Tropezón real y gasto ‘disparado’ de AENA en la nueva T3 de Málaga: 460.000 euros

Cuando el rey Juan Carlos I subió al escenario, justo antes del tropezón con el que casi se cae al suelo, Celia Villalobos ya cuchicheaba entre sus compañeros del PP…“¡Esto ha costado una barbaridad!”, exclamaba la ex ministra de Salud. Villalobos trató con elegancia al ministro José Blanco, pero casi ni saludó a su íntima enemiga Magdalena Álvarez, que se quedó sin foto en su tierra malagueña por culpa de la defenestración de Rodríguez Zapatero en la Semana Santa de 2009.

Eso sí, Villalobos consiguió un aparte con Blanco para espetarle: “Pepe, ¿no te has pasado con el gasto en la inauguración?”. La ex alcaldesa de Málaga le preguntó al vicesecretario general socialista cómo había sido posible ese dispendio tan desorbitado en la puesta de largo de una terminal que podrá acoger hasta 30 millones de pasajeros. Y es que AENA (Ministerio de Fomento) se ha gastado 460.000 euros en el acto de la inauguración de la terminal.

La empresa afortunada es Control, del grupo Bassat Ogilvy, propiedad de Lluís Bassat, el derrotado aspirante a la Presidencia del FC Barcelona. Control logró la adjudicación del acto a través de un “procedimiento negociado, sin publicidad, apareciendo muy poco tiempo en la página web de AENA”, como denuncia Villalobos a El Confidencial. “Me parece un gasto excesivo para estos momentos de crisis. Seguro que se podría haber hecho mucho más barato”, ratifica la ex ministra de Sanidad en declaraciones a este diario.

El desglose del gasto: 30.000 euros por el diseño del acto; 110.000 por la producción, montaje, transporte y desmontaje del escenario que se ha instalado en la propia terminal; 135.000 de los equipos audiovisuales y sonido; 100.000 del rodaje, producción y traducción al inglés del vídeo institucional; 69.000 para servicios entre personal, azafatas y controladores de acceso; y 16.000 euros para la gestión, como detalló el programa La Tapadera de Cope Málaga.

Villalobos le ha preguntado, no por la vía directa, sino por la oficial, al ministro Blanco cuál fue el procedimiento para adjudicar la organización del día inaugural de la nueva infraestructura aeroportuaria. Fomento aún no le ha contestado. La ex ministra también recuerda que fue ella quien convenció al Gobierno Aznar de la necesidad de impulsar el proyecto, allá por el año 2001, de la nueva T3 del aeropuerto de Málaga.

La política malagueña vuelve a sacar a la palestra a Francisco Álvarez Cascos, el antecesor de Magdalena Álvarez. “Es verdad que el PSOE no paró la infraestructura, pero la idea de la ampliación fue nuestra, del PP. Cuando la señora Álvarez entró sólo le quedó adjudicar y licitar la parte final de la obra”. El Partido Popular de Málaga tampoco ha escatimado en dinero y se ha gastado, según fuentes populares, 20.000 euros en una campaña de publicidad para reivindicar la autoría de la ampliación del aeropuerto.