Ritz Carlton sigue buscando la fórmula mágica para rentabilizar el lujoso Hotel Abama de la familia Polanco

Es uno de los complejos de cinco estrellas más exclusivos del panorama hotelero español. Sin embargo, este estatus no es directamente proporcional a la rentabilidad que genera como negocio. Con el nuevo año, El Hotel Abama Golf & Spa Resort, ubicado en el sur de Tenerife, en Guía de Isora, estrena nuevo director gerente del complejo de lujo levantado por el difunto Jesús Polanco, fundador de Prisa, que soñó con crear una gran estancia de lujo para agasajar a sus invitados más selectos.

El capricho hotelero de Jesús Polanco, gestionado desde su inicio por su hijo Ignacio a través de la filial Tropical Hoteles y heredero del imperio tras la muerte de su padre, pasó a manos de la cadena hotelera internacional Ritz Carlton en julio de 2007. La familia encomendaba a una firma de reconocido prestigio la gestión de la inversión familiar más relevante, donde confió 300 millones de euros para levantar un complejo con más de 300 habitaciones y una ciudadela de 148 villas privadas.

Dos años y medio después, Ritz Carlton ha elegido a uno de sus gestores estrellas para tratar de poner en rentabilidad el Abama Golf & Spa Resort. El elegido ha sido Oriol Montal, hasta el momento responsable del complejo Penha Longa Hotel & Golf Resort ubicado en Sintra (Portugal) y antes director del Hotel Arts de Barcelona, algunas de las plazas hoteleras que cadena estadounidense gestiona en la Península, que cuenta además con otros dos hoteles en Madrid y en Marbella.

Durante el último año, Abama Golf & Spa Resort ha sido noticia por distintos motivos, entre otros la inclusión en el top 100 mundial por Conde Nast Traveller o la obtención de la primera estrella Michelín para el restaurante MB que gestiona Martín Berasategui. Sin embargo, fueron los fastos de la boda que celebró allí Jaime Polanco, uno de los hijos del tycoon cántabro, reportajeados profusamente por la revista del corazón Hola, que dieron más que hablar sobre los secretos del complejo hotelero.

Situado en una finca de 160 hectáreas con espectaculares vistas a la isla de la Gomera, el Hotel Abama se asemeja a una ciudadela árabe y está formado por un edificio de diferentes alturas distribuido entre piscinas, cascadas y una abundante vegetación subtropical, aunque decorado bajo una clara influencia africana. El complejo cuenta con un beach club, un spa de más de 2.500 m2, un campo de golf de competición, nueve piscinas (dos de ellas naturales), un club de tenis y diez restaurantes.