Es noticia
Rajoy ya piensa en su propia sucesión
  1. España
  2. Dos Palabras
Federico Quevedo

Dos Palabras

Por

Rajoy ya piensa en su propia sucesión

El presidente quiere una legislatura corta, que le permita hacer reformas y regenerar el partido, para dar paso a su sucesor natural: Alberto Núñez Feijóo

Foto: El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, durante el cierre de campaña de las elecciones gallegas. (EFE)
El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, durante el cierre de campaña de las elecciones gallegas. (EFE)

Hace unos meses, antes de las elecciones del 26 de junio, Mariano Rajoy concedió una entrevista al 'Financial Times' en la que aseguraba que no tenía un “sucesor natural” que pudiera asumir el liderazgo del Partido Popular en su lugar. Meses después, las elecciones del 25 de septiembre en Galicia encumbraban a Alberto Núñez Feijóo, que repetía mayoría absoluta en unas circunstancias adversas, a ese puesto, y este es el momento en el que casi todo el mundo en el PP le ve como el próximo líder del partido a nivel nacional.

Rajoy también. Es verdad que en la trayectoria de ambos políticos ha habido desencuentros. El último fue tras las elecciones autonómicas y municipales, cuando el presidente amagó con una crisis de gobierno en la que Feijóo tenía puestas sus esperanzas, pero que al final se quedó en nada. A partir de ahí, el dirigente gallego entró en una fase de desapego y a punto estuvo de tirarlo todo por la borda y dejar la política. Pero entonces Rajoy le pidió que siguiera a cambio de lo que hoy ya parece algo más que hecho: ser su sucesor si las urnas le confirmaban en ese puesto.

Y lo hicieron. Para desgracia de ‘otras’ que confiaban en un mal resultado en Galicia que diera al traste con las aspiraciones del político gallego, y ahora es difícil que puedan utilizar contra él los mismos 'argumentos' que han utilizado contra otros de sus enemigos, como Soria, por ejemplo. Feijóo se ha asentado ya como la esperanza colectiva de un partido que, a pesar de los resultados de junio, sabe que tiene una enorme necesidad de regenerarse. Pero, para eso, es necesario formar gobierno y tomarse un tiempo para poder poner la casa en orden.

Feijóo se ha asentado ya como la esperanza colectiva de un partido que, a pesar de los resultados de junio, sabe que tiene una enorme necesidad de regenerarse

Unas terceras elecciones hubieran supuesto un retraso importante en los planes del presidente del Gobierno, porque aunque el PP hubiera podido obtener un mejor resultado que en junio –cosa que estaría por ver–, el hundimiento del PSOE hubiera dejado el liderazgo de la oposición en manos de Podemos, haciendo imposible cualquier tipo de acuerdo en las cuestiones claves, como la amenaza de secesión catalana, la lucha contra el terrorismo o los compromisos económicos con la UE.

En esa clave hay que entender el mensaje de Rajoy el pasado jueves cuando anunció que no pondría ninguna condición al PSOE a cambio de la abstención. Existía una seria discrepancia interna en el PP entre quienes abogaban por ir a terceras elecciones y para ello eran partidarios de ponerle al PSOE exigencias imposibles para aceptar su abstención –vaya paradoja, ¿no?, el ‘beneficiario’ de la abstención poniendo condiciones para aceptarla, en lugar de ser al revés–, y que se encontraban en los círculos monclovitas próximos a Rajoy, y los partidarios de no humillar al PSOE y echar a andar la legislatura aunque sea a base de tener que pactar hasta las comas.

Si no se tuerce nada de aquí al final de octubre, habrá investidura de Mariano Rajoy, que después tendrá que remangarse para negociarlo todo... en dos años

Ganaron estos últimos, y no porque Rajoy creyera que era lo mejor para el PP, sino porque ha pensado que era lo mejor para el país. Si no se tuerce nada de aquí al final de octubre, habrá investidura de Mariano Rajoy, que después tendrá que remangarse para negociarlo todo… Por eso él cree que la legislatura será corta, no más de dos años –aunque él habrá sumado casi siete como presidente del Gobierno– y que después habrá que ir a otras elecciones en las que el PP cambiará de candidato: Núñez Feijóo.

Pero quiere dejarlo todo atado, sin estridencias, a su estilo. Y en el próximo congreso ya se producirán cambios significativos –como la secretaría general– que irán avanzando en esa dirección. Pero en este tiempo el Gobierno habrá buscado acuerdos para llevar a cabo reformas importantes que le permitan presentarse ante los ciudadanos como un partido reformista, rompiendo con esa imagen de inmovilismo que ha atesorado hasta ahora el líder del PP. Y si en ese tiempo el PSOE ha conseguido encontrar su ‘camino’, es posible que asistamos a un renacer del bipartidismo. Pero eso ya es política ficción, hoy por hoy.

Hace unos meses, antes de las elecciones del 26 de junio, Mariano Rajoy concedió una entrevista al 'Financial Times' en la que aseguraba que no tenía un “sucesor natural” que pudiera asumir el liderazgo del Partido Popular en su lugar. Meses después, las elecciones del 25 de septiembre en Galicia encumbraban a Alberto Núñez Feijóo, que repetía mayoría absoluta en unas circunstancias adversas, a ese puesto, y este es el momento en el que casi todo el mundo en el PP le ve como el próximo líder del partido a nivel nacional.

Mariano Rajoy Alberto Núñez Feijóo