Es noticia
En el congreso del PP ponen velas para que gane Pablo Iglesias
  1. España
  2. Dos Palabras
Federico Quevedo

Dos Palabras

Por

En el congreso del PP ponen velas para que gane Pablo Iglesias

En la Caja Mágica interesa más lo de Vistalegre que lo propio e imploran la victoria de Iglesias, que ya salvó la vida una vez a Mariano Rajoy

Foto: Rajoy es reelegido como líder del PP. (EFE)
Rajoy es reelegido como líder del PP. (EFE)

Del XVIII Congreso Nacional del PP a la II Asamblea Ciudadana de Podemos. De la Caja Mágica a Vistalegre, para traer a este blog una impresión lo mas objetiva posible de lo ocurrido en los dos cónclaves celebrados este fin de semana en Madrid. Si tuviera que resumirlo en pocas palabras, diría que he pasado de un congreso felizmente aburrido a otro marcado por un lacónico "sí se puede".

Cierto que el hecho de que María Dolores de Cospedal salvara por los pelos su continuidad como secretaria general –algo que ya anuncié que ocurriría hace mes y medio, al igual que la ‘ascensión’ de Maillo a los altares de la Coordinación General–, le dio algo de vidilla al congreso del PP donde en verdad lo que había era una autentica expectación por lo que estaba pasando a más o menos un cuarto de hora de allí. Sí, como lo oyen, interesaba más lo de Podemos que lo propio, porque sabiendo que lo propio era ajeno a la sorpresa –con Rajoy al mando no hay lugar–, lo verdaderamente apasionante estaba en la descarnada lucha podemista.

Iglesias radicalizará Podemos y eso lo llevará a la marginalidad. Por el contrario, en el PP, pero sobre todo en el PSOE, se teme una victoria de Errejón

Una lucha que, a ojos de los muchos dirigentes y militantes del PP con los que pude hablar antes de desplazarme a Vistalegre, solo puede ganar Pablo Iglesias. O, al menos, eso es por lo que rezan en los despachos del PP y, con mayor motivo, en los del PSOE. La razón es obvia, y si me quedaba alguna duda me la despejaron entre el viernes por la tarde y el sábado por la mañana: Iglesias radicalizará Podemos y eso llevará al partido a la marginalidad. Por el contrario, tanto en el PP como, sobre todo, en el PSOE, se teme una victoria de Errejón: “Es más listo, sabe que para ganar tiene que moderar su discurso y eso es lo que está haciendo, y si gana pondría en apuros al PSOE”, me decían en las filas populares.

Y no les falta razón, de hecho me consta que Susana Díaz está muy pendiente de lo que ocurra en Vistalegre para decidir sobre su propio futuro. Y es que si en Vistalegre gana lo que yo escuché el sábado por la tarde, ese partido está condenado a la marginalidad, sino a la desaparición. No había más que escuchar las intervenciones de Irene Montero –magnífica oradora y una agitadora de masas impagable–, de Rafa Mayoral o del propio Miguel Urbán para darse cuenta de que con esos discursos incendiarios y, al mismo tiempo, caducos y propios de una izquierda trasnochada, Podemos no va a ninguna parte.

Seguramente a los miles de fieles entregados a la causa que ocupaban los asientos de la plaza les estaba encantando escuchar cómo su partido iba a acabar con las élites políticas y económicas, pero sería bueno que alguien les dijera que nada de todo eso va a ocurrir, y que si de verdad se quieren cambiar las cosas y trabajar por el bienestar de la gente, ya no sirven los procesos revolucionarios. Hay que hacerlo desde dentro.

En la Caja Mágica se buscaban altares en los que poner velas pidiendo por la victoria de Iglesias. Implorando la victoria de Iglesias

La única nota de sensatez, se lo digo en serio, la puso una Rita Maestre a la que un espontáneo dio un susto de muerte, lo que no impidió que hiciera un discurso tranquilo y aperturista, frente al tono combativo y revanchista del resto de intervinientes. Ese camino es el único posible si Podemos quiere ser mayor y optar a convertirse en alternativa. Lo demás es volver a un discurso que en España solo ha servido para acabar haciendo el ridículo en los escaños del Congreso. Por eso en la Caja Mágica se buscaban altares en los que poner velas pidiendo por la victoria de Iglesias. Implorando la victoria de Iglesias. Porque Iglesias ya salvó la vida –política, se entiende– una vez a Mariano Rajoy, y a este paso puede acabar convirtiéndole en el presidente más longevo de la reciente historia de España. Y, sino, al tiempo.

Del XVIII Congreso Nacional del PP a la II Asamblea Ciudadana de Podemos. De la Caja Mágica a Vistalegre, para traer a este blog una impresión lo mas objetiva posible de lo ocurrido en los dos cónclaves celebrados este fin de semana en Madrid. Si tuviera que resumirlo en pocas palabras, diría que he pasado de un congreso felizmente aburrido a otro marcado por un lacónico "sí se puede".

Vistalegre II Íñigo Errejón