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Ni Doñana, ni Quintos de Mora: los Zapatero prefieren la finca real de La Mareta, en Lanzarote, para pasar sus vacaciones
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Ni Doñana, ni Quintos de Mora: los Zapatero prefieren la finca real de La Mareta, en Lanzarote, para pasar sus vacaciones

Ni las marismas de Doñana por las que tanto suspiraba Felipe González, ni el rancho de Quintos de Mora en el que Aznar recibía a Bush,

Ni las marismas de Doñana por las que tanto suspiraba Felipe González, ni el rancho de Quintos de Mora en el que Aznar recibía a Bush, ni menos aún un chalet prestado en Oropesa. El actual matrimonio presidencial prefiere algo con más relumbre para pasar unos días de vacaciones... quizá para esta misma Semana Santa. Zapatero and family lo que quieren es un auténtico palacio real. Pero de los de verdad.

Así, ni corto ni perezoso, el presidente mandó a su esposa, Sonsoles Espinosa, que eligiera el lugar que más le apeteciera. Y la consorte, tras echar un vistazo a las posesiones del Patrimonio Nacional por toda España, puso su dedo en Lanzarote, donde el Estado posee toda una señorial finca a pie de playa, llamada La Mareta, que tiene carácter real (fue un regalo del Rey Hussein de Jordania a nuestro monarca). Y allá, a la isla de los volcanes, se fue Sonsoles la semana pasada.

De la visita se conoce relativamente poco, salvo que la mujer de ZP no quiso tener ningún encuentro con autoridades locales, pero que, por supuesto, “le encantó” la finca-residencia real de La Mareta y su entorno. El recinto ha sido utilizado por los Reyes y por sus hijos, está decorado por César Manrique y dispone de un bunker del que se conocen pocos datos.

Uno de los habituales a esta finca, siempre invitado por el monarca, era el presidente de la República Checa, Vaclav Havel, que pasó muchas jornadas en la residencia real, lugar en el que, por cierto, murió Doña María de las Mercedes.

Ni las marismas de Doñana por las que tanto suspiraba Felipe González, ni el rancho de Quintos de Mora en el que Aznar recibía a Bush, ni menos aún un chalet prestado en Oropesa. El actual matrimonio presidencial prefiere algo con más relumbre para pasar unos días de vacaciones... quizá para esta misma Semana Santa. Zapatero and family lo que quieren es un auténtico palacio real. Pero de los de verdad.