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Botín, Brufau y Florentino acuden hoy a Nueva York para arropar el sueño americano de Pedro Jota
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Botín, Brufau y Florentino acuden hoy a Nueva York para arropar el sueño americano de Pedro Jota

Dos de diciembre. Nueva York, capital del mundo, todavía no sufre la severidad del invierno. Aunque nada hubiera podido estropear hoy al fundador y director del

Dos de diciembre. Nueva York, capital del mundo, todavía no sufre la severidad del invierno. Aunque nada hubiera podido estropear hoy al fundador y director del diario El Mundo, el periodista Pedro Jota Ramírez, la presentación en sociedad de su última aventura editorial, la versión puntoes de su cabecera para el mundo hispanohablante de las Américas, un mercado que aspira a conquistar.

La cita tiene lugar en el Metropolitan Club, sito en la esquina de la 60 con la Quinta Avenida, frente a Central Park, un coqueto edificio de finales del siglo XIX que levantó la clase pudiente de la Gran Manzana como decoroso centro social. Su primer presidente fue ni más ni menos que el todopoderoso banquero JP Morgan, que aún hoy da nombre a uno de los bancos de negocios más importantes del mundo.

 

Otro banquero aspirante a fama mundial en las finanzas, el español Emilio Botín, acude como invitado estelar al evento de este miércoles. No en vano, la familia propietaria de Santander, Banesto y Bankinter ha mantenido siempre una relación muy próxima a Pedro Jota Ramírez, especialmente a través de Ana Patricia Botín, a quien suele colmar de elogios el director de El Mundo en cuanto tiene ocasión. 

Junto al banquero cántabro también acuden otros apellidos reconocidos del empresariado patrio, como el presidente de Repsol, Antonio Brufau, que además ejerce de mecenas/pagador del acto a cuenta de la petrolera. El ejecutivo catalán no ha tenido inconveniente en hacer un alto en su convulsa agenda, últimamente ocupada por las refriegas internas y externas a las que le está sometiendo su primer accionista, la constructora Sacyr, para estar al lado del riojano.

Tampoco ha fallado al compromiso el presidente de ACS y del Real Madrid, Florentino Pérez, que para su regreso a la casa blanca del fútbol contó con el apoyo editorial de los medios de Unedisa, fundamentalmente del deportivo Marca. Como speaker intervendrá el número uno de Endesa, el banquero Borja Prado, prominente figura del lobby italiano en España y como tal consejero de Unedisa representando a Rizzoli.

Quien sí causa baja es César Alierta, presidente de Telefónica, la otra gran multinacional de bandera española. Aunque con excusa oficial por un viaje de trabajo, su histórica mala relación con Ramírez a causa del caso Tabacalera resulta todavía un escollo insalvable. En su lugar, representando a la operadora, acuden Luis Abril, secretario general de Presidencia, y el ministro del PP y ahora telefónico Eduardo Zaplana.

La cuota institucional la cubre Miguel Sebastián, el ministro favorito del emporio Unedisa, con permiso de la vice, María Teresa Fernández de la Vega. El titular de Industria explota una vez más su lado más polifacético, que igual sirve para acudir como invitado principal al estreno de un programa en Veo TV como para clausurar el acto bajo el lema "The Great American Businness Opportunities".

Cuota oficial será igualmente, aunque no tan dispuesto, el ahora embajador en Washington Jorge Dezcallar. El diplomático español fue blanco de las críticas del periódico de Ramírez con motivo del atentado del 11-M. El entonces máximo representante del CNI fue responsable de la versión oficial sobre la que luego se desglosó toda una teoría de agujeros negros que tantas portadas generó.

La relación de invitados y el despliegue ceremonial al servicio del periodista corre a cargo de la Cámara de Comercio España-EEUU, acostumbrada a ejercer de puente empresarial entre las dos orillas bajo la batuta de Antonio Camuñas. La jornada concluirá con la participación del chef español José Andrés, que contará su aventura culinaria yankee y que además se encargará de ofrecer el aperitivo.

Todo habrá terminado antes de que se eche la tarde encima. Una sesión relámpago, como hace menos de un mes en Miami, donde Ramírez recogió el galardón de “español universal”, otro escalón de su particular road show, que en los últimos meses le ha llevado a protagonizar una faraónica fiesta en Madrid por el vigésimo aniversario del periódico y una cena de gala con los Reyes. ¿Alguien da más?

El Mundo Nueva York