con la COPE envenena toda su estrategia. Fue una pena, y lo digo con absoluto convencimiento, que los dueños del diario no permitieran a Ignacio Camacho seguir adelante con su proyecto de modernización del periódico y de dirigir sus pasos hacia un modelo de centro-derecha, liberal y reformista que claramente hubiera encontrado un nicho de mercado muy amplio en el que asentarse y consolidarse una vez que su lectores tradicionales comprendieran el nuevo giro, y fuera capaz de atraer a lectores moderados del entorno, es decir, El Mundo, La Razón y buena parte de la prensa de provincias. En lugar de esperar, porque todos los cambios necesitan un tiempo, a los accionistas enfrascados en una guerra familiar sin precedentes les apretó la prisa por la cuenta de resultados y tomaron una decisión claramente equivocada y que ahora no son capaces de reconducir.

¿Qué es lo que ha pasado? En su afán por distanciarse de la COPE y El Mundo, en lugar de buscar una posición equidistante, la actual dirección ha optado por situarse al lado del Grupo PRISA para buscar apoyos en la particular obsesión de Zarzalejos con Jiménez Losantos, con quien debe de tener pesadillas una noche sí y otra también. Esto ya le pasó a Luis del Olmo y todavía debe sufrir úlceras sangrantes producto del reconcome que le provocaba el director de La Mañana. ¡Con lo fácil que es hacer oídos sordos! Si no, que le pregunten a Rajoy, que lleva cuatro años aguantando que cada mañana le llame maricomplejín y lo sufre con una entereza envidiable. Pero volviendo al caso que nos ocupa, la posición del ABC es de una contradicción casi endémica, y sus lectores -me consta por muchos amigos que diariamente compran el ABC- no saben a qué carta quedarse. Así, lo fácil es que el diario siga perdiendo audiencia y cuando los accionistas quieran tomar una decisión, a lo mejor ya es demasiado tarde.

El ABC era -y es- un diario esencial para el proyecto de una España liberal, democrática, plural y tolerante. En estos cuatro años podía haberse convertido en el buque insignia de una oposición firme y contundente a las veleidades de Rodríguez, al tiempo que podía haber conectado con una amplísima clase media española, harta de crispaciones y tensiones, y deseosa de proyectos reformistas y que abunden en la calidad de la democracia. Por el contrario, hoy ya no se sabe si el ABC está con el PP, contra el PP, con la Iglesia, contra la Iglesia, con el Gobierno, contra el Gobierno, con PRISA, contra PRISA o qué coño, con perdón, de línea editorial tiene. Dicho lo cual, la respuesta a la pregunta del título es simple: sí, se lo hace, y también se hace un flaco favor a sí mismo y a sus lectores. Dicho queda, sin ánimo de molestar a nadie y, mucho menos, a los magníficos compañeros y amigos de esa redacción.

Seguramente la pregunta, así planteada, pueda parece malintencionada, pero es exactamente lo que pensé cuando leí esta otra pregunta planteada desde la edición digital del diario del Grupo Vocento a los internautas: “¿Crees que la Iglesia le hace un ‘flaco favor’ al PP obligándole a situarse junto a ella en temas que acentúan su perfil más conservador?”. Sorpresa. Asombro. Alucinación. El ABC contra la Iglesia, es decir, contra el 99,9% de sus lectores. Que esa pregunta, con su carga de profundidad implícita dirigida a la línea de flotación de la nave de Génova 13, se hiciera desde la edición digital de El País o, ya no digamos, desde Público, tendría su sentido, pero ¿desde el ABC?

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