Es noticia
El otro Pacto del Tinell
  1. España
  2. Dos Palabras
Federico Quevedo

Dos Palabras

Por

El otro Pacto del Tinell

"Si supiera que Rubalcaba apoya a Pedro J., no sólo perdería mi condición de simpatizante, sino que me cuestionaría la de militante". Lo dijo ayer en

"Si supiera que Rubalcaba apoya a Pedro J., no sólo perdería mi condición de simpatizante, sino que me cuestionaría la de militante". Lo dijo ayer en Extremadura el expresidente del Gobierno Felipe González. Sí, ya sé que muchos me recordarán los GAL y los casos de corrupción bajo su mandato, pero lo cierto es que en aquella época Pedro José quiso meter en la cárcel a González por ser la 'X' de los GAL y no lo consiguió, y hoy el expresidente del Gobierno socialista es un político respetable y respetado cuya opinión vale mucho.

A mí ya me constaba esta semana, cuando el líder socialista Alfredo Pérez Rubalcaba anunció que presentaría una moción de censura contra Rajoy si el presidente del Gobierno no daba explicaciones por el caso Bárcenas, que a la vieja guardia socialista la idea de hacer 'seguidismo' de Pedro J. y del chantaje de un delincuente no le gustaba nada, entre otras cosas porque traía al PSOE malos recuerdos de los tiempos de Felipe González, y también de los de la primera legislatura de José Luis Rodríguez Zapatero.

De hecho, me consta también que desde ese entorno y con la mediación de Su Majestad el Rey, se han tendido algo más que puentes con el Gobierno para intentar reconducir una situación que el lunes pasado estaba completamente rota. Ni González ni el sector más sensato del Partido Socialista quieren volver a reeditar aquel Pacto del Tinell de nefasto recuerdo, y mucho menos con aliados tan circunstanciales y tan peligrosos como un delincuente llamado Bárcenas, Pedro J. y la extrema derecha del PP.

Acoso contra Rajoy

Frente a quienes buscan la caída de Rajoy a toda costa y provocar una crisis política sin precedentes en nuestro país, el discurso de González pasa por el reencuentro con el PP sobre la base de la necesidad de acometer cambios muy importantes en las leyes de nuestro país para que no vuelvan a pasar las cosas que han pasado hasta ahora: “Me parece que hay que actuar políticamente de manera diferente, que tenemos una crisis no sólo de élites políticas dramática; políticas, económicas, intelectuales, sociales, mediáticas, todo lo que quieren y para colmo morales", ha dicho Felipe. "Morales no las del paisano (Evo) Morales, sino morales de Rouco Varela y compañía; imagínense qué crisis moral tendremos que estamos en manos de Pedro J".

Este segundo Pacto del Tinell, no escrito pero sí labrado a base de titulares de periódico construidos de la nada en muchos casos, y de falsedades en otros, ha logrado concitar en torno a sí a la izquierda más radical, a la extrema derecha del PP, a locutores radiofónicos que nadan en el exabrupto constante y en la permanente difamación y al resto de medios de comunicación entregados a la causa de tumbar al Gobierno sobre la base de las mentiras de un extesorero delincuente y el periodista que sirve de altavoz a sus patrañas. Bueno, todos no. No lo hace este periódico, desde luego. Y el jueves el director de La Vanguardia, José Antich, se desmarcaba claramente de la operación de acoso iniciada por Pedro J. contra Mariano Rajoy. ¿Alguien se imagina dónde puede terminar esta confluencia de intereses tan dispares? Sin duda en la destrucción de nuestro modelo de democracia

¿Alguien se imagina dónde puede terminar esta confluencia de intereses tan dispares? Sin duda en la destrucción de nuestro modelo de democracia tal y como lo concebimos en la Transición. Y habrá quienes, por supuesto, defiendan que eso es necesario, pero yo creo que la inmensa mayoría de la gente de este país quiere que cambien aquellas cosas que están mal pero sin provocar una ruptura que nos depare sabe Dios qué destino muy lejos del sistema democrático.

Que Rajoy tendrá que comparecer y dar explicaciones de muchas cosas lo defendemos casi todos, incluso en su propio partido, pero también es lógico que el presidente del Gobierno no quiera someterse ni al chantaje de un delincuente ni al capricho de un mal periodista que sólo quiere vender periódicos y nunca dejará que la verdad le estropee un buen titular. El PSOE tiene ahora en sus manos la decisión de sumarse al chantaje de Bárcenas-Pedro J. o, sin dejar de hacer oposición, volver a la senda del acuerdo para buscar una salida a los problemas de este país que le afectan muy directamente.

González ha dejado muy claro que confía en que su partido no se pliegue a la estrategia del rotativo de Ramírez, con quien ha protagonizado desencuentros históricos: "Ya saben que hace unos años dije que voy a ser militante de este partido por el resto de mi vida pero estoy con problemas de simpatías; bueno pues si esto ocurriera, y si conozco a Pérez Rubalcaba, creo que no va a ocurrir, para mi sería una sorpresa inimaginable". Y para los demás, también.

 

"Si supiera que Rubalcaba apoya a Pedro J., no sólo perdería mi condición de simpatizante, sino que me cuestionaría la de militante". Lo dijo ayer en Extremadura el expresidente del Gobierno Felipe González. Sí, ya sé que muchos me recordarán los GAL y los casos de corrupción bajo su mandato, pero lo cierto es que en aquella época Pedro José quiso meter en la cárcel a González por ser la 'X' de los GAL y no lo consiguió, y hoy el expresidente del Gobierno socialista es un político respetable y respetado cuya opinión vale mucho.