Y entre todos los empresarios, Leire Pajín fue presentada en sociedad por Jesús Salazar

Es la mujer de peso en el PSOE. Su elección hace un año como secretaria general del partido en el poder, como nueva ama de llaves y guardiana de los secretos de la sede de Ferraz, la han convertido en una política de referencia, en propietaria de un número de teléfono que cualquier persona importante aspira a tener en su agenda del móvil. Y los empresarios, siempre interesados en tener canales de comunicación abiertos con el poder, no son una excepción.

 

Hace ya varias semanas, Leire Pajín fue invitada a un encuentro con un nutrido grupo de hombres de negocios y destacados ejecutivos de algunas de las más importantes compañías del país. Un acto frecuente, rutinario, que esta vez tenía como primer invitado a una joven de 32 años y frente a ella, en la platea, a toda una trouppe de hombres encorbatados, inquietos ante el mensaje que iban a recibir de boca de la consejera delegada del PSOE.

La puesta de largo de Leire Pajín contó con un presentador, encargado de romper el hielo y llevar a la política hasta la suerte del discurso. La veces de anfitrión recayeron en el singular en el entonces presidente de Sos Cuétara, Jesús Salazar, hombre de trato agradable, extrovertido, perfecto relaciones públicas, el encargado ideal para ejercer como padrino de la joven socialista ante la grey empresarial sin que las diferencias ideológicas fueran un obstáculo.

Sin embargo, el tiempo ha querido que aquel acto para “ponerse caras” y “pedir teléfonos” terminara gafado. Sólo unas semanas después del encuentro, el presidente y mayor accionista de Sos Cuétara se vio implicado un escándalo que ha dado con sus huesos fuera de la compañía y con una querella en los juzgados por la autoconcesión, a escondidas, de un préstamo de 212 millones.