Aznar y Rajoy aparcan sus diferencias para asistir al enlace del hijo del Isabel Tocino

Estuvo llamada a liderar el PP –de hecho fue siempre la candidata preferida de don Manuel-, y quizá por eso, y porque siempre fue amiga de sus amigos, a Isabel Tocino nadie se atreve a hacerle un feo, de ahí que el viernes por la tarde-noche la creme de la creme de la calle Génova 13, todavía en éxtasis colectivo por la victoria a los puntos de cinco días antes, con las mieles del triunfo endulzando labios y los laureles de la victoria sobre las cabezas de tanto insigne dirigente ‘popular’, pasara revista a las puertas de la Iglesia de San Ginés, donde se ofició la ceremonia que unió en sagrado matrimonio a un hijo de la ex ministra, Álvaro, que se casó con su novia Carla.

Sin embargo, no todos estuvieron presentes en la Iglesia. Don Mariano Rajoy Brey, atendiendo a las obligaciones de su cargo, no pudo asistir a la ceremonia religiosa por culpa de doña Condolezza Rice, que es mujer que manda mucho. El caso es que Rajoy, cuya ausencia guardó celosamente su esposa, Viri, llegó al ágape, que se celebró en el Club Puerta de Hierro, y allí salieron a recibirle los suyos: Arias Cañete, Federico Trillo, Ángel Acebes... Y José María Aznar, que no es suyo, pero que se deja.

Y es que el ex líder del PP, dedicado ahora a los consejos varios y a declaraciones polémicas, mantiene una relación con su sucesor un tanto tormentosa... Que si un día se hablan y al siguiente se ningunean, que si hoy nos llevamos bien y mañana no nos podemos ni ver... En fin, que el viernes por la tarde tocaba reconciliación y felicitaciones, y Aznar y Rajoy no dudaron en aparecer ante los invitados como si de dos amigos se tratara.

Lo de los encuentros y desencuentros no es ninguna broma. Algo antes de las elecciones, Rajoy invitó a Aznar y su mujer, Ana Botella, a cenar en su casa de Aravaca, que eran tiempos en los que se llevaban bien. Como cuando Aznar llamó a Viri, la mujer de Rajoy, para felicitar a su marido por la intervención en aquel famoso programa de TVE.

Sin embargo, cuando las cosas parecía que empezaban, como decimos, a enderezarse, va Aznar y hace aquellas polémicas declaraciones en la última semana de campaña, que dicen en Génova que si él fuera candidato no las habría hecho ni de lejos (incluso él mismo se dio cuenta de que se había pasado tres pueblos). Y Rajoy, claro, molesto. Así que la boda sirvió para un, de nuevo, “oye, lo siento”, “no te preocupes”, “no volverá a pasar”, “tranquilo, ya lo sé”, y aquí paz y después gloria, al menos hasta la siguiente.

Y como la cosa terminó tarde, ninguno de los dos pudo salir de viaje al día siguiente destino a Denia, Alicante, donde el PP celebraba la segunda de sus bodas de la semana, la del ex portavoz en el senado y consejero de Urbanismo de la Generalitat, Esteban González Pons, con Piluca Bertolín, y con presencia de la jetblue valenciana, Paco Camps y Rita Barberá a la cabeza, también exultantes y sonrientes, como lo estaba un clásico del socialismo valenciano de toda la vida, Toni Asunción, con magnífico chaqué gris modelo Carlos de Inglaterra, que ha visto como su enemigo Joan Ignasi Pla ha caído a los infiernos tras la derrota.

Y es que la boda de González Pons tenía un aire british, un nosequé a Cuatro bodas y un funeral, que el propio González Pons decía que “el funeral lo tienen los de la sede del PSOE”, mientras los invitados, con estricto chaqué ellos y pamelas y tocados de impresionante vista ellas, se deleitaban de una boda de película a los pies del Mediterráneo. El caso es que, con tanto político y periodista de postín, no se iba a hablar de fútbol, así que entre canapé y canapé, entre baile y baile, y entre poema y poema del novio a la novia, el asunto estaba en las listas, las famosas listas...

¿Quién estará en el Congreso el año que viene? Rita decía que la lista por Valencia la tenía que encabezar González Pons, el entorno de González Pons que la debía de encabezar Rita, y algunos de los asistentes convencidos de que ni uno ni otro: José María Michavila, amigo in de Pacocamps. ¿Y Zaplana? ¿Qué hacemos con Zaplana? “A la lista de Madrid”, dijeron los ‘campistas’.