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El enfado del Banco de España con Braulio Medel, a cuenta de la fallida fusión con CCM
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El enfado del Banco de España con Braulio Medel, a cuenta de la fallida fusión con CCM

Algún día tendrá que contar Braulio Medel, presidente de Unicaja y uno de los hombres con más larga trayectoria en el mundo de las Cajas de

Algún día tendrá que contar Braulio Medel, presidente de Unicaja y uno de los hombres con más larga trayectoria en el mundo de las Cajas de Ahorro españolas, la crónica de lo ocurrido la semana del lunes 23 al sábado 28 de marzo en torno al fallido intento de fusión entre Caja Castilla-La Mancha (CCM) y Unicaja, que acabó, como todo el mundo sabe, como el rosario de la aurora, es decir, con la intervención de la entidad manchega por las autoridades de Alcalá esquina Cibeles.

El intento desplegado este fin de semana por algunos dominicales de ofrecer una exposición detallada de los momentos álgidos de la historia solo puede calificarse de fracaso. Sigue habiendo muchos puntos oscuros en lo ocurrido, fundamentalmente porque había demasiados intereses en juego, incluso dentro del propio Partido Socialista, sobre todo ahí. Lo que está claro como la luz del día es el enfado morrocotudo, simple y llano cabreo, que en el Banco de España tienen con Braulio Medel. En Cibeles creen que el malagueño (de adopción) les ha tomado el pelo.

Uno de los momentos culminantes de la historia se produjo a las 7 de la tarde del viernes 27, cuando el presidente de Unicaja, que había sido llamado de urgencia desde Madrid, hizo su entrada en la sede del antiguo Banco emisor, para entrevistarse con el director general de Supervisión, Javier Aríztegui, que ese mismo día acababa de ser nombrado subgobernador, número dos de la institución, por el Consejo de Ministros, en sustitución de José Viñals.   

A las 7 de la tarde de ese viernes, el gobernador, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, ya había decidido intervenir la caja manchega, harto del galimatías político que envolvía el caso y después de haber renunciado a la búsqueda de un nuevo pretendiente –el tercero, tras Ibercaja y Unicaja- a la mano de CCM. De modo que Medel llegó a verse las caras con Aríztegui con todo el pescado vendido y sin nada que negociar. Viajó a Madrid para escuchar el veredicto. La decisión ya estaba tomada.

Lo que sí iba a recibir, en cambio, era la queja despechada de un Banco de España que se consideraba toreado por unos cuantos, casi todos andaluces o ejercientes de tales, entre los cuales se hallaba Medel, aunque seguramente no era el más importante de ellos. Aríztegui se quejó ante el de Unicaja. “Es que no te llamamos nosotros: fuiste tú el que vino aquí a interesarse por Caja Castilla la Mancha…”. Al malagueño le tocaba agachar la cabeza y callar. “Y además accedimos a darte más de lo que pedías”, porque, en efecto, parece que Medel solicitó 1.500 millones de euros en ayudas, y, al final, el Banco de España le sorprendió ofreciéndole hasta 1.600. 

Griñán, hombre clave

La culpa, con todo, no era suya. El desenganche de Unicaja de la operación con CCM hay que atribuirlo a la Junta de Andalucía, es decir, a Manuel Chaves y a su consejero de Economía y vicepresidente segundo, José Antonio Griñán, el hombre llamado a ser el nuevo presidente andaluz. Fue precisamente Griñán el que, el mismo viernes 27 por la mañana, reventó de forma definitiva la operación en la sede del Banco de España y ante el propio Aríztegui.

Los responsables de la Junta andaluza habían llegado a la conclusión de que la absorción de Caja-Moltó por Unicaja no convenía a sus planes, tal vez porque metía a la entidad malagueña en una larga y compleja digestión que presumiblemente la inhabilitaría durante mucho tiempo para actuar como eje en torno al cual deberá girar la creación de la ansiada Caja única  andaluza. Y Medel tuvo que plegarse a la decisión de Chaves y Griñán. Una opción que puede tener un coste para él.

Un coste doble, en realidad. Por un lado, porque al abandonar la fusión con CCM, don Braulio, que se las sabe todas, ha renunciado a su vez a la más clara ocasión que tenía para renovar su mandato, que vence este mismo año, al frente de la Caja resultante de la misma, renovación que ahora queda al albur de una eventual operación con la sevillana Cajasol. Y, por otro, porque cabrear al Banco de España suele tener un precio cuando uno es responsable de un banco o caja de ahorros. Veremos.

Algún día tendrá que contar Braulio Medel, presidente de Unicaja y uno de los hombres con más larga trayectoria en el mundo de las Cajas de Ahorro españolas, la crónica de lo ocurrido la semana del lunes 23 al sábado 28 de marzo en torno al fallido intento de fusión entre Caja Castilla-La Mancha (CCM) y Unicaja, que acabó, como todo el mundo sabe, como el rosario de la aurora, es decir, con la intervención de la entidad manchega por las autoridades de Alcalá esquina Cibeles.

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