Canal Nou, para el que no existe la 'Gürtel', se vuelca con la detención de Ripoll

Cuerpo a tierra, que vienen los nuestros, como decía Don Pío Cabanillas (padre). No hay peor fuego que el fuego amigo, y si no que se lo digan a los implicados en el escándalo de la Diputación de Alicante. La detención/retención de José Joaquín Ripoll fue objeto de una espectacular cobertura por parte de la televisión autonómica valenciana, Canal Nou, con desembarco masivo de periodistas, cámaras y técnicos enviados desde la capital de la comunidad.

Algo que a primera vista puede parecer normal; al fin y al cabo, se trata de una noticia muy importante ocurrida dentro de su territorio. Pero es que Canal Nou no ha hecho lo mismo con otras noticias más importantes todavía, como por ejemplo, ese escándalo llamado Gürtel, donde los niveles de corrupción, presuntamente, dejan en pañales un contrato de recogida de basuras en unos cuantos pueblos del Sur de Alicante.

Esta televisión apenas ha informado de la Gürtel, hasta el punto de que las palabras "Camps" y "traje" no han aparecido en la misma frase en dicha cadena, en uno de los casos más flagrantes de manipulación informativa cometidos en un país tan dado a la manipulación como es España.

Lo más grave del asunto es que no se trata de una manipulación partidista que trate de beneficiar al PP frente al PSOE (que tampoco es que justifique estas prácticas, pero parecen más normales), sino de la guerra interna entre zaplanistas y campistas que tiene partido en dos al PP valenciano. Cuando el escándalo perjudica a Camps, ni media palabra; cuando perjudica a Zaplana, despliegue nunca visto.

Esta actuación de la televisión valenciana alimenta los temores de Génova a que este escándalo provoque otra noche de cuchillos largos entre las dos facciones valencianas que acabe con una escisión del partido en dicha comunidad. Por otro lado, desde el PP nacional no se entiende bien esta inquina de Camps que, en su situación de extrema debilidad, puede verse arrastrado por la caída de Ripoll.

En todo caso, esta utilización de una televisión autonómica por parte de una familia del PP contra otra tampoco es nueva. Alberto Ruiz-Gallardón sabe bastante del tema, ya que ha tenido que sufrir a diario los embates de Telemadrid cada vez que se ha recrudecido la guerra entre los dos candidatos a suceder a Rajoy al frente del PP nacional.