Es noticia
La élite catalana templó los ánimos de Montilla en la noche caliente del 28 de junio
  1. España
  2. El Confidente
El Confidencial

El Confidente

Por

La élite catalana templó los ánimos de Montilla en la noche caliente del 28 de junio

El pasado jueves, 1 de julio, este diario adelantó a sus lectores una primicia relativa a la cena que, el lunes de la semana pasada, 28

El pasado jueves, 1 de julio, este diario adelantó a sus lectores una primicia relativa a la cena que, el lunes de la semana pasada, 28 de junio, mantuvo el presidente de la Generalitat, José Montilla, con un reducido grupo de empresarios barceloneses, tras el dramático mensaje institucional leído desde las dependencias del Palau de la Generalitat por el propio  Montilla en respuesta, apresurada a todas luces, al auto del Tribunal Constitucional que anunciaba sentencia sobre el Estatuto de Cataluña.

Decíamos aquí el jueves de marras que “se trataba de un encuentro que había sido apalabrado con tiempo y que el president no quiso suspender a pesar de la tensión del momento: un par de empresarios barceloneses y algún representante del mundo editorial. En las caras de los reunidos se reflejaba la tensión por lo que acaban de presenciar. Alarma y tensión”. Todo muy cierto, solo que el número de los reunidos -la cantidad- fue mayor de lo que podría deducirse del párrafo entrecomillado, aunque lo verdaderamente reseñable fue la categoría –la calidad- de quienes se sentaron en torno al de Iznajar.

La lista completa incluye a Isidro Fainé, presidente de La Caixa y del holding Criteria Caixa Corp., y sin duda uno de los hombres con más peso, incluso político, en el mundo financiero español; Joan Rosell, presidente de la patronal catalana Fomento; Salvador Gabarró, presidente de Gas Natural; Salvador Alemany, presidente de la concesionaria Abertis -ayer de plena actualidad por otros motivos- y del influyente Círculo de Economía barcelonés; José Manuel Lara, presidente del grupo Planeta y de la cadena Antena 3; Miguel Roca, uno de los llamados “padres de la Constitución” del 78, ahora muy radicalizado, y cabeza del bufete de abogados que atiende casi todos los asuntos mollares que ocurren en Barcelona y alrededores; Fernando Casado, director del Instituto de la Empresa Familiar; Javier Ventura, presidente del grupo de alimentación Nutrexpa, y Angel Simón, nuevo presidente de Aguas de Barcelona (Agbar). Nueve hombre con mando en plaza, verdadera elite empresarial catalana, dispuestos a poner sordina en la voz atronadora de un Montilla aquella noche salido de madre.

“La verdad es que en la cena estuvo mucho más moderado de lo que había estado ante las cámaras de televisión”, asegura uno de los comensales. “El papel de los invitados consistió principalmente en llamar a la calma al president y tratar de rebajar la tensión. La Generalitat no puede convocar manifestaciones y mucho menos con la que está cayendo en el terreno económico. No están los tiempos para ese tipo de espectáculos. De modo que hay que templar los nervios y llamar a la calma a todo el mundo. Y rehacer el pacto, porque si Madrid no puede vivir sin Cataluña, tampoco Cataluña puede vivir sin Madrid. Y lo cierto es que Montilla acabó muy calmado”.

José Manuel Lara llevó la voz cantante

“La cena había sido apalabrada por la Generalitat con varios días de antelación, porque Montilla quería conocer la opinión del mundo empresarial catalán”, asegura otro de los reunidos. “Ante la inminencia del fallo del Constitucional, pretendía calibrar la respuesta a dar desde Cataluña a un fallo que se preveía mucho más adverso para el Estatut del que finalmente ha salido. Y dio la casualidad de que el mismo día fijado para la cena se dio a conocer el auto del TC, a pesar de lo cual Montilla decidió no desconvocar”.

El president sorprendió a sus ilustres invitados con una serie de fichas, primorosamente trabajadas, en las cuales llevaba apuntado los aspectos descollantes del Estatut que, según él, iban a quedar mutilados por la sentencia, aún desconocida en su literalidad, del TS, cuyos puntos más relevantes llevaba apuntados en otra serie de fichas. Ficha contra ficha. A tenor de las fuentes, fue José Manuel Lara, hombre de palabra fácil y verbo encendido, quien llevó la voz cantante entre el grupo de empresarios, a pesar de que el anfitrión pidió opinión a todos y cada uno de ellos.    

"El problema de Montilla”, afirma un empresario barcelonés ausente en la cena de marras, “es que solo tiene una posibilidad de seguir en política, y es logrando que la suma de los votos de los tres partidos que hoy componen el Tripartito le de otra vez la mayoría en las próximas catalanas, porque, en caso contrario, se tendrá que ir a casa. Y por eso se tiene que radicalizar y dar la sensación de que es el más independentista de los independentistas, una actitud que en un partido como el PSC, con un votante que viene de la emigración, puede tener consecuencias desastrosas para él. No me gustaría encontrarme en su pellejo…”

El pasado jueves, 1 de julio, este diario adelantó a sus lectores una primicia relativa a la cena que, el lunes de la semana pasada, 28 de junio, mantuvo el presidente de la Generalitat, José Montilla, con un reducido grupo de empresarios barceloneses, tras el dramático mensaje institucional leído desde las dependencias del Palau de la Generalitat por el propio  Montilla en respuesta, apresurada a todas luces, al auto del Tribunal Constitucional que anunciaba sentencia sobre el Estatuto de Cataluña.

Cataluña José Montilla Círculo de Empresarios