Arenillas se da un homenaje en Jockey para despedirse de la CNMV

Está claro que a Carlos Arenillas le gustan los restaurantes de lujo. El vicepresidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) se despidió ayer de algunos de sus compañeros al frente del supervisor de los mercados bursátiles alrededor de una mesa. El homenaje culinario tuvo lugar en una de las mecas gastronómicas de Madrid, el famoso restaurante Jockey (C/Amador de los Ríos 6), un lugar hoy bastante venido a menos.

A diferencia de banquetes pasados, esta vez no hubo ningún exceso, aunque sí algunas coincidencias: Arenillas volvió a ejercer como invitado. La cuenta corrió ayer a cargo de un nutrido grupo de comensales, tantos como todos los integrantes de la Comité Consultivo de la CNMV (salvo dos bajas), un órgano de consulta presidido por el hasta ahora vicepresidente, que apoquinaron a 150 euros por cabeza para pagar la fiesta e invitar al saliente.

Nada que ver con los 1.400 euros de la famosa cena protagonizada en el restaurante Zalacaín por el mismo Arenillas y el inversor Ravi Mehra, del hedge fund español Vega, donde trabajó el hermano del vicepresidente de la CNMV. Aquel episodio, donde se consumieron botellas de vino por valor de 600 euros y licores por otros 300, puso en un brete su carrera en el supervisor, donde cohabitaba enfrentado con su presidente, Manuel Conthe.

La publicidad de aquella cena obligó a Carlos Arenillas, esposo de la ministra Mercedes Cabrera y apadrinado para el cargo por Miguel Sebastián, a dar la cara para salir al paso de las críticas provocadas. “El daño que se ha intentado hacer a mi persona, mi familia y a la CNMV, no ha impedido que siga asumiendo las responsabilidades que tengo encomendadas como Vicepresidente de una institución a la que respeto profundamente” dijo en una nota oficial.

Después de aquel festín, los compañeros de la CNMV prefirieron no repetir ayer convocatoria en el restaurante del ‘crimen’. Todo fue mucho más modesto. Arenillas ya no está en el poder. El ex cofundador de Intermoney se despide de los mercados por la puerta de atrás, sin hacer el ruido al que acostumbró durante sus primeros meses en el cargo, cuando algunas fuerzas ocultas maniobraron para sacar a Francisco González de la presidencia del BBVA.