El Ibex ya tiene candidata, Soraya. ¿Y el PP?

El lunes por la mañana, un portavoz cualificado de Ciudadanos me hacía la siguiente reflexión: “En las actuales circunstancias se nos hace muy difícil seguir mostrando apoyo al Gobierno de Mariano Rajoy. Vamos a votar los Presupuestos porque tenemos un compromiso y lo cumpliremos, pero es casi imposible que podamos salir en ninguna otra 'foto' con el PP, y al PSOE, pase lo que pase en las primarias, le ocurre lo mismo”. Le pregunté si eso se traducía, por ejemplo, en no votar el techo de gasto de los Presupuestos de 2018 en el mes de junio: “Sin duda. A día de hoy eso es imposible, Rajoy está demasiado cercado por la corrupción como para que podamos seguir apoyando ninguna iniciativa del Gobierno”.

Si eso es así, le dije, Rajoy se vería abocado a convocar elecciones… “Bueno, podría prorrogar los Presupuestos de 2017, que yo creo que ya los han elaborado con esa intención, pero si se visualiza un veto constante en el Parlamento a todo lo que haga el Gobierno, no tendrá más remedio que convocar elecciones”. O retirarse…: “Esa sería una opción si él entiende que unas elecciones son perjudiciales para el PP”. Y, en ese caso, este portavoz de Ciudadanos puso un nombre sobre la mesa que, en su opinión, es el que recibiría más apoyos del 'establishment' político-económico para suceder a Rajoy, el de su vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría. “Es la candidata del Ibex –me dijo-, y nosotros no la veríamos con malos ojos”.

En Génova 13 ahora gana la impresión de que esta va a ser la última legislatura de Mariano Rajoy al frente del Gobierno y que no volverá a ser candidato

Incluso Ciudadanos podría en ese caso replantearse su negativa a entrar en el Gobierno. Es cierto que Soraya es la candidata del Ibex, el problema es que no es la candidata del PP. Un PP que todavía hoy sigue en 'shock' tras los últimos escándalos de corrupción y no sabe cómo reaccionar, pero en el que ya se escuchan algunas voces –aunque sea en privado- que aseguran que algo hay que hacer, y que parece evidente que el partido necesita una profunda transformación, esa que no hizo en el Congreso de febrero y que está pendiente desde las elecciones del 20 de diciembre de 2016. Y esa profunda transformación incluye una renovación del liderazgo.

“Puede ser que todo esto esté erosionando la imagen de Rajoy, le esté desgastando aunque él y su entorno no lo perciban”, reconocen en Génova 13, donde ya se da por seguro que frente a la sensación del pasado otoño de que habría Rajoy para rato, ahora gana la impresión de que esta va a ser su última legislatura al frente del Gobierno y que no volverá a ser candidato. Y si decidiera irse antes porque la presión es lo suficientemente intensa, en el PP apuestan por unas elecciones anticipadas, aunque son conscientes de que esa es una decisión personal del presidente del Gobierno.

Si en los próximos meses la situación se hace tan insostenible, en el PP tienen claro que se va a presionar a Rajoy para que adelante elecciones

Y temen que Rajoy opte por premiar a Sáenz de Santamaría con la sucesión a dedo, ya que él sabe también que si hubiera que elegir un candidato para las elecciones su vicepresidenta nunca sería la favorita del partido. No por delante de Alberto Núñez Feijóo, de Cristina Cifuentes o, incluso, de María Dolores de Cospedal. Cualquiera de ellos antes que una Sáenz de Santamaría que despierta muchos resquemores en las filas y cuadros del Partido Popular. La pregunta que se hacen en Génova es si Rajoy será capaz de imponer a Soraya incluso contra la opinión del resto del partido, con riesgo, incluso, de que se produzca algún motín ante esa decisión.

Si en los próximos meses la situación se hace tan insostenible, tanto por los casos de corrupción como por el aislamiento parlamentario, como para verse obligado a tomar alguna decisión, en el PP tienen claro que se va a presionar a Rajoy para que adelante elecciones e intentar ir a las mismas con un candidato elegido por el partido. “Incluso en el peor de los casos, seguimos teniendo más opciones de ganar que cualquiera de los demás, cuyas crisis internas son de mucho mayor calado que la nuestra, lo que nos sigue dando cierta ventaja”, aseguran en la dirección del PP.