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Ah, pero, ¿este no era el mejor sistema financiero del mundo?
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Federico Quevedo

Dos Palabras

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Ah, pero, ¿este no era el mejor sistema financiero del mundo?

Ha empezado el baile, y al Gobierno se le ha levantado la falda y le hemos visto las bragas. O el tanga en este caso. El

Ha empezado el baile, y al Gobierno se le ha levantado la falda y le hemos visto las bragas. O el tanga en este caso. El baile lo ha abierto Caja Castilla-La Mancha, CCM, pero no será la única que salga a la pista. El Gobierno anda detrás de Caja Madrid, pero ahora les diré algo de eso. Verán, algunos llevamos tiempo advirtiendo de que esto no estaba bien, de que nuestro sistema financiero estaba expuesto a la crisis y de que por mucho que el Gobierno se empeñara en decirnos lo contrario, en algún momento esa exposición se tendría que traducir en casos como el que hemos visto. Creíamos que nos íbamos a librar, y ya verán como al final –como nos ocurre siempre- vamos a ser los que acumulemos mayor número de entidades financieras con problemas. Lo escribí el otro día y me reitero: 400.000 millones en activos que hoy valen 200.000 millones supone una auténtica sangría en los beneficios de las entidades financieras, y a ojo de buen cubero unos 180.000 millones palmados en su margen de intermediación. Hay un claro problema de liquidez en el sistema, no hay dinero y la morosidad se está disparando, y en esas condiciones ni el mejor sistema financiero del mundo, ni el más sólido, es capaz de resistir. ¿Y qué hace el Gobierno? Nada. Absolutamente nada. No tiene un plan B –eso sí, tiene un Plan E que no sirve ni como campaña de marketing-, ni una hoja de ruta. ¿Es posible? Lo es. A las pruebas me remito: cuando le han dado sopas con ondas en la fusión Unicaja-CCM, ha salido por la tremenda interviniendo en la entidad.

Un tema menor, eso sí, de trámite. Nada que pueda considerarse de importancia. Es que este Gobierno es tan chulo que se reúne los domingos a las seis de la tarde por cosas sin importancia… ¡No te j…! Lo que hay que oír. Encima con chulería. Lo de Solbes es que ya no tiene por donde cogerse. Este equipo económico no es que no tenga pulso –como me decía ayer un buen amigo-, sino que está en coma cerebral irreversible y esto es un auténtico desastre para este país porque nuestro sistema financiero está bajo una presión tremenda. Este Gobierno se ha hinchado a mentir –que si no había crisis, luego no había recesión, no había crisis financiera, el mejor sistema financiero del mundo-, y ahora estamos pagando las consecuencias de tanta mentira porque, incluso siendo cierto que tenemos un sistema financiero bastante sólido, también lo es que la propia recesión está haciendo mella en su cuenta de resultados entre otras cosas porque está convirtiendo en activos tóxicos lo que hasta ahora no lo era. Pero el Gobierno sigue sin un plan B, sin una hoja de ruta sobre lo que va a hacer con nuestras entidades, cómo va a ayudarlas, que hará con sus gestores, etcétera, etcétera, y todo ello pactado con los principales partidos políticos del arco parlamentario. No, que va, ya proveerá la Providencia que para eso sí creen ella.

La situación, fíjense, es tenebrosa. De verdad. Lo de CCM es solo la punta del iceberg, y lo más probable es que en próximas fechas veamos cómo el Gobierno interviene nuevas entidades sin ninguna clase de control. El propio Solbes ya anda diciendo por ahí que lo de Caja Madrid es un problema político que puede acabar siendo un problema de solvencia, y parece anticipar la solución: una gestora que tome el control de la entidad, controlada a su vez por el Gobierno. Sería un caso inadmisible de intervención del Estado en la segunda caja de España y la cuarta entidad de nuestro país, pero parece que es a lo que están dispuestos a llegar mientras el equipo de Gallardón, más ciego que Andrea Boccelli, aplaude con las orejas porque el Gobierno le está sacando los colores a Esperanza Aguirre. ¡Hay que ser memos! El Gobierno se está preparando para quedarse con la Caja, y al final ni para Aguirre ni para Gallardón: para Rodríguez y Squeeze, que ya se frotan las manos. Mariano Rajoy, al que el pasado miércoles le cogió por sorpresa la mención que Rodríguez hizo del asunto en el Congreso, debería tomar cartas en el mismo y poner orden, aunque no le apetezca, si no quiere que el Gobierno se quede con la niña bonita de las entidades financieras controladas por el PP.

“Míreme a los ojos, Sr. Moltó”

Y no solo eso. El PP tiene la obligación de pedir que se investigue hasta las entrañas de CCM, eje de la corrupción socialista en Castilla-La Mancha y Andalucía. Viendo cómo se las ha gastado el Gobierno en el asunto de la trama de corrupción llamada ‘Operación Gürtel’, no cabe en la cabeza de nadie que desde Génova no se esté ya apuntando con todas las baterías a Hernández Moltó, a Barreda, a Chaves y a Bono, presidente del Congreso y el hombre que puso a Hernández Moltó donde está y le facilitó la red de contactos con la que, con la Caja como epicentro, se ha montado la tupida telaraña de corrupción y financiación ilegal del Partido Socialista. Aquel portavoz socialista del que estos días todos los medios recordaban su famosa frase dirigida a Mariano Rubio –“míreme a la cara, señor Rubio”-, hoy está en el centro de la polémica por su nefasta gestión que ha llevado a CCM a la quiebra. Aunque solo sea por eso, Moltó debería dar cuenta ante la Justicia como la dio Mario Conde por el ‘caso Banesto’, pero es que, encima, hay más. Mucho más.

El PP ya debería estar pidiendo una comisión de investigación, y no solo en el Parlamento regional castellano-manchego. También en la Carrera de San Jerónimo. Una Comisión en la que se expliquen la relaciones de Moltó y la CCM con los empresarios Díaz de Mera, González Villarejo -Urbaplaning-, Ventero Muñoz –preso por la Operación Malaya-, Michel Pozo, Dico… Sobre todo Dico y sus ramificaciones en Andalucía, especialmente en Vera. CCM se ha dedicado a financiar las operaciones fraudulentas de todos estos amigos de Barreda y Bono, ha inflado créditos para operaciones cuando menos sospechosas en Illescas, Carranque, Bargas, Maqueda, Chozas de Canales, Talavera de la Reina… En algunos de estos municipios hay imputados por corrupción como Alejandro Pompa Mingo, alcalde de Carrenque, al que sin embargo Barreda no suspende de militancia en el PSOE porque es uno de los recaudadores de Moltó. Y, como no podía ser de otra manera, en la red aparece un nombre por todos conocido, Petra Mateos, presidenta de Hispasat y consejera de CCM, mujer de confianza de Barreda y Bono, socia en una sociedad fantasma llamada Aranjuez Ecociudad Inteligente de Juan María López Alvarez que, a su vez, fue socio de Juan Antonio Roca y lo es ahora de Pedro Román implicado también en la Operación Malaya y a cuya sociedad –de ambos- la CCM renovó un crédito de 30 millones de euros en el último minuto antes de la intervención.

Hay muchas cosas que explicar en todo esto. Demasiadas. Moltó tiene que mirar a los ojos de mucha gente y aclarar todos los extremos de la situación de la caja que preside. Y quienes le han puesto al frente de ella, con más motivo. ¡Panda de chorizos…!

Ha empezado el baile, y al Gobierno se le ha levantado la falda y le hemos visto las bragas. O el tanga en este caso. El baile lo ha abierto Caja Castilla-La Mancha, CCM, pero no será la única que salga a la pista. El Gobierno anda detrás de Caja Madrid, pero ahora les diré algo de eso. Verán, algunos llevamos tiempo advirtiendo de que esto no estaba bien, de que nuestro sistema financiero estaba expuesto a la crisis y de que por mucho que el Gobierno se empeñara en decirnos lo contrario, en algún momento esa exposición se tendría que traducir en casos como el que hemos visto. Creíamos que nos íbamos a librar, y ya verán como al final –como nos ocurre siempre- vamos a ser los que acumulemos mayor número de entidades financieras con problemas. Lo escribí el otro día y me reitero: 400.000 millones en activos que hoy valen 200.000 millones supone una auténtica sangría en los beneficios de las entidades financieras, y a ojo de buen cubero unos 180.000 millones palmados en su margen de intermediación. Hay un claro problema de liquidez en el sistema, no hay dinero y la morosidad se está disparando, y en esas condiciones ni el mejor sistema financiero del mundo, ni el más sólido, es capaz de resistir. ¿Y qué hace el Gobierno? Nada. Absolutamente nada. No tiene un plan B –eso sí, tiene un Plan E que no sirve ni como campaña de marketing-, ni una hoja de ruta. ¿Es posible? Lo es. A las pruebas me remito: cuando le han dado sopas con ondas en la fusión Unicaja-CCM, ha salido por la tremenda interviniendo en la entidad.