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Un flechazo en Tokio, boda en Barcelona y un posible ‘regalo’ de 10 millones de euros
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Un flechazo en Tokio, boda en Barcelona y un posible ‘regalo’ de 10 millones de euros

Boda por todo lo alto. No es en un avión, aunque lo podría ser, porque quien se casa es, ni más ni menos, que Ferran Soriano,

Boda por todo lo alto. No es en un avión, aunque lo podría ser, porque quien se casa es, ni más ni menos, que Ferran Soriano, presidente de Spanair. El joven ejecutivo -43 años recién cumplidos- enviudó en el año 2006, cuando oficiaba de vicepresidente económico del FC Barcelona, cargo que abandonó en el verano del 2008, días antes de la moción de censura contra Joan Laporta. Meses después, aterrizó en la presidencia de la aerolínea, que se encuentra en estos momentos en un difícil momento debido al duro plan estratégico que ha de poner en marcha.

 

Paralelamente al despegue de Spanair, Soriano ha de pilotar su vida privada. Y, por ello, no le cerró la puerta al amor. Conoció a Sandra Martorell, la que hoy se convertirá en su mujer, cuando ella era directora del restaurante Sant Pau, propiedad de Carme Ruscalleda -la mujer michelín de España- y ubicado en el barrio Nihonbashi de Tokio. Fue un flechazo, un amor a primera vista, dicen fuentes cercanas a la pareja.

Sandra volvió a Barcelona hace unos meses, donde se empleó como relaciones públicas del exquisito hotel Mandarín, en el céntrico Paseo de Gracia de la capital catalana. Es un establecimiento de lujo subido propiedad de la cadena Hong Kong Mandarin Oriental Hotel Group, aficionados al feng shui y a la exclusividad. En la última planta de la antigua sede del Hispano Americano, el Mandarín montó The Penthouse Suite, la estrella del edificio, con dos terrazas frente a la Casa Batlló, 236 metros cuadrados, cocina, comedor, estudio, ascensor privado y mayordomo. Un regalo para los sentidos al módico precio de casi 8.000 euros la noche.

Tiene la joven Sandra una larga trayectoria en el ramo de la hostelería, donde ha trabajado para importantes cadenas internacionales y restaurantes barceloneses. Pero no recaló por casualidad en el Mandarín: el restaurante Moments, del hotelazo en cuestión, está a cargo de Raúl Balam, hijo de la Ruscalleda, con lo que se adivina la larga mano de la restauradora de Sant Pol. Cada día que pasa, esta mujer va copando más peso específico en los círculos de negocios de la Ciudad Condal.

Invitados de pedigrí como Ruscalleda, Reig, Gaspart,

El lugar para dar el sí quiero es la emblemática iglesia de la Mercè, una joya barroca enclavada en el Barrio Gótico de Barcelona. Allí, a las 19 horas, se darán cita los 450 invitados a la ceremonia, entre los que se encuentran la mentora Ruscalleda y la cabeza visible del grupo Reig, María Reig -impulsora del Mandarín, por supuesto-, así como todos los accionistas de Spanair, con lo que habrá una nutrida representación de las fuerzas empresariales catalanas, porque la aerolínea está impulsada por la Administración y algunos lobbies barceloneses.

El poderoso sector del metal al completo, vaya, encabezado por Joaquim Boixareu, el máximo representante del núcleo duro de la compañía aérea. Y, por supuesto, el lobby hotelero, con Joan Gaspart a la cabeza. El banquete, contra lo que pudiera parecer, no será en hotel o restaurante alguno, sino que se servirá un lunch a pie derecho en las instalaciones del Museu d’Història de Catalunya (MHC), en el vetusto/remodelado edificio que señorea el muelle de Barcelona justamente donde comienza el paseo Joan de Borbó, frente al Maremágnum.

Aunque los contrayentes no airean el destino del viaje de luna de miel, lo cierto es que emprenderán camino hacia Japón, la tierra donde se conocieron y en la que Sandra puede hacer de cicerone accidental. A su vuelta, no obstante, Soriano debe ponerse las pilas para cumplir los plazos del plan estratégico de su compañía: a finales del pasado año, se debería haber cubierto una ampliación de capital de 100 millones de euros, que no pudo llevarse a cabo. Pero sí pudo conseguir un crédito sindicado de 50 millones de euros. Fira de Barcelona ya ha puesto encima de la mesa otros 10 millones de euros y el Parc Logístic ha prometido acudir con otros 20 millones. Además, el Gobierno catalán tiene pendiente que la empresa pública Avançsa concurra con 10 millones más.

Para culminar el proceso, nuevamente la Generalitat estudia facilitar otro crédito de 20 millones a través del Instituto Catalán de Finanzas (ICF). Sería un bonito regalo de boda para los contrayentes que en la última reunión del Gobierno antes de las vacaciones se apruebe, como mínimo, la aportación de Avançsa. Y tiene algunos números para que así sea.

Boda por todo lo alto. No es en un avión, aunque lo podría ser, porque quien se casa es, ni más ni menos, que Ferran Soriano, presidente de Spanair. El joven ejecutivo -43 años recién cumplidos- enviudó en el año 2006, cuando oficiaba de vicepresidente económico del FC Barcelona, cargo que abandonó en el verano del 2008, días antes de la moción de censura contra Joan Laporta. Meses después, aterrizó en la presidencia de la aerolínea, que se encuentra en estos momentos en un difícil momento debido al duro plan estratégico que ha de poner en marcha.

Ferran Soriano