Es noticia
El PP engordó a Podemos y no sabe cómo pararlo
  1. España
  2. Dos Palabras
Federico Quevedo

Dos Palabras

Por

El PP engordó a Podemos y no sabe cómo pararlo

Ahora empieza a ser consciente del tremendo error que han cometido. Quizás ya es demasiado tarde

Foto: El líder de Podemos, Pablo Iglesias, se dirige a la tribuna de oradores para responder al presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy. (EFE)
El líder de Podemos, Pablo Iglesias, se dirige a la tribuna de oradores para responder al presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy. (EFE)

Seguro que muchos de ustedes se acuerdan de aquella famosa frase pronunciada por el sociólogo de cabecera del PP, Pedro Arriola, en uno de esos desayunos informativos que se celebran en Madrid, que tuvo lugar después de las elecciones europeas y dirigió a Podemos: “Son unos frikis”. Eso era, en efecto, lo que en aquel momento se opinaba en el PP sobre el partido morado emergente. Es más, en el PP estaban encantados con la aparición de Pablo Iglesias y los suyos en el panorama político nacional.

Tan encantados, que desde el Palacio de la Moncloa, y en concreto desde los despachos de la vicepresidencia del Gobierno, se utilizaron todos los argumentos posibles para que desde determinadas televisiones privadas se le diera a Podemos un protagonismo suficiente como para poner en peligro la supremacía del PSOE en la izquierda. El PP, y más concretamente la vicepresidenta del Gobierno, se cobraba de ese modo la factura de su apoyo en la venta de Cuatro y La Sexta, Telecinco y Antena 3.

La lectura que se hacía en el PP era la de que esa fractura del voto en la izquierda permitiría al PP una hegemonía del voto en el centro-derecha que le volvería a dar el Gobierno, a pesar del desgaste de la crisis. En aquel momento el listo de Arriola no tuvo en cuenta la aparición de Ciudadanos, pero la operación Podemos ya estaba en marcha y su presencia en los medios comenzó a ser casi asfixiante. ¿Resultado? En las elecciones municipales se hacían con las dos principales ciudades españolas, con otras capitales más, y se hacían decisivos para que el PSOE gobernara en comunidades autónomas en las que el partido más votado había sido el PP.

La lectura que hacía Arriola era la de que Podemos se había estancado en un 16-17% del voto, lo cual serviría para fracturar el voto de la izquierda

Ya en aquel momento hubo quienes en el Partido Popular se asustaron: “¿No habremos ido demasiado lejos?” le llegaron a preguntar a Rajoy en un Comité Ejecutivo. Y el presidente respondió con el silencio. Y es que, a pesar de que, en efecto, el fenómeno Podemos le había hecho un roto al PP importante en las municipales y autonómicas entregando al PSOE un poder inesperado, la lectura que hacía Arriola era la de que, con todo, Podemos se había estancado en un porcentaje del 16-17% del voto, lo cual en unas elecciones generales serviría para fracturar el voto de la izquierda y permitirle al PP ganar las elecciones y gobernar.

Algo de eso ocurrió el 20-D, aunque Podemos logró un porcentaje de voto algo superior al previsto por Arriola y se quedó a tan solo 300.000 votos del PSOE. Y por el centro-derecha Ciudadanos le robaba al PP más de un millón de votos. Eso impidió que la promesa de Arriola a Rajoy –“vas a ganar y a gobernar”- se fuera al traste. Pero hizo imposible, también, que se forjara una alternativa, lo cual nos condujo a unas nuevas elecciones que se celebrarán el próximo 26 de junio.

Esta es la pregunta que se hacen algunos en Génova 13…: “¿Hasta ese punto hemos engordado al monstruo?”. Pues parece que sí

¿Alguien cree que, a pesar de todos los errores, se ha dejado de escuchar a Arriola en el PP? Para nada. De hecho, es el padre de la estrategia de bipolarización PP-Podemos con la que el partido de Rajoy ha inaugurado esta campaña, ninguneando al PSOE y a Ciudadanos. Sin embargo, en la izquierda ha ocurrido algo con lo que el PP no contaba: la confluencia de IU-Podemos. En Génova 13 se creía que IU se resistiría a ir en coalición con el partido morado, por el profundo rechazo que genera el populismo en buena parte de sus bases. Pero Alberto Garzón hizo de la necesidad virtud y ahora esa confluencia no amenaza solo con fracturar aún más el voto de la izquierda, sino que incluso se ve ya como segunda fuerza política.

¿Y si la suma de IU-Podemos más el PSOE les permite llegar al poder? Esa es la pregunta que se hacen algunos en Génova 13…: “¿Hasta ese punto hemos engordado al monstruo?”. Pues parece que sí. Y ahora se están replanteando si la campaña diseñada es la correcta, pero tampoco tienen claro qué hacer. El PP ayudó a engordar a Podemos, y ahora empieza a ser consciente del tremendo error que han cometido. Quizás ya es demasiado tarde.

Seguro que muchos de ustedes se acuerdan de aquella famosa frase pronunciada por el sociólogo de cabecera del PP, Pedro Arriola, en uno de esos desayunos informativos que se celebran en Madrid, que tuvo lugar después de las elecciones europeas y dirigió a Podemos: “Son unos frikis”. Eso era, en efecto, lo que en aquel momento se opinaba en el PP sobre el partido morado emergente. Es más, en el PP estaban encantados con la aparición de Pablo Iglesias y los suyos en el panorama político nacional.

Izquierda Unida Soraya Sáenz de Santamaría