Solbes condecora a Aldo Olcese, mensajero en la operación Enel y antiguo consultor de Rato

Sabe jugar a todos los palos. Para sus amigos, es una demostración de la independencia de su trabajo. Para los que menos le quieren, es todo un símbolo de su querencia por acercarse a los que tocan poder. En los próximos días, está previsto que el ministro de Economía Pedro Solbes imponga la Gran Cruz de la Orden del Merito Civil al financiero Aldo Olcese, que le fue concedida por el Gobierno en el consejo de ministros del pasado abril de 2007.

Aunque cuenta con una dilatada trayectoria en los mercados financieros (Urquijo, Hispano, Iberagentes) y en el mundo de la empresa (Pascual y Telepizza), la distinción fue a propuesta por el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos. Y es que, a pesar de sus contribuciones teóricas a la doctrina del Buen Gobierno Empresarial y a la Responsabilidad Social de la Empresa, su buena red de conexiones en algunos países vecinos como Italia y Marruecos ha tenido un peso relevante en este galardón.

Precisamente, durante la legislatura de José Luis Rodríguez Zapatero, a quien Olcese tuvo a bien escuchar cuando era sólo candidato a presidente, Italia y Marruecos han ocupado un lugar prioritario en la agenda exterior de Moncloa. Y fundamentalmente la conexión transalpina. Desde su posición como miembro de la Cámara de Comercio italiana en España, el financiero jugó un papel destacado en la irrupción de Enel en la solución al conflicto por Endesa.

En febrero de 2007, tras dos años de disputas por Endesa, con guerra política PSOE-PP de por medio, Enel entró en escena con la compra de un 10%. Dos meses después, a comienzos de abril, el pacto entre Acciona, E.On y la italiana suponía el reparto del nuevo mapa eléctrico español. Y como si de una relación causa efecto se tratara, como colofón a los servicios prestados, el consejo de ministros accedió a reconocer su aportación ese mismo mes.

En los próximos días, Solbes cumplirá con el formalismo de la ceremonia, a pocas semanas de que concluya la legislatura. Por cuestiones de calendario, es mejor que todo quede cerrado porque, en caso de victoria popular, sería muy difícil imaginar a un hipotético ministro como Manuel Pizarro, con quien ya se disputó un hueco en el entorno del todopoderoso vicepresidente económico Rodrigo Rato, colgándole en el pecho la Gran Cruz del Mérito Civil.