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Trueba, Tosar y la extrema derecha que tanto aprecia Rubalcaba
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Federico Quevedo

Dos Palabras

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Trueba, Tosar y la extrema derecha que tanto aprecia Rubalcaba

Un actor y un director de cine se han pronunciado estos días sobre la actualidad política en sendas entrevistas. Luis Tosar y Fernando Trueba dan buena

Un actor y un director de cine se han pronunciado estos días sobre la actualidad política en sendas entrevistas. Luis Tosar y Fernando Trueba dan buena muestra de por qué en este país sigue siendo imposible convivir con un mínimo nivel de mutuo respeto, cuando desde la izquierda se sigue criminalizando a la derecha absolutamente por todo lo que hace. Tosar, preguntado sobre la inacción de los actores ante la situación de crisis que vive el país, responde lo siguiente: “El colectivo de actores sigue siendo muy activo, lo que pasa es que a veces comparáis actos de mentira de Estado con una situación de malestar social. No es lo mismo que desde el Estado digan que hay armas de destrucción masiva en Iraq cuando el resto del mundo sabe que es mentira, o que se diga que es ETA quien ha hecho el 11-M, o que se saquen de la manga tres o cuatro mentiras sobre el Prestige... a la situación que vivimos ahora”. No tengo palabras. Como es difícil tenerlas para calificar la siguiente afirmación hecha esta semana por el director Fernando Trueba: “Todas las dictaduras, las de derechas y las de izquierda, son para mí de derechas, porque nadie que diga que es de izquierdas o revolucionario tiene a la gente sojuzgada. Eso es reaccionario”.

 

¿Saben cuál es el problema? Pues que este tipo de afirmaciones las comparte demasiada gente, y demasiada gente con mucha capacidad de influencia sobre la opinión pública, y demasiada gente que además ocupa puestos de responsabilidad en el Gobierno de la Nación. Por eso se permiten el lujo, cuando se ven arrinconados por sus propios errores y por la naturaleza antidemocrática y probablemente delictiva de sus actos, de acusar a los demás de ser la extrema derecha, como hizo el otro día Alfredo Pérez Rubalcaba en el Congreso de los Diputados. No creo que sea necesario responder ni a Tosar ni a Trueba, porque sus afirmaciones se descalifican por sí mismas y estaría bien que, por ejemplo, las de Tosar se repartieran entre las colas de parados de las oficinas del INEM, y las de Trueba en las calles de La Habana, para que unos y otros entiendan por qué la progresía y la cultureta españolas les han abandonado a su suerte, la de los parados pasar hambre sin perspectiva de futuro, y la de los cubanos pasar hambre o la perspectiva de la cárcel y la persecución política, cuando no la muerte. Me quedo con aquella frase de Pérez Reverte, que, en mi opinión, es simplemente genial: “Cuánto más peligro tiene un imbécil, que un malvado”. Eso sí, a mí que no me pidan que vaya a ver una sola película de ambos, porque no seré yo quien encima les ayude a engordar sus cuentas corrientes.

Desde el poder se ha seguido insistiendo en una política de ruptura, de ensañamiento hacia el discrepante y de odio hacia la derecha

Lo que me preocupa de todo esto es que en este país sigue habiendo unas distancias insalvables entre unos y otros. Siempre les he dicho a ustedes que yo tengo amigos de izquierdas con los que me llevo francamente bien, incluso mejor que con algunos de derechas, porque entiendo que todos tenemos que ser capaces de encontrar espacios de acercamiento y buscar el modo de respetarnos y no el de enfrentarnos. Y, sin embargo, desde el poder se ha seguido insistiendo en una política de ruptura, de ensañamiento hacia el discrepante y de odio hacia la derecha que empieza a resultar ya patético y, sinceramente, nauseabundo. En este país, para la izquierda, la culpa de todo la tiene la derecha, y no me digan que viceversa porque no es cierto. La derecha ha sabido reconocer las bondades de los gobiernos de Felipe González, que fueron muchas, aunque luego se vinieran abajo por culpa de la corrupción y del crimen de Estado. Pero nadie de la izquierda es capaz de reconocer una sola virtud en los ocho años del Gobierno de José María Aznar, y probablemente fue una de las etapas más prósperas de nuestro país. ¡Ah! Pero no, es mucho más dramático para los españoles lo que ocurriera entonces a decenas de miles de kilómetros de distancia que lo hoy ocurre a la vuelta de la esquina.

Desde que llegara Rodríguez al Gobierno ha habido un empeño sistemático y recurrente por silenciar las voces de la discrepancia. La aparición de medios de comunicación que han conseguido encontrar un importante nicho de mercado en un sector de la sociedad que se encontraba huérfano de mensajes y de medios con los que identificarse, ha hecho que rebrotara esa estrategia que no puede calificarse de otro modo que de totalitaria. Y quienes la ponen en práctica son los mismos que nos califican a los demás de “extrema derecha”. Pero, ¿qué es la extrema derecha sino el intento de silenciar a quienes no quieren estar de acuerdo con el pensamiento único y con la verdad oficial? A Rubalcaba le traicionaron los nervios el pasado miércoles, porque se sabe acosado por el ‘caso Faisán’ y su propia responsabilidad en uno de los hechos más graves de la democracia. Pero ni eso, ni los cinco millones de parados, ni el mayor recorte social que haya llevado a cabo ningún Gobierno de la democracia, ni el sometimiento a los intereses de las naciones más ricas, ni el abandono de los que sufren la persecución de regímenes tiránicos como el de Rabat, ni que España tenga más tropas de las que ha tenido nunca participando en una guerra a miles de kilómetros de distancia, ni que seamos el país con el mayor porcentaje de fracaso escolar de toda Europa, ni… Nada de todo eso es comparable al accidente de un petrolero o a la decisión de un Gobierno de apoyar la invasión de una nación terrorista… “¡Qué miedo me dais, rediós!” (Pérez Reverte dixit).

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Un actor y un director de cine se han pronunciado estos días sobre la actualidad política en sendas entrevistas. Luis Tosar y Fernando Trueba dan buena muestra de por qué en este país sigue siendo imposible convivir con un mínimo nivel de mutuo respeto, cuando desde la izquierda se sigue criminalizando a la derecha absolutamente por todo lo que hace. Tosar, preguntado sobre la inacción de los actores ante la situación de crisis que vive el país, responde lo siguiente: “El colectivo de actores sigue siendo muy activo, lo que pasa es que a veces comparáis actos de mentira de Estado con una situación de malestar social. No es lo mismo que desde el Estado digan que hay armas de destrucción masiva en Iraq cuando el resto del mundo sabe que es mentira, o que se diga que es ETA quien ha hecho el 11-M, o que se saquen de la manga tres o cuatro mentiras sobre el Prestige... a la situación que vivimos ahora”. No tengo palabras. Como es difícil tenerlas para calificar la siguiente afirmación hecha esta semana por el director Fernando Trueba: “Todas las dictaduras, las de derechas y las de izquierda, son para mí de derechas, porque nadie que diga que es de izquierdas o revolucionario tiene a la gente sojuzgada. Eso es reaccionario”.

Alfredo Pérez Rubalcaba Luis Tosar