Manuel Pizarro descubre que la mafia italiana, como las meigas, haberla, hayla

Más relajado tras aparcarse la dura pelea del proceso de OPAs sufrido por Endesa, Manuel Pizarro aprovechó la inauguración del segundo parque eólico de la eléctrica en Italia para convocar allí a su consejo de administración y pasar, o al menos intentarlo, una jornada tranquila lejos de España.

El lugar elegido fue ni más ni menos que Sicilia, más concretamente el norte, la provincia de Trapani. Allí, los máximos dirigentes de la eléctrica inauguraron el pasado 14 de mayo un parque eólico de 32 MW. Junto a Pizarro y a Rafael Miranda, consejero delegado, presidían el acto los tres alcaldes de las localidades por donde se extienden los ‘molinos’: Gibellina, Santa Ninfa y Salaparuta.

Éxito de convocatoria, éxito de consejo -salvo por los nervios provocados por un nuevo error de la CNMV al otorgar un 10% de Endesa a Monte dei Paschi- y éxito de la jornada. Tocaba, entonces, celebrarlo en un restaurante del pueblo.

Presidente, consejero delegado, directivos, consejeros y alcaldes compartieron mesa en un restaurante de la zona. Hablaban de lo divino y de lo humano hasta que alguien de Endesa, curioso él, se le ocurrió interesarse por la famosa mafia italiana. En plena Sicilia.

Así que, ni corto ni perezoso, se le ocurrió preguntarle a uno de los alcaldes. “Oiga, ya sé que no es una pregunta muy interesante, pero tengo curiosidad: ¿Realmente existe la mafia en Sicilia que se ve en las películas?”. “¿Mafia?”, le dijo el alcalde. “Mira ése de ahí, el de la mesa ésa del final, el del sombrero, es el jefe de la mafia de aquí”, le contestó. No contento todavía, el curioso, mientras veía cómo medio restaurante se levantaba a saludar al presunto mafioso, continuó. “Ya, pero, entonces, si se les conoce, ¿qué pasa con la policía? ¿Dónde está?”. “¿La policía?”, le dijo. “El que está en la mesa de al lado”, contestó el alcalde, mientras seguía dando buena cuenta del plato.