"Tengo una pregunta para usted, Sr. Ramírez" o cómo el director de 'El Mundo' alimenta su ego

Hablar a estas alturas de que el director de El Mundo posee uno de los egos más notables de España (tal vez solo comparable en tamaño al de Ruiz-Gallardón), que alimenta con regularidad de reloj suizo desde las páginas del diario, es reiterar un lugar común para todo español informado. Al servicio de ese ego, el periodista se obsequió anteayer con un programa en Veo7, la cadena digital de Unedisa, titulado para la ocasión “La vuelta al mundo en Orbyt”, ese invento por el que hay que pagar para leer el periódico en Internet y que, según expertos del sector, no ha conseguido sus objetivos.  

Durante más de una semana, un elegante Pedro J. Ramírez con tirantes había publicitado a página entera (un buen dinero, sin duda) su aparición estelar en un programa concebido con el típico formato del “Tengo una pregunta para usted, Sr. Presidente”, en el cual estaba dispuesto a conceder a los 60 afortunados abonados de Orbyt (seleccionados por sorteo entre los que previamente se hubieran apuntado) el privilegio de entrevistarle en directo, con preguntas mayormente referidas al debate sobre el estado de la Nación que esa mañana había tenido lugar en el Congreso.  

En vísperas del programa, sin embargo, resultó que Veo7 no había conseguido ni siquiera esos 60 entusiastas abonados de Orbyt ansiosos por entrevistar a la estrella, de modo que los responsables de producción se vieron obligados a contratar voluntarios en el mercado, recurriendo a esas empresas especializadas en llenar los platós de las televisiones con personajes variopintos a cambio de un puñado de euros. Ello cuando se habían gastado entre 40.000 y 50.000 euros, según las fuentes, en preparar el plató con la instalación de la correspondiente grada donde debían sentarse los invitados.

Por si ello fuera poco, los ánimos dentro de Unedisa se habían caldeado debido al hecho de que Ernesto Sáenz de Bururaga, recientemente fichado por Unedisa -con un sustancioso contrato y con plenos poderes- para dirigir su televisión, tenía programado para el mismo día, miércoles 14, su habitual espacio “Madrid Opina” en Telemadrid, a quien aún sigue contractualmente ligado, con un especial dedicado también al debate celebrado en la Carrera de San Jerónimo, lo cual significaba que iba a terminar disputando a Pedrojota parte de la exigua audiencia que tiene el canal de Unedisa.

Ramírez, presidente del Gobierno

Al final, los responsables del programa salieron del apuro, aunque todo apunta que gracias al recurso a un tipo de personas –un ama de casa, una estudiante, un vendedor- a quien difícilmente se puede imaginar dándose el lujo de estar suscritos a esta sofisticada plataforma de pago. Como no podía ser de otra forma, la primera pregunta (relataba ayer El Mundo en su página 12) fue de este tenor: “¿Cuáles son las cinco primeras cosas que haría si usted fuera elegido presidente del Gobierno…?” ¡Elemental, mi querido Watson! ¡Pedrojota for president!  

A lo largo del programa, y en respuesta a distintas preguntas del selecto auditorio, quedó claro que el periodista no estaba contento con el comportamiento de Mariano Rajoy en su cara a cara con Zapatero. Ramírez había remitido mensajes a Génova indicando que el líder del PP debía mostrarse muy beligerante con el asunto de la sentencia del Constitucional sobre el Estatut y la manifestación del sábado en Barcelona. Pero Rajoy, que sigue empeñado en no seguir los consejos del famoso periodista, manías que tiene el hombre, no cayó en la trampa que le tendió ZP y escurrió el bulto.  

Es justo, sin embargo, reconocer que el programa no le fue mal del todo a Veo7. Mientras “Madrid Opina” (Sáenz de Buruaga) marcó el miércoles un pobre 5,8%, lo que supone una notable caída respecto a emisiones anteriores, el especial de “La vuelta al mundo” conducido por Ramírez en Veo 7 para mostrar al pueblo las bondades de Orbyt logró un 1,4% de share, un resultado que dobla la audiencia habitual de este espacio (cuota media de pantalla del 0,7%). Ese 1,4% se traduce en apenas 192.000 espectadores, de lo que se deriva que Unedisa gastó 50.000 euros en una performance que contempló apenas el 0,4% de la población censada en España.