Es noticia
Las siete vidas del director general destituido de Caja Castilla-La Mancha
  1. España
  2. El Confidente
El Confidencial

El Confidente

Por

Las siete vidas del director general destituido de Caja Castilla-La Mancha

Cuando el Banco de España entra por la puerta de una entidad, los gestores salen por la ventana. Pero no se caen desde el quinto piso

Cuando el Banco de España entra por la puerta de una entidad, los gestores salen por la ventana. Pero no se caen desde el quinto piso a la calle, que nadie se alarme. Cuando van por el tercero, alguien les recoge y les pone a cubierto, que en la calle hace mucho frío -bueno, más bien calor en las fechas en que estamos- y no es cuestión de dejar desamparado a quien ha prestado grandes servicios a la causa. Aunque haya tenido buena parte de responsabilidad en la gestión que llevó a la entidad a la quiebra y que motivó la llegada de los muchachos de MAFO.

Es el caso de Ildefonso Ortega, el director general de Caja Castilla-La Mancha, la única entidad -de momento- intervenida en la actual crisis financiera, bajo la presidencia del también cuestionado Juan Pedro Hernández Moltó. Su destitución fulminante tras la intervención provocó también su salida de la presidencia de la tasadora Tinsa, pero no se ha tenido que poner en la larga cola del Inem. Ni mucho menos. Siempre hay amigos para echar una mano en estos momentos de apuro.

Así, Ortega mantiene dos confortables sillones de consejero. Uno de ellos, en Sos Cuétara, la empresa protagonista del mayor escándalo empresarial de los últimos meses a manos de los hermanos Salazar. Pues bien, ni la llegada de Mariano Pérez Claver a la presidencia procedente de Caja Madrid ni la salida de Ortega de CCM le han costado el puesto. El 'pequeño detalle' de que ya no puede representar a la caja manchega en el consejo de la alimentaria se soluciona cambiando su calificación de dominical a independiente, y asunto arreglado. 

Más sangrante si cabe es su segundo sillón: Ahorro Corporación, el brazo de inversión de las cajas de ahorros. En su 'reducido' consejo -30 miembros, lo que no es para tanto si tenemos en cuenta que hay 46 cajas-, Ortega sigue figurando como representante de CCM a fecha de mayo de 2009, pese a que la caja fue intervenida el 29 de marzo. Es de suponer que renovar los cargos en este tipo de estructuras lleva su tiempo. Y mientras tanto, el ex director general no sólo sigue sentándose tranquilamente en el consejo, sino también en la comisión ejecutiva, que es donde se parte el bacalao.

Y todo esto, bajo la atenta mirada del Banco de España, el supervisor del que todas las entidades hablan maravillas por ese gran invento que son las provisiones genéricas que les están salvando la vida (y de las que se hartaron de despotricar porque les reducía el beneficio en los años de la burbuja). Bueno, en realidad ya no hablan tan bien. Las órdenes (perdón, sugerencias) de reducir el beneficio lo más posible para reforzar las provisiones, la política de mano dura tras lo de CCM, el cambio contable de las provisiones -que alivia un poco pero deja fuera el gran 'marrón', el crédito promotor- y las pegas que está poniendo a las fusiones de cajas anunciadas han torcido el gesto de buena parte del sector.

Pero lo que más ha indignado a los supervisados es, precisamente, su actuación en CCM, a quien ha permitido lanzar depósitos con rentabilidades muy por encima de las del mercado para evitar la fuga de clientes, en un bonito ejemplo de cómo se entiende la competencia cuando uno es juez y parte. Y de eso, seguro, no tiene la culpa Ildefonso Ortega.

Cuando el Banco de España entra por la puerta de una entidad, los gestores salen por la ventana. Pero no se caen desde el quinto piso a la calle, que nadie se alarme. Cuando van por el tercero, alguien les recoge y les pone a cubierto, que en la calle hace mucho frío -bueno, más bien calor en las fechas en que estamos- y no es cuestión de dejar desamparado a quien ha prestado grandes servicios a la causa. Aunque haya tenido buena parte de responsabilidad en la gestión que llevó a la entidad a la quiebra y que motivó la llegada de los muchachos de MAFO.

Ildefonso Ortega Banco de España Unidades de Intervención Policial