¿Camarero? ¿Relaciones públicas? ¿Bombero? Julián Muñoz busca empleo para no volver a la cárcel

El pasado viernes, por vez primera en estos años de idas y venidas de la cárcel, Julián Muñoz entró por la puerta grande de los Juzgados. Atrás quedó la puertecilla mugrienta y oxidada de los garajes donde el “probe” tenía que agachar la cabeza para poder pasar. Ahora “Cachuli” ha cruzado erguido el umbral del juzgado de Instrucción número 1 para prestar declaración por las diligencias previas que se siguen tras la querella presentada contra él y José María Del Nido por presuntas irregularidades en los encargos realizados al letrado por parte del Consistorio marbellí que gobernó.  

La Fiscalía Anticorrupción consideró en su querella, presentada en julio de 2006, sobre la base de un informe del Tribunal de Cuentas, que los encargos hechos por Julián a su letrado "no se corresponden con el trabajo desempeñado" y, en ningún caso, "justifican el enorme desembolso de fondos públicos realizado por el Consistorio o sus sociedades". Es decir, otro dinero desparecido de las arcas municipales del que Julián Muñoz tendrá que dar hoy cuentas a la justicia y en un futuro podría ser una causa más para prenderle las esposas y devolverle a prisión.

 

Pero de momento, hasta que las causas pendientes que tiene con la Justicia vayan llegando, Muñoz saborea las mieles de la libertad. Y también del tiempo libre, porque aunque presentó en prisión un contrato laboral, presuntamente firmado por un sobrino suyo, aún no se le conoce empleo alguno. Eso sí, sus amigos gilistas no permitirán que nada ni nadie ponga en peligro este tercer grado que les permite tener a Julian entre ellos.

Uno de sus más fieles, el empresario Pepe Romero, le ha ofrecido volver a su antigua condición de “restaurador”. El dueño del Nuevo Reino le ha ofrecido ser relaciones publicas o encargado del restaurante, donde tantas convenciones del Gil se hicieron, incluso cuando Julián ganó las elecciones por mayoría absoluta. "Recuerdo que esto fue una alegría de festejos. Para mí sería un honor tenerlo entre nosotros. Yo fui el primero que le ofrecí un trabajo con contrato para que pudiera salir de la cárcel, pero aunque me lo ha agradecido no creo que lo acepte", asegura el empresario a este confidente. "Sé que tiene mejores cosas... porque todavía hay gente en Marbella que le quiere”.