El Pocero pierde más de 20 millones de euros en la venta del superyate Clarena II

Francisco Hernando, más conocido como Paco El Pocero, ha vendido la joya de sus sueños marineros: El Clarena II. Aunque la cifra real de la operación es un misterio, fuentes cercanas al constructor aseguran que en septiembre del año pasado Hernando pagó por él 27 millones de euros como anticipo a la suma total de 78 millones que tenía apalabrado con el astillero italiano CRN y que tendría que haber completado el pasado mes de febrero. Ahora se especula que lo ha vendido por 58 millones, con lo cual podría haber perdido más de 20 millones de euros. El broker elegido para la operación, Engel & Völkers Yachting Madrid, habría cobrado un 5 % de comisión.

Las mismas fuentes apuntan la posibilidad de que Hernando hubiera llegado a algún arreglo con el astillero al no poder hacer frente al pago de las deudas pendientes, y aseguran que Villar Mir aprovechó la ocasión para pagar 18 millones de euros y sacar a Hernando del apuro económico en aquel momento.

Sea como fuere, el Clarena II es el navío de recreo más grande de España, con 72 metros de eslora. Desde que fue entregado por el astillero italiano, el Pocero tenía amarrado su capricho en Puerto Portals, en el municipio mallorquín de Calvià. El barquito se convirtió en una atracción turística. Todos quedaban boquiabiertos después de contemplar aquella superestructura con suite y cinco cabinas dobles para albergar a los invitados más ilustres del mundo político y financiero. La estancia principal cuenta con 70 metros cuadrados, cabina de masajes y salón de cine. En la terraza principal, de cien metros cuadrados, se puede  jugar un partidito de fútbol en alta mar. El interiorismo del yate, con capacidad para una tripulación de 30 personas, era obra de los mejores diseñadores de navíos de lujo: Nuvolari y Lenard.

Las aguas de Mallorca desvelarán este verano la identidad del misterioso comprador, un extranjero que recibirá el yate el próximo mes de junio y que cerró la operación hace un mes, según informa el broker Engel & Völkers.

La ilusión de convertirse en el dueño de puerto Portals quedó en el tintero, y sus grandiosos planes de construir un casino submarino y un hotel de lujo también se han aplazado para momentos más boyantes.