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El día en que Esperanza Aguirre apostató de Adam Smith por culpa de las ‘top models’
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El día en que Esperanza Aguirre apostató de Adam Smith por culpa de las ‘top models’

¿Es de liberales controlar el peso de las modelos? La pregunta puede parecer absurda. Ridícula. Incluso fútil. Pero lo cierto es que hace algunas semanas fue

¿Es de liberales controlar el peso de las modelos? La pregunta puede parecer absurda. Ridícula. Incluso fútil. Pero lo cierto es que hace algunas semanas fue capaz de suscitar un animado debate en el Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid.

De un lado, Esperanza Aguirre y la gran mayoría de sus consejeras. De otro, algunos compañeros de pupitre, que no entendían por qué la señora presidenta estaba empeñada en poner límites a la participación de las top models en la Pasarela Cibeles en función de su masa corporal.

En un momento del apasionado debate, alguien preguntó si era de liberales intervenir en el mercado de la alta costura con una posición tan intervencionista. Y fue en ese instante cuando se armó la marimorena.

A Esperanza Aguirre esa pregunta le tocó la fibra sensible. Ella se considera una liberal convencida, pero ni corta ni perezosa defendió con ahínco la necesidad de evitar la extrema delgadez que transmiten muchas de las modelos que lucen su palmito en la Pasarela Cibeles. Keynes había triunfado. Al menos en este asunto.

La presidenta habló de que era una barbaridad la imagen enfermiza de algunas modelos, y por eso propuso que el índice de masa corporal –la relación entre la estatura y el peso- superara el nivel 17 (incluso un punto por debajo de lo que se considera tolerable).

Algunos consejeros -hombres, todo hay que decirlo- la acusaron de traicionar la memoria de Adam Smith, pero las consejeras se pusieron de su lado. La presidenta no estaba sola. Incluso, consiguieron acallar algunos comentarios machistas sobre quién tomaría las medidas a las modelos.

Al final se hizo lo que ordenó la presidenta, quien muy probablemente lloraría en la intimidad el haberse desviado de la fe liberal, como gimotearon las cinco aspirantes a pisar la pasarela de Cibeles que fueron descartadas por su escasa masa corporal. ¡Si Smith levantara la cabeza!

¿Es de liberales controlar el peso de las modelos? La pregunta puede parecer absurda. Ridícula. Incluso fútil. Pero lo cierto es que hace algunas semanas fue capaz de suscitar un animado debate en el Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid.