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Las penas con jamón son menos: Caja Castilla-La Mancha endulza la Navidad más dura a sus empleados
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Las penas con jamón son menos: Caja Castilla-La Mancha endulza la Navidad más dura a sus empleados

Que 2009 ha sido el año más duro que han sufrido los empleados de la intervenida Caja Castilla-La Mancha está fuera de toda duda... y lo

Que 2009 ha sido el año más duro que han sufrido los empleados de la intervenida Caja Castilla-La Mancha está fuera de toda duda... y lo que les queda por pasar. Precisamente por eso, la dirección de la entidad ha decidido aliviar un poco sus cuitas sustituyendo la habitual paletilla de todos los años en la cesta de Navidad por un jamón. Que ya se sabe que las penas con pan son menos, y con jamón, menos aún.

Como en el pequeño mundo de la banca todo se sabe, la buena nueva ha llegado enseguida a oídos de la competencia, con la rechifla correspondiente como no podía ser de otra forma. Pero no se ha quedado ahí. Muchos competidores han tomado esta liberalidad de la entidad manchega como un ejemplo más de que tira con pólvora del rey, es decir, de que a pesar de la intervención del Banco de España y la posterior venta a Cajastur sigue comportándose como si aquí no hubiera pasado nada y fuera una entidad más.

Sin embargo, desde dentro de la caja manchega las cosas se ven de otra forma. Para empezar, el jamón -de Don Saturnino (Guijuelo) para más señas, aunque no de bellota- no ha convencido a los empleados, que además se quejan de que la cesta es bastante más pobre que la de otros años, con productos exclusivamente de la tierra: turrón de la Imperial Toledana, cava denominación de origen La Mancha, whisky de marca irreconocible, alajú (torta de miel típica de Cuenca) y algunos pequeños embutidos más.

Por otro lado, fuentes de la entidad aseguran que la cesta de Navidad no es en absoluto un detalle de la dirección, sino que es obligatoria y hasta está fijado su valor por convenio (nunca menosprecien el poder de los sindicatos en las cajas de ahorros); en este caso, unos 120 euros. Por tanto, si este año la dirección se ha estirado más con el jamón, ha tenido que recortar de lo demás.

Lo que sí se va a recortar es el número de empleados: hace dos semanas trascendió que el número de bajas por la integración con Cajastur será de unas 300, aunque sólo mediante prejubilaciones (insistimos en que nunca menosprecien el poder de los sindicatos en las cajas, y en la banca en general en este tema). Ya se han cerrado unas 40 sucursales, y el proceso continuará fuera de la comunidad de origen de la entidad

Las acusaciones de competencia desleal hacia CCM han sido constantes desde hace meses. Entre los argumentos de los competidores se encuentra una  remuneración de los depósitos por encima del resto de la banca o la recompra de las preferentes al 100% cuando las demás entidades las estaban adquiriendo con grandes descuentos y en contra de la doctrina de Bruselas. "No, si CCM es la entidad más segura de España para tener el dinero, es la única que cuenta con la garantía del Estado", comentan con sorna en otra entidad. Y desde luego, quien tiene esa garantía es Cajastur, ya que el Fondo de Garantía de Depósitos absorberá pérdidas de CCM hasta 2.475 millones.

Aquí también hay otra versión desde la caja: las condiciones excepcionales de sus depósitos están ligadas al traspaso o contratación de un plan de pensiones, y además la caja ha acometido un duro plan de austeridad para reducir los costes al mínimo. Aunque se ha tomado una pequeña licencia con el jamón. Que es Navidad.

Que 2009 ha sido el año más duro que han sufrido los empleados de la intervenida Caja Castilla-La Mancha está fuera de toda duda... y lo que les queda por pasar. Precisamente por eso, la dirección de la entidad ha decidido aliviar un poco sus cuitas sustituyendo la habitual paletilla de todos los años en la cesta de Navidad por un jamón. Que ya se sabe que las penas con pan son menos, y con jamón, menos aún.

Jamón