Millet (Palau de la Música) se hizo construir un mini auditorium en su segunda residencia

Tras más de tres décadas al frente del Palau de la Musica, el recién cesado Félix Millet terminó confundiendo lo ajeno con lo propio. Así parece demostrarlo la investigación efectuada por la Fiscalía, que ha destapado la presunta malversación de fondos efectuada en la centenaria institución catalana. Sin embargo, como en casos similares, el elevado tren de vida del que gozaba su gestor habían dado que hablar entre quienes lo conocían.

Algunos de esos detalles formaban parte de su patrimonio familiar, la saga fundadora de la institución del Palau, símbolo cultural del catalanismo. Lujos como el de su segunda residencia, situada en la localidad de L’Ametlla del Valles, donde el gestor del Palau se hizo construir un mini auditórium, en el que invirtió todos los recursos necesarios para que su sonoridad fuera óptima.

El empeño de Millet por disfrutar de su propio Palau en casa hizo que requiera los servicios de una famosa constructora, con sede en Barcelona, para que desplazara hasta su residencia a personal especializado que evaluó las características acústicas del mini auditórium. Una suntuosidad, como otras, que hacía sospechar del nivel de vida alcanzado con su cargo en el Palau.

El trabajo puntual de la constructora no tuvo nada de inusual. No es extraño que las compañías privadas que gestionan obras públicas, en el sentido más amplio, hagan horas extraordinarias para prestar algún servicio a quien puede influir en el concurso de obras. Y Millet, como ha demostrado la investigación, estaba muy bien relacionado con Convergencia, es decir, con la Generalitat.