El puro Cohíba de Rajoy y sus ‘respuestas expres’ sobre Bárcenas para no perder el AVE de las 17 h.

No se podía fumar, pero a él no le importó lo más mínimo. Mariano Rajoy burló la Ley Antitabaco para fumarse un Cohíba Siglo VI (doce euros la unidad), de los que a él tanto les gustan. Fue ayer en el Foro de ABC, almuerzo de 200 personas en el hotel Barceló Málaga. Javier Arenas, presidente del PP andaluz, y la presidenta de ABC, Catalina Luca de Tena, no quisieron ser menos que Rajoy y saborearon, sin que nadie les dijera nada, un par de cigarrillos rubios.

Fue en ese momento cuando el salón Andalucía del hotel de la cadena mallorquina se convirtió en una tremenda humareda que acompañó sin piedad un discurso de 30 minutos (se pasó en 10 minutos) sobre la educación, los valores de la disciplina y la cultura del esfuerzo. Atendió las preguntas de Ángel Expósito, director de ABC, sobre Bárcenas, Camps, financiación autonómica... Respondió muy rápido, como si le fuera la vida no perder el tren.

Expósito le dijo que aunque no quedara mucho para tomar el AVE de las 17 horas también se podía ir en el AVE de las 18 horas. "Y no se preocupe que, si ve que llega tarde, se puede tirar por el tobogán que casi le deja en el andén", bromeó el periodista. El Barceló Málaga, ubicado en la misma estación de tren María Zambrano, tiene un tobogán, muy utilizado por los clientes y por los políticos que buscan la foto, que comunica la primera planta con el hall.

Pero Rajoy no hizo caso al director del periódico. Tenía prisa por llegar a Madrid a las 19.30 horas. Ni tobogán ni nada. Y eso que no ya no tenía trabajo pendiente. Ni en Génova, 13. Ni en otro lugar. Así lo reconoció a El Confidencial su jefa de prensa, Carmen Martínez Castro. Para ellos el día (políticamente) ya estaba finiquitado.

El presidente del PP nacional llegó por la mañana a la capital de la Costa del Sol para depositar un ramo de flores en la tumba de José María Martín Carpena, concejal del PP malagueño asesinado por ETA el 15 de julio de 2000. Luego, siempre al lado de Arenas (y también por sus escoltas, claro), el alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre, y el presidente del PP provincial, Elías Bendodo, entraron en la salón, huérfanos de dirigentes del PSOE y de cargos institucionales ni de la Junta de Andalucía ni del Gobierno Central.

Tras la charla, la ex alcaldesa de Málaga, Celia Villalobos, quiso tomarse un café o una copa, que la tarde ya avanzaba y se hacía propicia para las confidencias, con algunos políticos peperos. "Fuera del hotel no hay ningún sitio tranquilo. Hazme caso, que yo sé de este sitio. ¿No ves que cojo el AVE cuatro veces a la semana?", le dijo Villalobos a un ex alcalde de su partido poco informado. Arenas se volvió a Sevilla en vehículo. Rajoy ya había tomado el AVE de las 18 horas. Con el puro Cohíba metido en el cuerpo.