Es noticia
¡Es la política, estúpido!
  1. España
  2. Dos Palabras
Federico Quevedo

Dos Palabras

Por

¡Es la política, estúpido!

España ha salido de la crisis y ha comenzado una etapa de recuperación. Eso es evidente incluso para aquellos a quienes les hubiera gustado todo lo

España ha salido de la crisis y ha comenzado una etapa de recuperación. Eso es evidente incluso para aquellos a quienes les hubiera gustado todo lo contrario para poder seguir manteniendo la presión política sobre el Gobierno a cuenta de sus reformas. Podrá gustar o no, pero lo cierto es que dos años después de su llegada al poder el Gobierno de Mariano Rajoy ha conseguido sacar a España de la crisis y, sobre todo, que las expectativas sobre nuestro país hayan mejorado sensiblemente respecto a como estaban cuando el PP ganó las elecciones de noviembre 2011.

Parece que fue hace un siglo, pero solo ha pasado año y medio desde que, todavía impulsada por los efectos nocivos de los años anteriores, nuestra prima de riesgo llegara a sobrepasar los 600 puntos básicos y el rescate-país a España llegara a ponerse sobre la mesa en aquel verano de 2012 como la única alternativa posible a la situación. Es más, eran numerosas las voces que, sabedoras de que un rescate acabaría con el Gobierno de Rajoy, lo pedían a gritos en los medios de comunicación y había quienes incluso se ofrecían como voluntarios al enorme sacrificio de dirigir al país… Eso sí, sin pasar por las urnas, es decir, nombrados por la Troika… ¿Se acuerdan de aquel famoso articulo de Garicano y Villaverde en el que anunciaban todos lo males sobre nuestro país? Pues eso.

La situación ha cambiado, eso es más que evidente, pero la pregunta que cabe hacerse es otra: ¿se han esquivado todos los riesgos que amenazan a nuestra economía? La respuesta no puede ser otra que un ‘no’ muy evidente. Y la principal amenaza no es tanto económica como política, y así lo expresa la consultora Freemarket en un interesante trabajo titulado Es la política, estúpido…, en el que señala el riesgo de inestabilidad política como la mayor amenaza a la recuperación. Es cierto que para que esa amenaza lo sea en efecto, la economía parte de algunas fragilidades, principalmente derivadas de los incumplimientos presupuestarios.

El PP es un partido que, si bien ha conseguido sacar a España de la crisis, recibe la crítica de sus propios votantes por haberlo hecho con políticas ajenas a su programa electoral

Sin duda, los mercados y los organismos internacionales han valorado positivamente el ajuste hecho por el sector privado, así como el saneamiento bancario y las reformas estructurales llevadas a cabo por el Gobierno –sobre todo en el mercado laboral- y han sido más benignos con la ausencia de reformas en el sector público precisamente porque la mayoría absoluta del PP permitía aventurar que esas reformas vendrían tarde o temprano. Pero el punto de partida de las cuentas públicas no es, precisamente, el mejor del mundo: un déficit que difícilmente va a bajar del 5,8% del PIB por mucho que mejoren los ingresos gracias a la recuperación económica y una deuda pública elevada que sobrepasará el 100% del PIB.

Hoy por hoy esa situación es sostenible precisamente porque el Gobierno garantiza la estabilidad pero, ¿que pasará si eso no se mantiene en el tiempo y la estabilidad se torna en lo contrario? El primer elemento preocupante viene de la desafección ciudadana hacia la clase política producto de la corrupción y de los años de ‘despilfarro’ en el gasto público, desafección que afecta principalmente a los dos grandes partidos que, en definitiva, han sido y son los que gobiernan la mayor parte del país desde el Gobierno central, las comunidades autónomas y los ayuntamientos. El informe señala la situación preocupante del PP, un partido que, si bien ha conseguido sacar a España de la crisis, recibe la crítica de sus propios votantes por haberlo hecho con políticas ajenas a su programa electoral. Al otro lado, el PSOE no es capaz de articular una alternativa creíble y desde Ferraz se gobierna un reino de taifas.

Ambos partidos caminan, como ya señalaba en este mismo post hace una semana, hacia los resultados más bajos de su historia, lo que amenaza con un final del bipartidismo, que podría conducir a una italianización de la vida política española. ¿Qué pasará si ninguno de los dos tiene mayoría absoluta? Aunque públicamente en ambas formaciones se dice que gobernaría el más votado, lo cierto es que al PP le sería prácticamente imposible sumar apoyos de otras fuerzas, lo que implicaría un Gobierno de concentración de izquierdas que, sin duda, pondría en marcha una reforma de la Constitución que todo el mundo sabe como empieza pero nadie puede adivinar como acaba, entre otras cosas porque seguirá latente la crisis catalana y porque ninguna de las instituciones del Estado podrá erigirse en árbitro de la situación, ni siquiera la Corona.

Y si los mercados perciben que España “se encamina hacia un parlamento fragmentado que hace imposible o precaria la configuración de un gobierno fuerte comprometido con la estabilidad macroeconómica, con las reformas estructurales y con una salida a la cuestión catalana, la recuperación estará en peligro”, concluye el informe. ¿Demasiado pesimista?  Es posible… O no, que diría el propio Rajoy. Pero lo cierto es que el Gobierno debería de empezar a atender a este riesgo porque existe, y para evitarlo hace falta una agenda política clara y un plan de reformas, no solo económicas, mucho más audaz. Veremos si las Europeas le ponen las pilas al Gobierno…

España ha salido de la crisis y ha comenzado una etapa de recuperación. Eso es evidente incluso para aquellos a quienes les hubiera gustado todo lo contrario para poder seguir manteniendo la presión política sobre el Gobierno a cuenta de sus reformas. Podrá gustar o no, pero lo cierto es que dos años después de su llegada al poder el Gobierno de Mariano Rajoy ha conseguido sacar a España de la crisis y, sobre todo, que las expectativas sobre nuestro país hayan mejorado sensiblemente respecto a como estaban cuando el PP ganó las elecciones de noviembre 2011.

Recuperación económica Mariano Rajoy Política