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Del ‘clan del por qué no te callas’ o el ‘cordón sanitario’ contra MAFO
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Federico Quevedo

Dos Palabras

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Del ‘clan del por qué no te callas’ o el ‘cordón sanitario’ contra MAFO

Que Rodríguez venga ahora a decirnos que ha cambiado el Gobierno para acomodarlo a las decisiones del G-20 resulta pueril, por no decir necio. A falta

Que Rodríguez venga ahora a decirnos que ha cambiado el Gobierno para acomodarlo a las decisiones del G-20 resulta pueril, por no decir necio. A falta de una excusa mejor, esta es una chufla producto de la inconsistencia de todo su discurso. Este país está en crisis, en una grave crisis, y amenaza con agravarse aún más a medida que pasen los meses. El Gobernador del Banco de España, que es un hombre del PSOE, nombrado por el PSOE al frente de la institución que regenta, sin consenso con el PP para ese nombramiento -como por otra parte es habitual en casi todo lo que hace Rodríguez-, ha dicho una verdad como un templo, que en estas circunstancias la Seguridad Social va a terminar el año con déficit y, sobre todo, ha planteado la necesidad de abrir un debate sobre el futuro de la Seguridad Social y el pago de las pensiones, porque lejos de estar aseguradas, a medida que la crisis se agrava su cobertura peligra. Esto es lo que cualquier persona normal, con dos dedos de frente, le pide a sus políticos, a sus gobernantes: que sean sinceros. Pero lejos de haber aprendido la lección, Rodríguez sigue empeñado en mantenerse en el poder a base de mentiras y de engaños: todo el Gobierno arremete contra MAFO, y se embarca en una campaña de marketing bananero para intentar colárnosla de nuevo diciendo que ya empieza a haber señales de recuperación.

Mentira podrida. Ni las hay, ni las va a haber en un largo periodo de tiempo. De lo que sí empieza a haber señales es de un cierto hartazgo con este Gobierno y con su presidente, sobre todo en sus propias filas. El Gobernador del Banco de España no es el único que está alertando de que hay que plantearse soluciones ahora, no es el único que pide que el Gobierno abra los ojos a la realidad… El ex ministro Jordi Sevilla se ha manifestado también en esa misma dirección, lo mismo que el presidente de SEOPAN y ex director de la Oficina Económica de Moncloa, David Taguas. Hay que reconocerles, sobre todo a Sevilla que sigue siendo diputado, su valentía, porque dadas las circunstancias es bastante factible que el ‘aparato’ de Ferraz haga gala de su tradicional sectarismo y busque represalias. Jordi Sevilla siempre ha sido un hombre bastante cabal, y ya en el Gobierno fue de los pocos que no se calló ante Rodríguez cuando el presidente impulsó el Estatuto Catalán -Sevilla era ministro de Administraciones Públicas- y llevó a cabo el proceso de negociación con ETA. Y es evidente que nunca tuvo la oportunidad de darle aquellas dos tardes de clase sobre economía a Rodríguez, aunque tampoco sé si hubieran servido de mucho, y no lo digo por la capacidad del profesor -que me consta que la tiene-, sino por la del alumno.

En su blog personal, Sevilla se queja de a la advertencia de MAFO algunos -el Gobierno- hayan respondido con un “¿porqué no te callas?” dirigido tanto al Gobernador como al ex presidente del Gobierno José María Aznar que también ha planteado la necesidad de abrir el debate sobre la reforma laboral. Resulta penosa la manera en que este Gobierno se tapa los ojos y los oídos y se niega a ver y oír y, lo que es peor, a aceptar que en efecto tenemos un problema y que hay que buscar soluciones. En cualquier país serio un ex presidente del Gobierno como Aznar, que además cuenta en su haber con el éxito de haber sacado a España de una crisis y haberla metido en el euro cuando nadie se creía que eso pudiera ser posible, tendría autoridad moral suficiente como para que se le escuchara cuando plantea la necesidad de un debate como ese. En lugar de eso, la respuesta socialista es sacar a Leire Pajín, que no le llega a Aznar ni al perfil de la suela de los zapatos, a decir una tontería detrás de otra sobre lo que ella cree que son las opiniones de Aznar, porque encima se las inventa. Pero, ¿es que estos tíos no se van a dar cuenta nunca de que este país va cuesta abajo y sin frenos, y ellos encima empujan?

Cuando desde todos los organismos internacionales y desde servicios de estudios tan prestigiosos como el del Banco de España se está advirtiendo de la gravedad de la situación que atraviesa nuestro país -ayer mismo el FMI auguraba una caída del PIB del 3% este año y de casi el 1% en 2010-, lo mínimo que cabe pedirle al Gobierno que se ha empeñado en mentir y negar una evidencia detrás de otra es un poco de humildad y la aceptación de sus propios errores. Lejos de eso, Rodríguez nos sigue ofreciendo la insolvencia de un programa basado en unas expectativas falsas y en promesas que no se cree ni él. Seguramente sentados en una misma mesa gentes como Sevilla y Montoro encontrarían muchos puntos de desacuerdo, pero no cabe la menor duda de que, al menos, estarían casi al cien por cien de acuerdo en el diagnóstico, y eso es un primer paso muy importante para acercarnos a las posibles soluciones. Pero este Gobierno, lejos de buscar el diálogo y el consenso, practica la única política que sabe hacer: la del ¿por qué no te callas? O, dicho de otro modo, el ‘cordón sanitario’ contra aquellos que dicen lo que no le gusta a Rodríguez, aunque sean de sus propias filas.

Que Rodríguez venga ahora a decirnos que ha cambiado el Gobierno para acomodarlo a las decisiones del G-20 resulta pueril, por no decir necio. A falta de una excusa mejor, esta es una chufla producto de la inconsistencia de todo su discurso. Este país está en crisis, en una grave crisis, y amenaza con agravarse aún más a medida que pasen los meses. El Gobernador del Banco de España, que es un hombre del PSOE, nombrado por el PSOE al frente de la institución que regenta, sin consenso con el PP para ese nombramiento -como por otra parte es habitual en casi todo lo que hace Rodríguez-, ha dicho una verdad como un templo, que en estas circunstancias la Seguridad Social va a terminar el año con déficit y, sobre todo, ha planteado la necesidad de abrir un debate sobre el futuro de la Seguridad Social y el pago de las pensiones, porque lejos de estar aseguradas, a medida que la crisis se agrava su cobertura peligra. Esto es lo que cualquier persona normal, con dos dedos de frente, le pide a sus políticos, a sus gobernantes: que sean sinceros. Pero lejos de haber aprendido la lección, Rodríguez sigue empeñado en mantenerse en el poder a base de mentiras y de engaños: todo el Gobierno arremete contra MAFO, y se embarca en una campaña de marketing bananero para intentar colárnosla de nuevo diciendo que ya empieza a haber señales de recuperación.

Mentira podrida. Ni las hay, ni las va a haber en un largo periodo de tiempo. De lo que sí empieza a haber señales es de un cierto hartazgo con este Gobierno y con su presidente, sobre todo en sus propias filas. El Gobernador del Banco de España no es el único que está alertando de que hay que plantearse soluciones ahora, no es el único que pide que el Gobierno abra los ojos a la realidad… El ex ministro Jordi Sevilla se ha manifestado también en esa misma dirección, lo mismo que el presidente de SEOPAN y ex director de la Oficina Económica de Moncloa, David Taguas. Hay que reconocerles, sobre todo a Sevilla que sigue siendo diputado, su valentía, porque dadas las circunstancias es bastante factible que el ‘aparato’ de Ferraz haga gala de su tradicional sectarismo y busque represalias. Jordi Sevilla siempre ha sido un hombre bastante cabal, y ya en el Gobierno fue de los pocos que no se calló ante Rodríguez cuando el presidente impulsó el Estatuto Catalán -Sevilla era ministro de Administraciones Públicas- y llevó a cabo el proceso de negociación con ETA. Y es evidente que nunca tuvo la oportunidad de darle aquellas dos tardes de clase sobre economía a Rodríguez, aunque tampoco sé si hubieran servido de mucho, y no lo digo por la capacidad del profesor -que me consta que la tiene-, sino por la del alumno.

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